E-movilidad, zoom sobre Italia

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Desde la A de Archimede Energia, que inventó la “maleta de la energía” con módulos de litio, a la Z de Zehus, una caja que contiene todo lo que hace falta para realizar una auténtica bicicleta eléctrica híbrida. En el medio, cien historias de excelencia para describir el sector italiano de la e-movilidad. Diseño, tecnología, medio ambiente.

Es ésta la aventura que dio origen al libro “100 Italian e-mobility stories”, realizado por Enel y Symbola, la fundación para la valorización de la calidad italiana, segunda fase de una colaboración que empezó hace un par de años con el informe sobre la economía verde.

“Italia es el país del talento, especialmente en el ámbito del diseño y el proceso de producción, y el sector de la movilidad eléctrica no es una excepción. Con esta recopilación de historias pretendemos celebrar la excelencia del ‘made in Italy’, pero también impulsar la difusión de los vehículos eléctricos” según explicó el Ceo di Enel Francesco Starace con ocasión de la presentación del libro.

Algo ha cambiado: también en Italia la movilidad eléctrica ya no es un mero segmento de mercado. Por supuesto, todavía estamos muy lejos del 25% de cuota de mercado de Noruega o del 10% de los Países Bajos, los dos países que, junto con China y Estados Unidos, representan el 70% de las ventas a nivel mundial, pero “las excelencias presentadas en este estudio suponen un estímulo para ir en la buena dirección y demuestran que a pesar de todo el País ha aceptado el desafío del coche eléctrico y la nueva era de la movilidad” se lee en la introducción del libro, descargable en la web de Symbola a través del código QR.

Las “e-mobility stories” italianas son todas para leer. Están la empresa emergente everyRide, la primera aplicación italiana que permite juntar todos los servicios de coche compartido y bici compartida existentes en las ciudades italianas, y Estrima, que lanzó Birò, ni coche ni scooter, el primer “personal commuter” de 4 ruedas todo eléctrico y con batería extraíble. Están también Fantic, la empresa que producía el mítico Caballero en los años Setenta, que se ha convertido hoy a la causa de la movilidad eléctrica, y e-Wheel, la rueda desarrollada por una empresa histórica como Ducati Energia en colaboración con el Mit de Boston, que transforma una bicicleta normal en una de pedaleo asistido. Y, además, las experiencias de empresas líderes como Brembo, Iveco, STMicroelectronics y marcas del Made in Italy como Zagato, que diseñó las curvas de Aston Martin, Lamborghini y Rolls-Royce y que en el nuevo siglo expone en el Salón de Frankfurt al lado de Tesla.

Un panorama animado, inusual, no homogéneo, con centros de excelencia absoluta, medianas empresas que exportan a todo el mundo, empresas emergentes innovadoras, ejemplos de “reconversión” inteligente, pero también con algunos puntos críticos.

Enel está comprometida en primera línea por la difusión del coche eléctrico. La empresa ya presentó una plataforma de dirección estratégica para la movilidad eléctrica en Italia y, a través del proyecto de colaboración europeo Eva+ llevará a cabo el primer sistema integrado para recargas rápidas en las autopistas. Además, es la primera empresa en el mundo en desarrollar, junto a Nissan, una tecnología llamada Vehicle to grid, que utiliza vehículos eléctricos para asegurar mayor eficiencia y estabilidad a la red de distribución, generando beneficios para sus propietarios.

La madurez de las tecnologías de almacenamiento de la electricidad, la difusión de las fuentes de energía limpia y las redes de distribución inteligentes, los nuevos estilos de vida y consumo y los objetivos establecidos en la Agenda de París están creando las condiciones para que la movilidad limpia llegue a ser protagonista absoluta del nuevo milenio. El Made in Italy va a dejar su huella.