¡Que viva México! El espectáculo de la Fórmula E

¡Que viva México! El espectáculo de la Fórmula E

El campeonato ABB FIA Fórmula E, reservado a los monoplazas eléctricos, ha recalado en Ciudad de México, en un circuito a más de 2200 metros sobre el nivel del mar. Con el apoyo de la tecnología de Enel, patrocinador oficial y proveedor de energía del evento

¡Que viva México! La segunda etapa del “tríptico latinoamericano” de Fórmula E no ha defraudado las expectativas. No solo por la carrera en sí – que ha deparado varias sorpresas – sino también porque su especial contexto convierte al Gran Premio de Ciudad de México en un evento fascinante, único e irrepetible.

El autódromo Hermanos Rodríguez no solo es el circuito más alto del campeonato ABB FIA Fórmula E, con sus más de 2200 metros sobre el nivel del mar, sino que además es el único que cuenta con una pista permanente, no trazada en un centro urbano. Un firme tan liso como una mesa de ping-pong para la carrera más verde del mundo, muy distinto al asfalto del circuito de Santiago de Chile del mes anterior o al de Punta del Este de dentro de dos semanas.

El circuito mexicano ha sido el escenario del ePrix durante tres temporadas consecutivas. Diseñado utilizando parte del de la Fórmula 1, se adaptó a las necesidades de los monoplazas eléctricos: se redujo a poco más de dos kilómetros (en lugar de 4,3), pero mantuvo su curva Peraltada, rapidísima y elevada, que desemboca en la recta de llegada y está situada delante de la misma tribuna desde la que se presencian las carreras de Ferrari y Mercedes. En definitiva, en Ciudad de México el espectáculo deportivo de los prototipos silenciosos y con emisiones cero contrasta con el de los ruidosos parientes de gasolina más que en cualquier otro lugar. Un contraste que se acentúa aún más al tener como telón de fondo una de las ciudades más contaminadas del mundo.

Todo esto da prueba de que la Fórmula E es mucho más que una competición deportiva. Enel, Official Power Partner por segundo año consecutivo, la ha transformado en un escaparate de lujo del transporte sostenible, un lugar en el que saborear el futuro, la prueba viva de que es posible crear otro tipo de velocidad. Y también en un campo de pruebas de las tecnologías del mañana.

En el eVillage instalado dentro del autódromo hemos colocado microrredes alimentadas con fuentes renovables por medio de generadores innovadores de glicerina y paneles solares. El corazón de la red es el Energy Management System, el software avanzado gracias al cual se puede optimizar la gestión del consumo haciendo un seguimiento en tiempo real, con la tableta o el smartphone.

“En el centro del autódromo hemos construido lo que se conoce como Power Up, con el que podemos controlar el consumo y, por consiguiente, aumentar la eficiencia” explica Paolo Romanacci, Country Manager Enel Green Power México y Centro América. “Este es el futuro y nosotros lo estamos construyendo. Estamos aquí y precisamente hoy ha sucedido algo muy importante para nosotros, hemos firmado un contrato con Faurecia (empresa líder en la innovación automovilística, ndr) con perspectivas a corto plazo. Este es también un momento de innovación. Somos pioneros en este mercado también, único en el panorama mexicano”.

En México Enel juega en casa. Nuestro grupo, que entró en el mercado de las renovables en 2008, es hoy el principal proveedor de energía renovable del país, tanto por capacidad instalada (728 MW) como por los proyectos en fase de construcción (1282 MW). Por consiguiente, es un embajador perfecto del transporte eléctrico del futuro que ya nos “adelanta” la Fórmula E.

¿Y la competición? Como ya hemos dicho, hubo más de una sorpresa. El año pasado se impuso Lucas Di Grassi con un Audi Schaeffler ABT, que posteriormente se hizo con el mundial. Este año el brasileño remontó de forma espectacular, pero al final venció otro piloto Audi, el alemán Daniel Abt, que ahora intentará confirmar el título en la última etapa latinoamericana. La cita será en Uruguay dentro de unos días.