El coche del futuro es autónomo

El coche del futuro es autónomo

Los medios de transporte sin conductor reducen el tráfico, mejoran la seguridad y favorecen la movilidad eléctrica. Ya no es ciencia ficción: un informe del Foro Económico Mundial pone de manifiesto los principales proyectos en marcha

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En el siglo XIX, el término “automóvil” se refería a un “vehículo que se mueve solo”, es decir sin ser arrastrado por caballos. En realidad, ahora es cuando está por llegar el automóvil propiamente dicho, o sea, que se mueve de manera autónoma, sin necesidad de que un ser humano lo conduzca. Se le conoce como “vehículo autónomo” y, en opinión de muchos observadores, será protagonista de nuestro futuro.

Entre los estudios que se han dedicado a esta cuestión, uno de los más recientes e influyentes es el informe “Electric Vehicles for Smarter Cities: The Future of Energy and Mobility” del Foro Económico Mundial (World Economic Forum, WEF según su sigla en inglés).

De acuerdo con el informe, los vehículos autónomos pueden favorecer la penetración a gran escala de la movilidad eléctrica y aumentar sus ventajas en términos de sostenibilidad no solamente ambiental. Las ventajas podrán ser especialmente notables si su difusión es vinculada a otras innovaciones en el sector de la movilidad: las empresas de coches compartidos y las de mobility-as-a-service (movilidad como servicio o MaaS), que facilitan servicios de transporte integrado a través de suscripción.

Según el informe, de hecho, para alcanzar la movilidad realmente sostenible no basta con promover el uso privado de automóviles eléctricos, sino que hay que apostar por los vehículos que pasan más tiempo en las calles y recorren distancias mayores. En resumen, es más importante electrificar los kilómetros recorridos que aumentar el número de vehículos eléctricos.

En este contexto, el uso de vehículos autónomos podrá tener un impacto considerable, teniendo en cuenta su flexibilidad de uso, apropiada para el transporte de más personas y su posibilidad de recorrer largos trayectos en áreas urbanas, potencialmente 24 horas al día. Además, respecto a los vehículos eléctricos con conductor, los autónomos, especialmente si se utilizan como coches compartidos o con sistemas de movilidad como servicio, tienen la ventaja de poder recargarse según una programación establecida, para garantizar una mayor estabilidad y flexibilidad en la red eléctrica.

 

Un modelo de movilidad urbana diferente

De acuerdo con el informe del Foro Económico Mundial, el cambio será dirigido por los mecanismos del mercado. En 2030, el uso de vehículos autónomos en régimen de movilidad como servicio (MaaS) tendrá un coste de 24,8 centavos de dólar por kilómetro, frente los 43,5 centavos de los vehículos particulares de combustión, con un ahorro de más del 40%.

Por consiguiente, también cambiarán las elecciones de los consumidoresrevolucionando el modelo de movilidad urbana al que estamos acostumbrados. Las ciudades del futuro, donde circularán vehículos autónomos, serán más inteligentes y más limpias, con menos tráfico en las calles y menor necesidad de aparcamientos en zonas urbanas.

Según un estudio realizado por la Columbia University de Nueva York en Ann Arbor, ciudad universitaria de tamaño mediano en Michigan, bastarían 18 mil automóviles autónomos utilizados como coches compartidos para sustituir 120 mil coches particulares, con menor coste y mayor eficiencia.

Reducir el tráfico ciudadano no representa solamente una ventaja a largo plazo para el clima, sino también una a medio plazo para la contaminación atmosférica y, a corto plazo, para la calidad de vida de los ciudadanos, gracias a desplazamientos más rápidos y a una mayor seguridad vial.

 

Los proyectos de vanguardia

Podrían parecer escenarios de ciencia ficción, pero las tecnologías ya existen y se han puesto en marcha algunas experimentaciones prácticas sobre el terreno, realizadas en su mayoría en colaboración con fabricantes de automóviles y autoridades locales.

En 2018 el municipio de Rouen, en cooperación con la región de Normandía y la empresa Renault, ha lanzado un proyecto de mobility-as-a-service en las vías públicas. Equipado con 5 vehículos autónomos, en una primera fase se llevará a cabo con la supervisión humana a bordo, pero con la posibilidad de prescindir de ella una vez comprobada la seguridad de la tecnología y las normas reguladoras.

El ayuntamiento de Hamburgo, en colaboración con Volkswagen, está trabajando para promover los vehículos autónomos eléctricos y mejorar aún más el tráfico de la ciudad y la calidad del aire. El proyecto comprende el uso experimental de vehículos autónomos por parte de los ciudadanos.

En Estados Unidos, General Motors está desarrollando un servicio gratuito de vehículos autónomos disponible 24 horas al día y 7 días a la semana, de momento reservado a los empleados de la empresa. Mientras tanto California, en el marco de un programa de ensayo, ha comenzado a expedir permisos de conducir para experimentar los vehículos autónomos en la zona de Silicon Valley.

 

Lo que queda por hacer

Según el Foro Económico Mundial, iniciativas como estas se tendrían que promover también en otros Países, con normativas claras que permitan a las autoridades locales ponerlas en marcha. Eso es lo que pronto va a ocurrir en China, donde el gobierno ha anunciado que quiere desarrollar normas nacionales para la experimentación de vehículos sin conductor en las vías públicas.

Al mismo tiempo, es necesario investigar detenidamente el impacto que la llegada de los nuevos vehículos podrá tener en la planificación urbana y de infraestructuras (por ejemplo la distribución de las estaciones de recarga). Los vehículos autónomos se mueven solos, pero para colocarlos en las calles de nuestras ciudades hace falta todavía la intervención de la inteligencia humana.