Electricidad Vector de eficiencia energética en la UE

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En la Unión Europea a adoptar medidas para promover la eficiencia energética en los países miembros ha contribuido a la reducción de las emisiones de CO2 en un 23 por ciento respecto a 1999, con un efecto positivo en la economía. Según un estudio reciente sobre el impacto en el empleo de la eficiencia energética curado por la consultora Cambridge Econometrics, en 2010 cerca de 900 mil personas en Europa han sido empleadas en la producción o la instalación de productos de eficiencia energética.

Las potencialidades de este segmento del sector de la energía son numerosas: después de dos años de la entrada en vigor de la Directiva 2012/27/UE, la Comisión Europea ha iniciado el procedimiento de revisión de la legislación, necesario también en vista de los compromisos adquiridos en diciembre en París, en el marco de la COP 21.

El primer paso hacia la actualización de la Directiva fue el inicio de una consulta pública, que se cerrará el 29 de enero, abierta a todos los interesados empezando por las Utilities. Y sobre el tema, en los últimos días el eurodiputado Markus Pieper, ponente en el Parlamento Europeo, acerca de la propuesta de revisión ha promovido una audiencia pública involucrando a 150 expertos de toda la UE.

"La Directiva de Eficiencia Energética necesita ser revisada - explicó Pieper - para asegurar la mejor relación costos-beneficios y evitar gastos innecesarios". Una revisión necesaria también para optimizar y alinear las diversas directivas en la materia (Energy Performance of Buildings, Eco-design, Energy Label and Ecolabel y otras).

Entre los oradores en el debate Giuseppe Montesano, jefe de Política Energética Europea de Enel y Presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Políticas de Desarrollo Sostenible de Eurelectric, en representación del cual intervino en el evento trayendo los puntos de vista de la asociación europea de la industria eléctrica en un tema central para los retos de la reducción de emisiones y la lucha contra el cambio climático.

"Uno de los objetivos que buscamos apoyar es lograr que la energía eléctrica sea cada vez más reconocida como un vehículo para la eficiencia energética: el uso de equipos y tecnologías que funcionan con electricidad nos vuelve a todos más eficientes: es suficiente pensar en los coches eléctricos o las bombas de calor para la calefacción, o simplemente la cocina de inducción. Sin embargo, esto conduce a un aumento de la eficiencia global y un aumento en el consumo de electricidad, lo que contrasta con algunos de los mecanismos requeridos por las regulaciones".

De hecho, el artículo 7 de la Directiva ha introducido algunas obligaciones para los proveedores de energía, estableciendo que la utilidad se reducirá en un 1,5 por ciento al año, la cantidad de energía suministrada a los clientes. El mismo artículo, sin embargo, establece la posibilidad de que los Estados miembros adopten una serie de medidas alternativas o equivalentes, que permitan compensar en su totalidad o en parte la reducción de 1.5 por ciento.

"Como parte de la consulta pública y en vista de la revisión de la directiva, nuestro compromiso - dice Montesano - es promover una reflexión sobre la conveniencia de simplificar los mecanismos de aplicación de estas obligaciones, con el objetivo de hacerlos volverlos eficaces y sostenibles, incluso del punto de vista económico".

¿Cómo? En aras de un debate abierto y compartido, para Enel una primera medida importante debería permitirnos equilibrar el peso de los mecanismos obligatorios, valorando la adopción de medidas alternativas, que en muchos contextos pueden mostrarse más eficaces para propagar tecnologías de ahorro y eficiencia energética.

"La mejor manera de promover el desarrollo de la eficiencia energética, que sea también eficiente desde el punto de vista económico, es apuntar a enfoques menos prescriptivos y en cierto modo más de mercado, trabajando tanto en términos de políticas, como en volver disponibles herramientas de financiación mejores de las adoptadas hasta ahora ", concluye Montesano.

Para que los proyectos de eficiencia energética sean financiables en Europa, dice el documento Building the European Energy Union, desarrollado por Enel con el apoyo de The European House Ambrosetti, la UE debe promover instrumentos y mecanismos tales como transparencia, escalabilidad, estandarización de los financiaciones en el sector privado para crear un mercado secundario de productos financieros para la eficiencia energética.

En esencia, el hecho de crear un ecosistema de línea de crédito no sólo para el consumidor sino también para los proveedores de servicios y productos, permitiría utilizar mejor los beneficios de las economías de escala y lograr el objetivo de un aumento del 20 por ciento de eficiencia energética para 2020 y 27 por ciento en 2030. Objetivos para los que Europa necesita inversiones importantes, sobre todo en los campos de la construcción y de la movilidad.