IA, la inteligencia que cambia los negocios

IA, la inteligencia que cambia los negocios

En la Cumbre de la Inteligencia Artificial de Londres, las empresas pusieron de manifiesto cómo el uso inteligente de los datos está transformando los modelos de negocios. Enel fue uno de los protagonistas, con la participación de Giuseppe Amoroso, Head of Digital Strategy and Governance

Hasta hace pocos años, todos hablaban de ella pero pocos la conocían. Ahora ya no es así. Actualmente, la inteligencia artificial está transformando muchos sectores, de la logística a las finanzas, de la energía a los seguros, y ella misma está cambiando, extendiéndose en varias direcciones, como la visión artificial y el aprendizaje profundo.

La inteligencia artificial surgió a mediados del siglo pasado como una disciplina académica y de nicho y durante muchos años permaneció relegada en el imaginario de la ciencia ficción. Después, en los últimos diez años se disparó: ya no se cuentan sus aplicaciones en la vida diaria, desde los asistentes de voz a los “chatbots”, mientras que en la industria está modificando los modelos de negocios y promete desarrollos que, hasta ayer, eran impensables. Ya no es el futuro, está ocurriendo ahora mismo, aunque a menudo no seamos conscientes de ello.

Lo confirma la cuarta edición del AI Summit de Londres, el evento europeo más importante dedicado a la inteligencia artificial, en una ciudad que cuenta con más de 700 empresas del sector. La cumbre, que se celebró en el ExCel Center durante la Tech Week de la capital británica reunió, en dos días (12-13 de junio), a más de 600 ponentes procedentes de varios sectores industriales, de grandes empresas y startups. Entre ellos Giuseppe Amoroso, Director de Digital Strategy and Governance de Enel.

 

El valor de los datos

Que la IA ya es una revolución es algo en que coinciden todos. En opinión de Michael Wignall, Director de Cloud and Enterprise de Microsoft, el 41% de los altos directivos piensan que en 5 años el modelo actual de negocios de sus empresas ya no existirá, pero el 51% de los mismos reconocen que todavía no han puesto en marcha una estrategia de IA. ¿Por qué? El problema son los datos y cómo utilizarlos: el punto de partida de toda reflexión sobre la inteligencia artificial.

Como explica Ritika Gunnar, VP, Data & AI Expert Labs & Learning de IBM Watson, “there is no AI without IA”, o sea, no se puede hablar de inteligencia artificial sin una arquitectura de la información, en resumen, una utilización ordenada de datos limpios. Según Gunnar, la “IA no es magia que lo cambia todo de un momento a otro”, pero sin embargo tiene el mismo alcance que la invención de la electricidad, que revolucionó el mundo en el siglo pasado. Más bien, “la IA es la nueva electricidad”, que extrae el valor de los datos a través de tres procesos fundamentales: predicción, automatización y optimización.

“Para una empresa, no utilizar los datos disponibles es como esconder el dinero debajo del colchón” explica acertadamente Josh Sutton, Consejero Delegado y Director General de Agorai. Además, porque alguien ya va muy rápido, como Nicola Mendelsohn, VP Europe Middle-East and Africa de Facebook, quien habla de una “próxima generación de experiencias” a través de la realidad aumentada.

 

IA: la inteligencia aumentada de Enel

Según el International Data Corporation, el 94% de las empresas opinan que la IA representa la clave de la ventaja competitiva. En el estrado de la cumbre de Londres se alternaron representantes de empresas nativas digitales (como Google y Facebook) y grupos industriales que se están transformando bajo el impulso de la revolución digital, como Enel. “Para nosotros, la transformación digital es un factor clave para la transición energética a lo largo de la entera cadena del valor”, comentó Amoroso en su discurso principal, ya que no solamente ayuda a descarbonizar las fuentes de generación, sino que hace más inteligente la forma de producir y distribuir la energía.

