Fórmula E 2017: carrera en Nueva York

Fórmula E 2017: carrera en Nueva York

El estreno de la carrera de monoplazas eléctricos en Estados Unidos fue también el primero de cero impacto ambiental en la historia del automovilismo, rematando así esos tres días tan importantes para Enel.

Los auténticos neoyorquinos no buscan información sobre el mundo exterior, escribió una vez Jimmy Breslin, periodista premio Pulitzer y comentarista del Daily News: eso porque “consideran que si algo no ocurre en Nueva York, posiblemente no sea interesante”.

De ser así – y no hay razón para no creerlo, ya que Breslin supo comprender y explicar su ciudad mejor que nadie – desde el mes de julio 2017, la Formula E, cuyas carreras números nueve y diez se disputaron los pasados 15 y 16 de julio en el circuito montado en Brooklyn, por fin se hizo interesante también para los vecinos de la Gran Manzana. Y de serlo para ellos, pronto lo será también para todos los Estados Unidos (porque, como se sabe, lo que llega a Nueva York, se difunde rápido en todo el país), junto con el mensaje que el campeonato de monoplazas lleva consigo, o sea que la movilidad eléctrica se ha hecho mayor, y ahora es rápida, potente y eficiente. Lo que es cómo la mayoría de los estadounidenses quieren su coche, menos por el detalle que hasta ahora los compraron de gasolina.

Y ahí está precisamente el punto de la Formula E, un campeonato itinerante de cero impacto de que Enel es Official Power Partner: al pasar los bólidos silenciosos a 200 kilómetros por hora en el circuito provisional trazado a orillas del Hudson, se les demostró a los neoyorquinos que el coche eléctrico ha llegado hoy a ofrecer unas prestaciones dignas de la Formula 1. Una idea interesante sobre la que reflexionar a la hora de comprar un nuevo coche.

Sin embargo, no fue solamente la ocasión brindada por la FE que llevó a Nueva York al Consejero Delegado de Enel Francesco Starace, a su Presidenta Patrizia Grieco y a una delegación de ejecutivos, sino toda una serie de citas y reuniones que la multinacional de la energía organizó con motivo del gran premio. La primera cita fue el jueves, cuando a las cuatro de la tarde, los altos cargos de la empresa, junto a Alejandro Agag, Consejero Delegado de Formula E, subieron a la balconada del trading floor de Wall Street para dar el campanazo del Closing Bell, la campana que tradicionalmente anuncia el fin de las negociaciones: una ceremonia con la cual la ciudad dio su bienvenida a Enel y al estreno de la Formula E en Estados Unidos.

El día siguiente, en el Palacio de Cristal, sede de la ONU, bajo el patrocinio de Naciones Unidas y los gobiernos de Italia y Chile, se celebró un workshop sobre el tema de la sostenibilidad, con el fin de intercambiar historias, experiencias e ideas para llevar a la realidad la utopía de un planeta más limpio y vivible.

El mismo día, a continuación tuvo lugar otro acontecimiento importante: la adquisición por parte de Enel del 100% de Demand Energy, una empresa estadounidense especializada en la creación de software y sistemas integrados para el almacenamiento inteligente de energía, un factor sumamente importante para el desarrollo y la difusión de las energías renovables a escala cada vez más amplia.

Por último, durante la mañana del día del primer gran premio de Formula E, se celebró la cuarta edición de la charla abierta #EnelFocusOn, en la que el director del sector de Innovación y Sostenibilidad de Enel, Ernesto Ciorra, y Gabe Klein, uno de los mayores expertos estadounidenses de innovación urbana, intercambiaron opiniones sobre el tema de las ciudades inteligentes con un grupo de influenciadores y expertos de todo el mundo.

Pero tal vez la noticia más significativa de esta semana tan densa se refiera precisamente a la Formula E: la carrera de Nueva York, como comentó Ryan O’Keeffe, director de comunicación de Enel, fue “el primer gran premio totalmente de cero impacto en los tres años de historia de la Formula E, pues en la historia de todo el automovilismo deportivo”. Y todo ello gracias a Enel, que compensó la huella total de CO2 del evento con la energía limpia producida en uno de sus parques eólicos en México, y que plantea hacer lo mismo durante toda la próxima temporada de la FE.

Cómo cantaba Frank Sinatra en “New York New York”: si puedo hacerlo aquí, podré hacerlo en cualquier parte.