Energía renovable: California es el paraíso ecológico

Energía renovable: California es el paraíso ecológico

En 2020 más de la mitad de la energía en California se producirá con fuentes renovables. Un objetivo que el Estado de Oro consigue diez años antes de lo previsto, gracias a unas tecnologías innovadoras. El análisis de una primacía mundial

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¿Y si pudiéramos producir energía tan solo al caminar? Es uno de los grandes sueños de California, la sexta “nación” más rica del mundo pero, sobre todo, el Estado donde sopla el viento ecológico más fuerte de América. Aquí, dentro de dos años solamente, más de la mitad de la energía eléctrica utilizada se producirá a través de fuentes renovables. Un objetivo que se va alcanzar con diez años de anticipación respecto a lo previsto por el Renewable Portfolio Standard (RPS), el ambicioso programa con el cual el Estado gestiona su “go Green” (“evolución ecológica”). El último informe sobre la implementación del RPS, que redactó la California Public Utilities Commission (CPUC), la agencia del gobierno que reglamenta las actividades de las grandes compañías eléctricas y del gas, pone de manifiesto que el Estado se ha adelantado mucho con respecto a lo previsto. Eso también gracias a toda una serie de experimentaciones que ya se han llevado a cabo o solamente se han planteado. Por ejemplo, la California Energy Commission está financiando con dos millones de dólares el estudio de aplicaciones de una nueva tecnología llamada piezoeléctrica: unos paneles especiales instalados en calles y aceras capturan la energía cinética del tráfico y generan electricidad limpia. Las experimentaciones las llevan a cabo la Universidad de California, Merced y Pyro-E, spin-off de la Universidad de Berkeley, aunque el sistema ya se utiliza en Tokio, donde todos los monitores de la estación de la East Japan Railway Company se alimentan a través de la energía generada por las personas que caminan en el suelo piezoeléctrico. Y más aún, California es el primer estado de los Estados Unidos en el cual serán obligatorios los paneles fotovoltaicos en los nuevos edificios a partir de 2020: la decisión fue tomada por unanimidad a principios de diciembre.

 

La energía solar y la energía eólica para la innovación tecnológica

De acuerdo con el programa del RPS, las fuentes renovables tenían que satisfacer el 50% del consumo eléctrico de California antes de 2030. Un resultado que ocasionaría un ahorro de 51.000 millones de dólares al año para los ciudadanos (de acuerdo con los datos de Strategen Consulting). Pero las compañías eléctricas presentes en el país van tan rápido que ya han sobrepasado la cantidad de energía generada con fuentes renovables planteada para 2016, equivalente al 25%, y en algunos casos superando el 30% o el 40%. A este ritmo, ya en 2020, el Estado podría utilizar energía sostenible por el 50% de sus necesidades, superando el objetivo requerido del 33%, e incluso podría alcanzar el objetivo del 100% de energía generada por fuentes renovables antes de 2045, el año emblemático de la “misión cumplida”.

Eso supone un auténtico salto adelante… Fijémonos que en 2010 las fuentes renovables representaban el 15% del total, mientras que ahora representan el 29% del mix eléctrico, impulsadas sobre todo por las energías solar (52%) y eólica (29%), de acuerdo con el gestor de la red California ISO. Y, a todo esto, se añaden una reducción constante de las emisiones, que se persigue desde 2008, y una innovación tecnológica significativa. Efectivamente, el informe del Renewable Portfolio Standard pone de manifiesto que el precio medio para comprar energía al por mayor de una central solar ha pasado de 135,90 dólares por megavatio/hora en 2008 a 29 dólares por megavatio/hora en 2016, lo que supone una disminución del 77%. Lo mismo ha ocurrido con la energía eólica, donde el precio ha pasado de unos 97 dólares a menos de 51 dólares, lo que supone una baja del 47%.

 

Cleantech en el futuro de las empresas

Además, a California se la reconoce también como líder mundial de la tecnología limpia (“cleantech” en inglés), con empresas que están literalmente revolucionando la forma de producir, distribuir y guardar la energía. Las mismísimas Facebook, Google y Yahoo!, todas con sede en California, están poniendo en marcha una nueva fase de la ingeniería eléctrica y electrónica. Entre los programas que se llevan a cabo, cabe destacar el Cleantech Open que, desde 2005 hasta la fecha, sigue apoyando a unas mil empresas debutantes que se esfuerzan por encontrar soluciones sostenibles en el campo de la energía, el medio ambiente y la economía, recogiendo más de mil millones de dólares de financiaciones de inversores externos.

