La tecnología para proteger medio ambiente y biodiversidad

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En 1971 Paul R. Ehrlich y John P. Holdren resumieron en una ecuación, en el libro "Impact of population growth”, la incidencia de las actividades humanas sobre los sistemas naturales. Según este estudio, el impacto medio ambiental depende de tres factores: el tamaño de la población, su bienestar o estándar de vida (calculado en términos de consumo o producción pro-cápita) y la tecnología. Donde ha habido un aumento de bienestar económico y población, escriben los dos científicos, se ha producido un incremento equivalente de la contaminación. En cambio, la relación con la tecnología es invertida, porque contribuye a reducir las emisiones contaminantes de las actividades de producción y consumo.

Por lo tanto, como se ha vuelto a afirmar en la reciente COP 21 de París, la mejora tecnológica y la innovación pueden contribuir a compensar los efectos negativos del crecimiento demográfico y económico. Enel lo cree firmemente, siendo una empresa líder mundial en campo energético y por consiguiente tradicionalmente comprometida en la gestión responsable de ecosistemas y recursos naturales en el curso de sus actividades.
En particular, la protección de la biodiversidad es un objetivo estratégico de la política medio ambiental de Enel. Los proyectos del Grupo en este sector implican estudios, inventarios y planes de monitoreo sobre especies sensibles, programas de reintroducción de especies natías, reforestaciones, obras infraestructurales sobre líneas eléctricas y plantas. Para contribuir a los objetivos de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CBD) y del Plan para la Biodiversidad 2011-2020, Enel ha diseñado una policy especifica de Grupo para todas las iniciativas de salvaguardia de la biodiversidad.

Enel Green Power España, el Consejo regional de Andalucía para el Medio Ambiente y la Protección del Territorio y Microsensory (empresa española especializada en sistemas GPS) han firmado un acuerdo para la salvaguardia de una especie protegida por la Unión Europea, el lince pardo.

La iniciativa apunta al desarrollo de un sistema di localización y monitoreo de los felinos por medio de drones, remplazando el método actual que implica el utilizo de señaladores radio colocados en los collares de los animales. Enel Green Power España financiará la realización del dron, producido por Microsensory, mientras que la junta regional andaluza contribuirá con su know-how científico y técnico y asegurará que el dispositivo funcione correctamente.

Hasta el día de hoy los linces, introducidos en las forestas como parte de un programa de repoblación de la especie, han sido monitoreadas por medio de un señalador radio conectado a través del collar. “Hasta ahora, los dispositivos radio han proporcionado informaciones útiles sobre el territorio y los senderos recorridos por los felinos, pero el monitoreo depende de manera extrema de la orografía del territorio y requiere la vigilancia cotidiana de un operador”, declaró José Fiscal, ministro regional de Andalucía.

España ha realizado un esfuerzo enorme para incrementar la población en las forestas del lince ibérico, “primo menor” del lince eurasiático, luego de que la especie se había casi completamente extinguido a finales del siglo pasado. Entre las causas que han amenazado la extinción de los felinos la caza furtiva, la pérdida del hábitat natural y una enfermedad de la que sufrieron los conejos, sus presas habituales. La especie se había reducido en 2002 a sólo 94 animales, limitados en dos pequeños territorios de Andalucía. Gracias a programas para la reproducción controlada de los linces y una intensa obra de protección de las forestas que los hospedan, su número ha alcanzado los 327 ejemplares a finales de 2014.

El mes pasado el regreso del lince pardo en los bosques del valle de Guadarrama, no lejos de Madrid, ha sido confirmado por un equipo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) gracias al análisis del DNA de los excrementos animales.

Un éxito obtenido gracias a los esfuerzos combinados de autoridades, asociaciones y empresas, que han logrado que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) redujera en julio la amenaza para el lince pardo de CR (Peligro crítico de extinción) a EN (Peligro). Todavía queda mucho por hacer para asegurar la supervivencia de la especie, pero los resultados obtenidos tras haber levantado el nivel de protección del lince pardo demuestran una vez más la importancia del papel ejercido por la tecnología. Un camino que Enel seguirà recorriendo con firmeza.