El espectáculo de Roma, la arena eléctrica

Luca tiene 9 años y viene de Imola, la tierra italiana de los motores, porque quiere ver de cerca los coches del futuro. Arianna tiene 11 años y jamás se ha subido a un monoplaza de carrera. Alessio, de 23 meses, apenas se puede sostener en la cabina, pero cuando tenga el permiso de conducir, su primer vehículo será seguramente eléctrico. 

Una tecnología que regala emociones

Este sábado 13 de abril en Roma lo recordarán siempre. Primero, en la cola junto a centenares de niños para echarse una foto en el monoplaza de Fórmula E, en el pabellón de Enel X en el E-Village. Después, en las tribunas junto a 35.000 espectadores para ver el séptimo Gran Premio del Campeonato ABB FIA de Fórmula E, que por segundo año consecutivo transformó el barrio racionalista de Eur en los bastidores de un espectáculo eléctrico, inédito y difícil de olvidar.

En solo un año la Fórmula E ha cambiado. Sobre todo por la tecnología, que hace que la carrera sea más emocionante, gracias también a nuestro Grupo, Official Power Partner, y a Enel X, Official Smart Charging Partner. La gran novedad es la nueva tecnología de recarga que permite a los monoplazas eléctricos completar toda la carrera - 45 minutos más una vuelta - con una sola recarga de energía, sin tener, por tanto, que detenerse para el “car swap” (el cambio de coche en el box) como ocurría en las ediciones anteriores. Un salto tecnológico gracias a las baterías de última generación alimentadas por los supercargadores JuicePump Formula E Edition, que tienen una capacidad de 80 kW, además de un peso inferior a 200 kilos que permite que puedan ser transportados cómodamente de un circuito a otro.

“Enel se siente orgullosa de formar parte de esta fantástica competición y de ofrecer las soluciones de Enel X para la recarga de vehículos eléctricos de Fórmula E”, explica el Consejero Delegado y Director General de Enel, Francesco Starace. “Estos eventos demuestran que la tecnología está madura y que una movilidad sostenible está cada vez más cercana y a la mano”.

El laboratorio de la movilidad

La Fórmula E es justamente esto: un laboratorio de la movilidad del futuro. Un banco de pruebas para testar nuevas tecnologías que desde las pistas llegan a la calle: baterías más potentes, carrocerías más livianas, instrumentos de recarga más eficientes. Lo confirma también todo lo que se mueve alrededor de la competición, que el 13 de abril transformó el barrio de Eur en una ciudad del futuro. “Para nosotros, la Fórmula E es llevar lo máximo de la tecnología al mayor número de personas”, sintetiza Roberto Deambrogio, Director de Comunicación de Enel.

Un espectáculo para todos: no solo para los vips que llenaron las tribunas (entre ellos, el actor escocés de Star Wars, Ewan McGregor, y el excapitán de la Roma, Francesco Totti), sino también para un público de jóvenes y familias que pudieron tocar con sus propias manos las nuevas soluciones de movilidad urbana y sostenible. Por ejemplo, los patinetes eléctricos compartidos de Bird, que llegarán a Italia gracias al acuerdo entre Enel X y Bird Rides Italy, o las tecnologías de recarga para los vehículos eléctricos que se pudieron “utilizar” gracias al casco de realidad virtual en el pabellón de Enel X, montado en la “Nuvola” (Nube) diseñada por el arquitecto Massimiliano Fuksas. Allí fue posible jugar con pequeños coches eléctricos teledirigidos en una pista de 5 por 5 metros: una atracción irresistible para muchos, entre ellos el expiloto de Fórmula 1 Giancarlo Fisichella. “Me siento orgulloso como romano, porque este e-Prix representa una meta importantísima para Roma: la Fórmula E está transformando el futuro gracias a un salto mediático y tecnológico increíble”.

La Fórmula E mira hacia adelante

La carrera fue también un espectáculo que cumplió con las expectativas. A las 16:00 en punto, los veintidós monoplazas partieron silbando por la calle Cristoforo Colombo, alcanzando los 220 kilómetros por hora en los 2,8 kilómetros de trazado, pasando por el obelisco que lleva el nombre de Guglielmo Marconi, por el parque del Ninfeo frente al “Colosseo Quadrato” (Coliseo Cuadrado) y la “Nuvola”. El primer puesto fue para el neozelandés Mitch Evans, piloto de Jaguar, séptimo vencedor diferente en las siete carreras de este año: una incertidumbre que hace que el campeonato sea aún más electrizante, gracias además a que en Roma no faltó de nada: choques, adelantamientos, lluvia, coches de seguridad.

Todo esto puede explicar el aumento de atención por parte de los patrocinadores, de los medios de comunicación (35 millones de espectadores televisivos conectados con Roma desde 90 países) y de las marcas automovilísticas, actualmente ocho, pero a las que se sumarán Mercedes y Porsche desde la próxima temporada.

La idea de una carrera de velocidad eléctrica y verde nació de un apunte en una servilleta de papel del español Alejandro Agag, fundador y presidente de la Fórmula E; hoy en día es ya una realidad que no tiene nada que envidiar a otros escenarios. Una apuesta ganada y destinada a crecer aún más, porque no tiene miedo a introducir novedades que, aunque puedan provocar malas caras en los puristas del automovilismo, agradan a los más jóvenes. Por ejemplo, el Modo Ataque, que da la posibilidad a los pilotos de aumentar 25 kW (llegando a un total de 225 kW) la potencia del motor en algunas partes del trazado o el Fanboost, que permite que el público vote, a través de las redes sociales, a su piloto favorito, regalando a los primeros cinco una potencia extra para su coche.

“Es necesaria una mayor educación sobre la movilidad eléctrica, aunque la Fórmula E nos enseña que la gente está comenzando a mirar estas competiciones con ojos diferentes y que empieza a tener curiosidad”, concluye Francesco Venturini, Consejero Delegado de Enel X.

Luca, Arianna y Alessio lo confirman: el Gran Premio de Roma no les desilusionó.