El corazón verde de California late en todas partes. Basta con dar un paseo por los salones de la California Academy of Science, el instituto de investigación y museo de historia natural de San Francisco, que Renzo Piano realizó cerca del Golden Gate Bridge, el museo más sostenible del mundo, que cuenta con 55.000 células fotovoltaicas multicristalinas, 50.000 metros cuadrados de tejado verde del cual brotan 1,7 millones de plantas autóctonas y acuarios alimentados con agua del océano. Y, sin alejarnos de San Francisco, ¿qué podemos decir del Levi’s Stadium de Santa Clara? La casa del equipo de fútbol americano de San Francisco 49ers cuenta con dos certificaciones energéticas LEED, miles de paneles solares y utiliza un 90% de productos sostenibles adquiridos a kilómetro 0. No por casualidad el equipo de San Francisco 49ers ha sido galardonado por el Office of Science and Technology Policy (OSTP) de la Casa Blanca por su compromiso en la lucha contra el cambio climático. Sin olvidar a Apple: el coloso de Cupertino anunció que todas sus estructuras en el mundo se alimentan con energía limpia al 100% y que 23 de sus proveedores son totalmente ecológicos.

Por último, aunque no menos importante, Barbie. Sí, precisamente ella, la muñeca más famosa del mundo, sentó las bases de la casa de sus sueños en Malibú. Realizar el proyecto costaría 3,5 millones de dólares: paneles solares en el tejado, un sistema de riego de bajo impacto medioambiental para las plantas, suelos de bambú, descargas ecológicas en los cuartos de baño, materiales a kilómetro 0 y electrodomésticos de clase A lo harían totalmente sostenible.

 

Protección del medioambiente: California dicta la ley de forma autónoma

El Estado de Oro quiere estar en primera línea en la revolución ecológica. Para hacer eso, no tiene miedo a desmarcarse de la idea de política energética de la presidencia Trump. En el pasado mes de mayo, California interpuso una querella contra el gobierno federal para reiterar su derecho de formular autónomamente sus propias normas de protección medioambiental. Un derecho que ya había ejercido en el pasado, por ejemplo en materia de automóviles, cuando decidió llevar el consumo de los coches estadounidenses de 5 km por litro en 1975 a los actuales 16 km, con la finalidad de alcanzar los 25 km por litro antes de 2030. A eso se añaden otras iniciativas, como tomar medidas drásticas contra los vehículos que no son de cero emisiones, con incentivos para la compra de vehículos eléctricos y de Electric Vehicle Supply Equipment, la apertura del California Independent Systems Operator (CAISO) y de los mercados de la energía distribuida.

El Green Building Standards Code de la California Energy Commission establece, además de la instalación de paneles solares, nuevos estándares para el aislamiento térmico de las viviendas, la obligación de utilizar fuentes luminosas de bajo consumo para todos los edificios no residenciales, la introducción de sistemas de enfriamiento por bomba de calor y el uso de baterías capaces de almacenar la energía eléctrica producida en exceso durante el día. En California, EGP ha firmado un acuerdo para abastecer a la sociedad Pacific Gas and Electric de tres baterías con iones de litio, con una capacidad total de 85 MW. Estas tres baterías acumularán energía en los momentos de mayor disponibilidad para luego insertarla en la red durante las fases de mayor demanda, contribuyendo así a la estabilidad del sistema eléctrico.

A todo ello, se añade la iniciativa “America’s Pledge”, dirigida por el gobernador del Estado de California, Jerry Brown, junto al antiguo alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y sostenida por más de 2.700 líderes americanos en representación de casi 159 millones de personas, lo que significan 6,2 trillones de dólares de PIB. Un equipo cada vez más grande y determinado a comprometerse con la reducción de los gases de efecto invernadero. Al echar un vistazo a las cuentas, parece que apostar por las energías renovables no debilita a la economía. Al contrario, entre 2000 y 2014, California redujo las emisiones nocivas en un 6,3% y su economía creció un 28,2%. Un resultado sorprendente para un Estado que, diez años atrás, se encontraba casi en bancarrota.