Energías renovables, una nueva era
Están trabajando dos grandes fuerzas en la transición energética: la digitalización y las ciencias de los materiales, esenciales para comenzar una “nueva era de la energía”, donde la electricidad procedente de fuentes renovables puede convertirse en el motor del crecimiento económico y del bienestar de los ciudadanos de todo el mundo y ser el factor que habilite el desarrollo de nuevos segmentos de negocios.
Esta revolución se está produciendo y crece cada vez más rápido. Lo afirman los participantes de la novena edición de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés) que tuvo lugar del 11 al 13 de enero en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos y sede central de la Agencia, donde participaron más de 1.200 delegados y observadores entre jefes de gobierno, ministros, representantes del sector privado, de la sociedad civil y de varias organizaciones.
Una década de cambios
IRENA nació hace diez años y su crecimiento ha sido muy veloz: los Estados que la componen pasaron de 75 a 160 (incluida la Unión Europea), entre ellos países emergentes de África, Asia y América Latina. Parte de su éxito se debe a la eficacia de las acciones impulsadas por Adnan Zahir Amin, Director General desde el año 2011 hasta hoy. Durante sus dos mandatos, Amin supo reorganizar la Agencia, ampliar su campo de acción e incrementar su importancia internacional. Cuando finalice su segundo mandato, lo reemplazará el italiano Francesco La Camera, elegido por la Asamblea el 13 de enero, luego de un proceso de selección de candidatos de casi un año coordinado por el Ministerio de Relaciones Exteriores. La misma Asamblea, compuesta por los representantes de los estados miembros, nombró Director General emérito a Amin, en reconocimiento a su extraordinario aporte para el desarrollo de IRENA.
La conferencia principal del evento estuvo a cargo del Consejero Delegado de Enel Francesco Starace, quien destacó la importancia del rol de IRENA en el crecimiento internacional de las renovables. Ya no son más “energías alternativas”, como se las denominaba hace unos diez años atrás; hoy se han convertido en el componente esencial del mix energético global y siguen registrando niveles de crecimiento sorprendentes.
De las renovables, Starace resaltó su competitividad, gracias al “tsunami tecnológico” que se produjo por dos factores: principalmente la digitalización, que redefinió las modalidades según las cuales producimos, distribuimos y consumimos energía eléctrica; pero también el desarrollo de la ciencia de los materiales, que provocó una caída abrupta del precio de los paneles solares, de las turbinas eólicas y del almacenamiento, acelerando la reafirmación de las fuentes renovables.
“La aceleración de la evolución tecnológica es el elemento que impulsa a la transformación de los sistemas energéticos mundiales. El crecimiento de las energías renovables está demostrando que es, claramente, una tendencia importante de esta evolución, junto a la profunda digitalización de las redes de distribución”
– Francesco Starace, Consejero Delegado de Enel
Al día de hoy, las nuevas tendencias son incesantes y seguirán guiando esta transformación por muchos años más.
Los beneficios de la nueva era de la energía
Sin embargo, la innovación tecnológica no es suficiente. En su exposición, Starace recordó que, para afrontar la transición energética como vencedores, es importante un modelo de negocios que sea capaz de generar un crecimiento inclusivo y sostenible. Solamente de esta manera será posible admitir todas las oportunidades que se presenten en el camino. La sostenibilidad bajo esta óptica, como ha surgido en debates fuera de la Asamblea, abre oportunidades económicas extraordinarias. Por ello, son importantes los datos comunicados por Amin sobre el impacto de las renovables relacionados con la creación de trabajo. Según los datos reportados por el Director General saliente, solo en 2017, el empleo en el sector de las energías limpias de todo el mundo aumentó en 500.000 puestos, llegando a superar por primera vez, a nivel mundial, el umbral de los diez millones de empleados.
Uno de los eventos de la IX Asamblea IRENA fue una sesión dedicada al lanzamiento del informe “A New World. The Geopolitics of the Energy Transformation”, impulsada por Amin y elaborada por una pertinente comisión internacional. El estudio, primer documento de este tipo publicado por una organización internacional, cuenta también con el aporte de Enel, y profundiza sobre los impactos geopolíticos que genera la transición energética, deteniéndose concretamente en los nuevos equilibrios entre los estados, en la redefinición del concepto de seguridad energética, junto con las prioridades internacionales resultantes de la exigencia de almacenamiento de los nuevos materiales estratégicos para la generación de fuentes renovables y el almacenamiento de energía.
“Las fuentes renovables permiten, a cada uno de los países, reforzar su seguridad energética y aumentar su propia autosuficiencia energética, valorizando los recursos locales de energías renovables que se encuentran en todo el mundo”
– Adnan Z. Amin, Director General saliente de IRENA
El deseo expresado por la Comisión que se ocupó de redactar el estudio es que la transición energética pueda incidir positivamente en la reducción de las tensiones internacionales y, sobre todo, en aquellas que deriven de la localización geográfica de los recursos convencionales, comenzando así una era de crecimiento sostenible y de prosperidad extendida.