Las ciudades invivibles: de Calvino a la sostenibilidad

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En el edificio de Naciones Unidas, algunas naciones parecen realmente unidas y acordes sobre un punto: “La sostenibilidad no es filantropía. Es una responsabilidad, y también un negocio, pero sobretodo es nuestra misma supervivencia”.

Es un tema fuerte y claro, que puso de manifiesto el viernes pasado la presidenta de Enel Patrizia Grieco en conclusión de la conferencia “Sustainable Energy for a better World”, que Enel organizó para compartir experiencias y opiniones sobre los últimos desarrollos y los planes futuros para realizar el sueño de un planeta más verde a través de la transición a las fuentes de energía renovable, pues sostenible.

Tres horas de intenso trabajo, sin pausas, en las que los representantes de diferentes naciones, reunidos en una sala del Palacio de Cristal en Nueva York, manifestaron su acuerdo en que el camino hacia la sostenibilidad global ya está trazado y que recorrerlo ya no es una opción, sino una obligación.

Entre éstos, el consejero delegado de Enel Francesco Starace, la presidenta de Enel Patrizia Grieco, el jefe de la nueva división Global E-Solutions Francesco Venturini, el consejero delegado de Fórmula E Alejandro Agag, el ministro de Energía de Chile (país que apuesta por producir el 70% de la energía de fuentes renovables antes de 2050) Andrés Rebolledo, la enviada especial del secretario de Naciones Unidas para la energía sostenible y consejera delegada de Sustainable Energy for All Rachel Kyte (SEforAll) además de los representantes permanentes en la ONU de Italia y Chile. En palabras de Lise Kingo, consejera delegada de UN Gl0bal Compact, todos ellos protagonistas de la “primera generación capaz de erradicar la pobreza y la última que puede detener el cambio climático”.

De acuerdo con Naciones Unidas, el camino de la sostenibilidad pasa por 17 puntos (los 17 objetivos de desarrollo sostenible - SDGs), una especie de “vía crucis” al revés (no por eso menos ardua) que al final no lleva a la muerte sino al renacimiento del planeta – un planeta nuevo, limpio, respetuoso del medioambiente y vivible para todos – y, en cierto sentido, de la raza humana.

Con respecto a esos 17 objetivos, Enel se comprometió especialmente para conseguir cuatro, para “construir alrededor del término ‘sostenibilidad’ un auténtico sistema”, según dijo Starace. “Nuestra empresa quiere contribuir a facilitar el acceso a la energía a unas mil millones de personas que todavía no lo tienen. Nuestra finalidad – añadió – es llevar la electricidad a tres millones de personas antes de 2020, y ya hemos alcanzado 1,2 millones. Planteamos además conseguir la descarbonización completa de la empresa antes de 2050y éste también es un objetivo que podríamos lograr antes del plazo establecido. Por último, queremos llevar la educación a los que no la tienen, porque sin educación es imposible el desarrollo de la sociedad, y crear las condiciones para acceder a empleos sostenibles.”

Un plan que lleva a Rachel Kyte a definir a Enel como “el ejemplo extraordinario de una gigantesca empresa energética que se está reinventando, un ejemplo que muchos tendrían que seguir”.

Otro problema clave que hay que abordar cuanto antes es la urbanización del planeta, en muy rápida expansión: se considera que en un futuro próximo, un habitante de la Tierra de cada tres vivirá en una ciudad. “Ya hoy – comentó Lise Kingo – mil millones de seres humanos viven en barrios chabolistas en la periferia de una ciudad. En los barrios donde se agolpan los más desfavorecidos los problemas llegan al extremo, y eso sólo podrá empeorar. Es sumamente importante transformar las ciudades, hacerlas acogedoras, resilientes y sostenibles.” Sobre este tema habló también otro ponente, el alcalde de Florencia Dario Nardella, convencido de la importancia de la cooperación entre el sector público y privado para la promoción de una movilidad urbana cada vez más sostenible.

Al llamamiento de Kingo, Starace respondió asegurándole que Enel ya cuenta con la capacidad de encontrar soluciones que potencialmente pueden mejorar radicalmente la calidad de la vida en las metrópolis. “Como escribió Italo Calvino en “Las ciudades invisibles”, dijo el consejero delegado de Enel, ‘de una ciudad no disfrutas las 7 o 77 maravillas, sino la respuesta que da a una pregunta tuya’. Hoy son las ciudades que nos plantean preguntas difíciles, pero también hay muchísimas respuestas que nosotros podemos darles.”