Competición e innovación son dos conceptos conectados y la historia de los deportes a motor es un testimonio concreto de ello. Desde los campeonatos de principios del siglo XX, la búsqueda del máximo rendimiento en términos de velocidad, frenado, adherencia, aerodinámica y fiabilidad ha convertido a estas competiciones en laboratorios de innovación y transferencia de tecnología: las soluciones aplicadas a los prototipos se convierten en tecnologías al servicio de todos. Por tanto, la competición es un motor de innovación y, hoy en día, la innovación debe estar al servicio de la sostenibilidad.
Este es el enfoque con el que apoyamos las principales competiciones de la nueva frontera de los deportes a motor: Extreme E - en las temporadas de 2021 a 2023 - y el Campeonato del Mundo FIM Enel MotoE™. Dos eventos que cuentan la historia de la velocidad silenciosa y limpia pero que, sobre todo, son laboratorios de innovación, porque la «E» de eléctrico anticipa el futuro de la movilidad: electrificada, respetuosa con el medioambiente, sostenible, evolucionada, al alcance de todos y siempre emocionante.