“En 2016, Enel definió su propia estrategia digital fundada en tres ejes: activos, personas y clientes”. Un programa amplio que planteó el desplazamiento de todas las aplicaciones a la nube, un proceso que se acaba de finalizar, como recordó hace algunos días Francesco Starace, Consejero Delegado y Director General de Enel, con motivo del Foro de San Petersburgo: a través de una plataforma global, ahora es posible reproducir las soluciones a nivel local, mejorando tanto su flexibilidad como su eficiencia. En opinión de Amoroso, la IA es una “inteligencia aumentada” que permite extraer el mayor valor posible de los datos, cuya disponibilidad ha aumentado de forma exponencial: en 2019 hemos producido veinte veces más datos que hace diez años”.

En Londres, el representante de Enel presentó algunos de los proyectos de inteligencia artificial de nuestro Grupo: DELFI (Discovering Energy Learning For Innovation), sobre las previsiones de las curvas de consumo de energía de los clientes a través de los 32 millones de “smart meters” que estamos instalando; AI@5RO, para incrementar la seguridad en los lugares de trabajo gracias a tecnologías de aprendizaje profundo y visión artificial; Omnichannel Experience Lab, para mejorar la relación con los clientes a través de “chatbots” y asistentes virtuales; AI for recruiting, que analiza una base de datos muy amplia (datos recopilados también a través de video entrevistas) para mejorar la eficacia de las entrevistas de trabajo.

Estos proyectos se pusieron en marcha gracias también al trabajo de las diez “Innovation Communities” (una de las que se dedica precisamente a la IA) que creó nuestra empresa, grupos de trabajo no jerárquicos y abiertos al exterior a través de los cuales Enel añade valor al ecosistema y ayuda a las Líneas de Negocio a desarrollar nuevas soluciones.

 

Cambiar la narrativa

Como el Brexit no tuvo lugar todavía, la cumbre de Londres se celebró mientras el Reino Unido se encuentra aún en Europa. En el nuevo programa para la transformación digital del Viejo Continente están previstas inversiones públicas para la IA por 2.500 millones de euros entre 2021 y 2027. Algunos recuerdan que el enfoque europeo es “human centric”, como demuestra también el reglamento sobre la protección de datos personales (GPDR), pero permite el flujo libre de datos no personales. Por lo que se refiere a las startups, Europa puede hacer más, teniendo en cuenta el modelo israelí. La expresión “inteligencia artificial” se asocia a menudo a la robótica, mientras que “la democratización de la IA es la mejor forma para desarrollar los negocios”, repiten más o menos todos.

En un panel dedicado a cómo ayudar la narración sobre la IA, se hace hincapié en el valor de la “explicabilidad” para “construir confianza”: siempre cabe explicar por qué se utilizan datos, qué datos se utilizan y que su finalidad es mejorar la calidad de vida, objetivo que hay que ilustrar con “ejemplos concretos”. Es esta la finalidad de una plataforma como AI for Good, con la cual Naciones Unidas promueve el diálogo sobre los efectos positivos de la IA sobre la vida humana a través del desarrollo de aplicaciones concretas. Muchas son las multinacionales que están comprometidas en este frente, como vimos en Londres, desde los proyectos de accesibilidad para ciegos, hasta la cura de enfermedades genéticas, la prevención y asistencia en caso de catástrofes naturales. En resumen, aplicando la inteligencia artificial al “big data”, se puede realmente contribuir a mejorar el mundo.

“Pero atención a no caer en el tópico: la IA no es un botón mágico, no es algo que se realiza en una noche, sino que requiere un trabajo muy duro sobre los datos y necesita pruebas continuas”, recomienda Kanishka Bhattacharya, Senior Director of Data Science & Analytics de la sociedad de asesoramiento Publicis Sapient. “A través de la inversión en el sector por parte de las empresas, la idea de las personas ya está cambiando”. La ciencia ficción se está convirtiendo en realidad y ya no le tenemos miedo.