El Muro de Berlín

El Muro de Berlín

La séptima y octava prueba del campeonato del mundo de los coches eléctricos confirmaron que, gracias a la alta concentración de tecnología, Formula E es una oportunidad única.

En Berlín queda por abatir un muro, del que la semana pasada cayó un pedazo. Es un muro invisible, pero alto y sólido como el que dividió en dos la ciudad hasta el invierno de 1989, que en realidad no se encuentra sólo en Berlín, sino en gran parte del mundo: el de los prejuicios generalizados contra el coche eléctrico.

Los primeros golpes de pico en suelo alemán se los dio el Gran Premio de Formula E, que el 10 y 11 de junio corrió la séptima y la octava carrera de la temporada en el marco casi metafísico del aeropuerto de Tempelhof, en el circuito provisorio instalado el borde del arco gigante del terminal en estilo racionalista.

Los monoplaza con baterías se batieron en duelo en las curvas, cortaron las chicanas como navajas, pasaron a toda velocidad en la recta a más de doscientos por hora con su silbido de naves espaciales y, vuelta tras vuelta, junto con la descarga continua de adrenalina, llevaron un mensaje al público: el coche eléctrico es muy distinto de lo que imaginaban.
 
Nunca como en este contexto aparece verdadera la famosa tesis de Marshall McLuhan, o sea que el medio es el mensaje: y el medio en cuestión - poderoso, con la velocidad del rayo, capaz de aceleraciones incandescentes, un cohete sobre cuatro ruedas - encarna en sus líneas futuristas el exacto opuesto del prejuicio que quiere desbaratar, a saber, que el coche eléctrico sería feúcho, lento, ineficiente y, en general, un poco desgraciado.
 
Este es, más allá de la pura diversión que nunca falla, el propósito real de la Formula E. Como lo resume Federico Caleno, director del departamento New Technologies and Global Innovation de Enel, el principal asociado tecnológico del campeonato, “difundir la cultura de la movilidad eléctrica sobre todo entre las generaciones más jóvenes: como hace treinta años un niño que miraba la Formula soñaba que un día iba a conducir un Ferrari, así esperamos que el mismo niño hoy, fascinado por la Formula E, de adulto sueñe de ponerse al volante de un coche”.

Un e-car que podrá ser un Audi o Jaguar (dos fabricantes ahora presentes en la Formula E con sus coches), un BMW o un Mercedes (que llegará en la próxima temporada), o tal vez incluso un Ferrari, puesto que hace poco la empresa de Maranello expresó su interés hacia la versión con impacto cero de la F1.
 
Alejandro Agag, CEO de Formula E, subrayó la importancia del concepto durante la tercera ronda del Smart Cities Forum organizado por la FIA, celebrado siempre en Tempelhof en el marco de las carreras: “Hoy en día las emisiones de los vehículos son una de las principales causas del calentamiento global. De ahí la necesidad urgente de promover la movilidad eléctrica se ha convertido en una verdadera batalla de la que depende nuestra supervivencia, y es una batalla que vamos a perder con seguridad si no somos capaces de enfrentarla con las tecnologías apropiadas. En este sentido, el microcosmos de la Formula E nos ofrece una oportunidad única, ya que se basa en un alto concentrado de tecnologías que en conjunto forman una poderosa combinación: baterías de alta eficiencia, carga rápida, medidores inteligentes, redes inteligentes, gestión de la energía en tiempo real, motores avanzados”.

“También es impresionante la velocidad a la que asistimos al desarrollo de estas tecnologías, casi de carrera en carrera, lo que reduce significativamente el tiempo en el que éstas se pueden aplicar a gran escala”

Alejandro Agag, CEO de Formula E

Un ejemplo para todos: el sistema ideado en el último año para la batería de un monoplaza de Formula E hoy permite la carga completa en 45 minutos, respecto a 330 (en promedio) de la dirección de coche actualmente en el mercado. Y se está trabajando con la Formula E para que esta energía llegue cada vez más de fuentes renovables, con el objetivo de transformar el campeonato en un evento con cero emisiones.

“Si no hubiéramos aceptado el reto de Formula E, nuestras tecnologías para la movilidad eléctrica se habrían desarrollado en un tiempo mucho más largo. En cambio, hoy podemos decir que estamos en Alemania, uno de los más importantes fabricantes de vehículos eléctricos, para demostrar liderazgo de Enel en las tecnologías de carga”

Federico Caleno, director New Technologies and Global Innovation de Enel

No sólo: en su stand dentro del aeropuerto, la multinacional italiana presentó - además del concepto revolucionario de V2G, que integra vehículos eléctricos y red de distribución en el territorio en un único sistema de alta eficiencia - su nuevo panel solar bifacial, capaz de generar 25% más de energía respecto a los tradicionales.
 
Como información, en los dos días del Gran Premio de Berlín dominó Mahindra, el coche de la empresa india conducido por el sueco Felix Rosenqvist, que también es autor de la vuelta más rápida a 120,2 km/h de promedio. Pero esto se refiere al medio, y de qué color era el que cruzó la línea antes que los demás importa hasta cierto punto: es mucho más importante que haya ganado el mensaje.