Energía solar, Enel junto a Barefoot College en África

Energía solar, Enel junto a Barefoot College en África

Después de haber formado millares de mujeres en Sudamérica, la alianza entre Enel Green Power y Barefoot College se extiende hasta África donde además, se está creando un centro de formación para enseñar a instalar paneles solares.

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El sol siempre anuncia un nuevo comienzo. En otra época existían solamente velas, lámparas de queroseno y generadores diésel, que daban electricidad durante unas pocas horas al día. Y entonces llegó el momento en el que Luisa, Norma y Liliana encontraron el Barefoot College: seis meses en la India, una escuela que no parece una escuela, y el regreso a casa acompañadas por el sol. Y con el sol, el amanecer de una nueva vida.

Las llaman “solar mamas”, abuelas solares. Tienen entre 40 y 50 años, nunca han ido a la escuela y viven en aldeas remotas de la India, México o Perú. Ellas son la prueba viviente de que la maravillosa utopía del Barefoot College se ha hecho realidad. El fundador, Bunker Roy, de 73 años y formado en las escuelas de élite de la India, cuenta que se inspiró en Mahatma Gandhi. Su facultad para pobres” tiene muy en cuenta el perfil: únicamente mujeres, analfabetas o semianalfabetas, y solo de pequeñas comunidades rurales alejadas de la red eléctrica. Con su enfoque antiacadémico (marionetas, colores, lenguaje de signos) les enseña a utilizar la energía limpia para después transmitir todo lo aprendido a su comunidad de origen. Learning by doing: aprender haciendo. “Es la única facultad en la que no entregamos diplomas, el único diploma es lo que enseñaréis a vuestras comunidades”, explica Roy. Y añade: “Solamente aquí una mujer que no ha estudiado puede convertirse en ingeniera”.

Desde 1972, el proyecto de Barefoot College ha involucrado a 650.000 personas de 96 países y tres continentes. La alianza con Enel Green Power comenzó en 2012. Desde entonces, miles de mujeres han aprendido a montar y reparar kits solares en pequeñas aldeas de Chile, Perú, Ecuador, Colombia, México, Panamá, Guatemala y Brasil. Con el paso del tiempo el proyecto ha evolucionado, y desde el año pasado está presente también en África: gracias a Enel, cinco mujeres Masai de Kenia fueron a India para formarse. Nuestro Grupo está contribuyendo también en la construcción y equipamiento de un centro de formación en Tanzania. Una novedad absoluta para el proyecto, ya que hasta el día de hoy la formación se realizaba solamente en la tierra natal de Bunker Roy.

 

Empoderamiento de las mujeres

La educación de las mujeres es la clave de la alianza entre Enel y Barefoot College. “La diferencia respecto a la filantropía tradicional es precisamente ésta: se habrían podido donar los paneles solares a las aldeas, con el riesgo de crear con el tiempo verdaderos cementerios tecnológicos. En cambio, el objetivo es que las comunidades locales alcancen la autosuficiencia a través del empoderamiento femenino. Es por ello que se forma a mujeres adultas: esto garantiza que no se mudarán a las capitales o grandes ciudades y que volverán a su aldea”, explica Antonella Santilli, Head of Sustainability de Enel Green Power, responsable del proyecto de nuestro Grupo.

El saber se transmite de mujer a mujer y permanece en la comunidad. Una pequeña revolución. “Se van siendo abuelas, vuelven siendo tigres”, contó Roy en en un Ted Talk de hace unos años. Quizás sea por esto que en Caspana, en el desierto de Atacama, en Chile, el jefe de la aldea prohibió a las “abuelas solares” que habían regresado de India instalar los paneles. Una de ellas, Luisa, hizo algo más: para poder comercializar las hierbas aromáticas que producía, instaló kits solares de 3KW mucho más potentes que los de 40 vatios que había aprendido a instalar en India. Era una abuela, pero hoy es una pequeña emprendedora.

En Ollague, Chile, en una aldea de ex mineros situada en los Andes, en la frontera con Bolivia, dos “abuelas” formadas en el Barefoot College montaron incluso una instalación híbrida solar y eólica con baterías solares de litio. En Perú, sin embargo, gracias a Enel Green Power, las mujeres de una comunidad del sur del país viajaron 800 km hacia el norte para poder enseñar a instalar kits solares a las mujeres de una pequeña aldea de pescadores cerca de Lima.

En México, Norma Guerra dejó su aldea en la localidad de Cachimbo, en el estado de Oaxaca, para instalar paneles solares en los techos de las viviendas de otra pequeña aldea ubicada a 60 millas de distancia afectada por el terremoto.

Hasta el día de hoy, en el proyecto de Enel Green Power han participado 36 aldeas de ocho países de Sudamérica, haciendo llegar la energía eléctrica a más de 19.000 personas. La vida en las aldeas más remotas ha mejorado: gracias a la energía solar es posible estudiar también por la noche, ver la televisión, cargar el móvil y, en algunos casos, incluso conectarse a internet.

 

Las comunidades sostenibles

Garantizar el acceso universal a la energía producida de manera sostenible, segura y a un precio accesible, es el séptimo de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas (ONU), la estrella polar que guía la estrategia de sostenibilidad de Enel. El proyecto de Barefoot College lleva a cabo otros objetivos: igualdad de género (ODS5), educación de calidad (ODS4), trabajo digno y crecimiento económico (ODS8), ciudades y comunidades sostenibles (ODS11).

Enel ayuda a las abuelas hasta su llegada a la India (visados, pasaportes, transportes, etc.) y después dona los paneles solares y monitoriza el proyecto durante 5 años en colaboración con las ONG locales. En cada comunidad se crea un “comité solar” que analiza los costes de energía ahorrados por cada familia y crea un fondo que sirve para pagar a las “abuelas solares” (así como para el mantenimiento) y comprar piezas de repuesto. El objetivo es la sostenibilidad de la comunidad, su total autosuficiencia: la experiencia circula, los beneficios se multiplican y el proceso de acceso estable a una energía limpia se acelera. Y la vida de Luisa, Norma, Liliana y la de sus familias cambiará para siempre.