Open Innovation, innovar no es suficiente

Open Innovation, innovar no es suficiente

Por primera vez en Italia la sexta edición de la World Open Innovation Conference. El coordinador de los trabajos fue el economista Henry Chesbrough, inventor del concepto que cambió la relación entre las empresas y la innovación.

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¿Por qué la tecnología crece a una velocidad exponencial mientras que la productividad es más lenta? El economista Henry Chesbrough abrió la sexta edición de la World Open Innovation Conference (WOIC, 12-13 de diciembre) describiendo una paradoja. La denominó “Exponential Paradox” y fue el punto de partida de su nuevo libro, Open Innovation Results, que fue presentado en la WOIC y que estará a la venta en 2020. Un volumen que llega veinte años después de otro libro del economista de la Universidad de Berkeley gracias al cual el enfoque hacia la innovación cambió en todo el mundo y, probablemente, para siempre.

 

Un paradigma exitoso

La Open Innovation o Innovación Abierta (OI, por sus siglas en inglés) es un paradigma consolidado. Enseña que, para hacer innovación, es necesario mirar hacia el exterior, abrir las puertas de las empresas, aprender a contaminarse. En un mundo en el que la tecnología es rápida y dominante, la solución más eficaz, en muchos casos, no es la de encerrarse en los departamentos de Investigación y Desarrollo. En la plataforma de LinkedIn más de 55.000 personas incluyeron en su perfil a la Innovación Abierta, la sigla OI ya es muy común entre los expertos y esta línea de investigación  ya ha llegado de las universidades estadounidenses a las asiáticas.

“Pero ahora tenemos que ser más ambiciosos, debemos mirar más allá y con mayor fuerza”, dijo Chesbrough durante la apertura de los trabajos de la conferencia que, por primera vez tuvo lugar en Italia, en las aulas de la Universidad LUISS, gracias también al compromiso de Enel, uno de los patrocinadores del evento. Nuestro Grupo ha puesto la innovación abierta en el centro de su propia estrategia y, hace unos días, recibió el Corporate Startup Stars Award, un premio por ser la empresa más activa en Innovación Abierta en Europa. “Somos vecinos de casa de Enel y compartimos los mismos valores, la misma apertura y vocación hacia la innovación”, dijo el rector de la Universidad LUISS, Andrea Prencipe, en el comienzo de la conferencia.

 

Las herramientas de un proceso

En su nuevo libro, Chesbrough representa la innovación con un triángulo cuyos lados son: generation (generación), dissemination (difusión) y absorption (absorción). No es suficiente producir innovación sino que es necesario empeñarse en difundirla dentro de las organizaciones y de la sociedad, trabajar para que se arraigue y se convierta en patrimonio común y que sus beneficios sean duraderos. Por ello, dentro de las empresas, nacieron los especialistas de OI y embajadores de OI que hacen cultura de la innovación. La Innovación Abierta todavía es un un trabajo en proceso. “La innovación no es lo que comenzamos, sino lo que concluimos”, explicó Chesbrough.

“Abrirse para afrontar los retos del negocio y de la sociedad”, fue el tema de la sexta edición que, naturalmente, aplicó el enfoque abierto a la conferencia misma, cruzando disciplinas y competencias diferentes, lanzando retos de negocios al mundo universitario y pidiendo a las empresas que dirijan la investigación hacia la innovación. Desafíos reales dirigidos a la comunidad reunida alrededor de la “casa” de la Innovación Abierta, el Garwood Center for Corporate Innovation de la Haas School of Business de la Universidad de California, en Berkeley.

Una comunidad que continúa investigando (130 proyectos presentados de los cuales fueron elegidos dos vencedores) y estimulando el encuentro entre las empresas, startups, centros de investigación, universidades. ¿De qué manera? Gracias a las herramientas que continúan evolucionando y que van desde las empresas conjuntas y call for ideas, pasando por redes de innovación, crowdsourcing y co-creation hasta llegar a los hackathon (maratones de hackers).

 

Sí a la innovación, pero abierta y compartida

Son munchas las empresas que contaron su experiencia en la WOIC. Para Salesforce, líder en soluciones de gestión de relación con los clientes, su reto fue utilizar OI para entrar en nuevos mercados difíciles como la India, mientras que Ericsson la usó para crear un ecosistema más amplio antes de la llegada del 5G. Gracias al programa Free electrons diez empresas de energía colaboraron entre sí junto con startups para realizar proyectos para la transición energética. La multinacional  farmacéutica Bayer, la primera empresa con un departamento de Investigación y Desarrollo, ha configurado su estrategia de Innovación Abierta donde se comparten laboratorios de investigación con estructuras sanitarias, mientras que Samsung ha lanzado un reto con el fin de lograr nuevos clientes gracias a la digitalización.

No menos importantes fueron los discursos de apertura con un enfoque más académico. Annabelle Gawer, directora del Surrey Center of Digital Economy, no se quedó atrás al explicar que “las grandes plataformas de Internet y la Innovación Abierta son primas”: esta es una de las razones de su éxito, aunque también hay muchos fracasos porque se procede por tentativos y errores.

Anita McGahan, docente de la Universidad de Toronto, recordó que es imprescindible conjugar la innovación con la sostenibilidad, por ejemplo, operando para la inclusión, la prevención de las enfermedades, la disminución de los riesgos por el cambio climático. Una manera de superar la paradoja de Chesbrough, conjugando innovación con sostenibilidad. Dos elementos que Enel ya ha acuñado en la palabra Innovability, como recordó el economista de Berkeley. Y que no tiene ninguna intención de separar.