Tres años decisivos para Enel y para la transición energética

A word from Francesco Starace

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No existen momentos sencillos para quien opera en un sector tan complejo, globalizado y estratégico como el de la energía. Pero el Plan estratégico de Enel 2023-2025, que presentamos a la comunidad financiera en noviembre durante el Capital Markets Day, nace en un momento que no tiene precedentes pues, contemporáneamente, se cruzan desafíos y oportunidades totalmente nuevos.

A partir de 2020, la economía mundial conoció dos fenómenos inesperados, con particulares repercusiones incluso en nuestro sector: la pandemia y la guerra en Ucrania. La primera, frenó el crecimiento mundial, el mercado financiero y las inversiones, dando origen a una significativa caída de la demanda de energía. La segunda, puso en duda la seguridad energética de Europa y de todo el mundo, en el momento en que las economías mundiales daban señales de reactivación. Además, este complejo panorama socioeconómico fue dominado por la inflación y por fenómenos meteorológicos extremos que nos recordaron la urgencia de afrontar el calentamiento global. La consecuencia de todo esto fue el aumento en los costes de los combustibles fósiles y su fuerte repercusión en los precios para el consumidor y en el presupuesto de las familias y de las empresas.

 

Proteger el sector energético de la volatilidad

Dentro de este escenario, hemos planificado el próximo trienio de actividades teniendo en cuenta lo que ha sucedido y lo que podría suceder durante este complejo periodo histórico. En los últimos meses, una de las variables más importantes, la volatilidad, influyó en los precios de las materias primas, en los impuestos de cambio y de interés y en los índices de la bolsa. De hecho, cuando la disponibilidad y el precio de la energía se volatilizan, los sectores productivos y los segmentos más débiles de la sociedad pueden sufrir rápidamente las consecuencias, con un efecto dominó incontrolable. Nuestra tarea es la de proteger de la volatilidad a nuestros clientes, a nuestros accionistas y a todos los stakeholders

Para cumplirla, consideramos que la electrificación sostenible es el mejor camino para superar la volatilidad y garantizar un suministro de energía estable, predecible y con precios accesibles. Esto permite conservar la salud del planeta y los estándares de vida de las próximas generaciones reduciendo, al mismo tiempo, las tensiones geopolíticas. Todo esto significa ampliar el uso de la energía producida por fuentes renovables también a los sectores que, hasta ahora, dependían casi totalmente de los combustibles fósiles, como el transporte y la calefacción doméstica. Estamos convencidos de que el resultado de esta crisis será la aceleración de este proceso virtuoso.

Desde hace por lo menos dos décadas, Enel apostó a las fuentes renovables, especialmente la solar y la eólica, hasta convertirse en el mayor operador privado del sector a nivel mundial. En los próximos años, aumentaremos aún más la capacidad instalada, pasando de los actuales 54 GW a 75 GW para 2025, con el objetivo de producir el 75 % de la electricidad a partir de fuentes renovables. Esto nos permitirá alcanzar el objetivo de producir toda nuestra energía eléctrica a partir de fuentes renovables y sin emisiones de CO2 para 2040.

Al mismo tiempo, el crecimiento de las renovables debe estar acompañado por la digitalización del sistema eléctrico, indispensable en un nuevo mundo donde las diferencias entre productores y consumidores de energía son cada vez menos evidentes, y donde la oferta y la demanda se deben monitorizar y gestionar constantemente para garantizar la eficiencia energética y evitar interrupciones en la red. En los próximos tres años, apostamos a digitalizar alrededor del 80 % de nuestros clientes y a invertir cerca de 15 000 millones de euros en redes de nueva generación.

El último año nos dejó claro que la dependencia energética es peligrosa, pero son numerosas las formas de dependencia. Sería una paradoja si, después de haber logrado la independencia de las fuentes fósiles, tuviéramos que depender de otros para acceder a tecnologías clave. Por ello, hemos previsto incluso invertir para que la producción de paneles fotovoltaicos sea europea, especialmente con la Gigafactory 3SUN en Sicilia, cuya capacidad productiva aumentará 15 veces más con respecto a los valores actuales, llegando a 3000 MW anuales en 2024.

 

Reposicionarse para seguir creciendo

Si la transición energética está en el centro de nuestra estrategia, tenemos que considerar que no todos los países proceden con el mismo ritmo. Algunos países invierten más que otros en renovables y digitalización. Algunos ofrecen un marco normativo más favorable para integrar generación, distribución y suministro de servicios, que es lo que en Enel sabemos hacer mejor. Por esta razón, y sin renunciar a nuestro ADN como empresa global, en los próximos años nos concentraremos en los que consideramos nuestros mercados core: Italia, España, Estados Unidos, Brasil, Chile y Colombia.

 

El recurso más importante

Estamos convencidos de que esta estrategia puede ofrecer estabilidad, certeza y valor –en el sentido más amplio de los términos– en varios niveles: para nuestros clientes, porque en los próximos 3 años verán progresivamente la reducción de hasta un 20 % de su gasto energético doméstico; para nuestros accionistas, porque prevemos un aumento del dividendo a 0,43 euros en el período 2023-2025 con respecto al 0,40 euros del 2022; y para toda la sociedad, porque calculamos que nuestras inversiones contribuirán, en los países donde operamos, a un aumento total del Producto Interno Bruto de casi 70 000 millones de euros para 2025.

El último mensaje, pero no menos importante, está relacionado con las personas. Enel tiene la suerte de contar con un extraordinario grupo de profesionales que, desde 2020 en adelante, ha podido superar situaciones impredecibles y difíciles. Sobre todo, es gracias a ellos que podemos mirar al futuro con confianza. No podemos evitar nuevas turbulencias, pero sabemos que tenemos personas capaces de afrontarlas. De todos los activos de una empresa, este es el más importante.