Energías renovables: Italia es protagonista

Energías renovables: Italia es protagonista

Impulsada por Enel, Italia desempeña un papel protagonista en el nuevo escenario energético mundial. A este tema fue dedicado el evento celebrado en el Auditórium Enel, que abrieron nuestro Consejero Delegado Francesco Starace y el Presidente del Gobierno italiano Paolo Gentiloni

Ya no las llaméis “energías alternativas”. Las energías renovables han salido ya de su nicho y se han vuelto mayoritarias, convenientes para el medioambiente, los consumidores, los inversores y las empresas. Una trayectoria que Enel ya había vislumbrado hace años y que hoy le permite mirar hacia el futuro con la lucidez del pionero, de quien descubrió antes lo que los otros han comprendido después.

E Italia, ¿puede desempeñar un papel protagonista en el nuevo escenario energético mundial? ¿Puede un Grupo global como el nuestro impulsar al país donde nació, donde tiene su cuartel general y donde planea volver a invertir en energías renovables?

A estas preguntas intentó responder el evento organizado por Enel y dedicado al tema “Italia y las energías renovables”, que se celebró el 5 de diciembre en nuestro Auditórium.

 

El presente, no el futuro

Un encuentro de alto nivel, abierto por el Consejero Delegado y Director General de Enel Francesco Starace y el Presidente del Gobierno italiano Paolo Gentiloni, y que vio la participación de expertos, think tanks y empresas del sector tanto italianas como internacionales.

“Hoy las energías renovables ya no representan una revolución, sino una auténtica evolución, ya que se han vuelto competitivas, con costes de generación en rápido descenso” comentó en su introducción Francesco Starace.

Una tendencia mundial, acompañada por un aumento exponencial de las inversiones: se calcula que, ya en 2040, el 40 por ciento de la generación de energía eléctrica procederá de fuentes no convencionales.

Un boom que hace de Enel Green Power, la sociedad de nuestro Grupo para la producción de energía de fuentes renovables, “la principal empresa mundial del sector: ya el año pasado superó el umbral de los 2 GWs de nueva capacidad instalada y este año superará los 2,5 GWs”.

Un liderazgo tecnológico e industrial italiano al que acompaña, gracias a nuestro Grupo, otra excelencia 100 por 100 italiana: la digitalización de la red eléctrica, condición necesaria para seguir aprovechando la competitividad de las energías renovables. El Plan Estratégico de Enel 2018-2020 prevé una inversión de 5.300 millones de euros en los próximos tres años en la digitalización de activos, actividades y procesos y en la mejora de la conectividad del Grupo.

En definitiva, por lo que se refiere a las energías limpias, “Italia cuenta con muchas bazas que jugarse”, concluyó nuestro Consejero Delegado. Las energías renovables como una oportunidad para el presente, aquí y ahora.

“Una elección importante tanto para el futuro como para el presente”, en palabras del Presidente Gentiloni. Porque “la inversión en energía limpia no es una obra de caridad, sino un extraordinario factor de competitividad de nuestros sistemas económicos. Por eso hay que destacar la importante contribución italiana a la transición mundial”.

El Presidente Gentiloni citó el último informe sobre las tendencias globales de Unep (el Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente), según el cual la capacidad instalada de energías renovables aumentó un 8% en el último año mientras que el costo por megavatio cayó más del 10% en el mismo periodo. Cifras que “desmienten muchos prejuicios”, y especialmente la idea de que “la transición era una operación fundada en incentivos públicos”. Hoy “la realidad se ha adelantado a la idea de inviabilidad económica: estamos hablando de fuentes extremadamente competitivas”. Por lo tanto, Italia tiene que trabajar con decisión en esta dirección.

Fue inevitable una referencia a la SEN 2017, Strategia Energetica Nazionale (Estrategia Eléctrica Nacional) que el Gobierno italiano aprobó hace tan solo unas semanas. De acuerdo con el presidente del Gobierno, los objetivos “retadores y ambiciosos” que establece la SEN pueden hacer de Italia “un punto de referencia para Europa”, una “apuesta importante” que supone 175 mil millones de inversiones en un sector en el que “Italia ya tiene mejores resultados que otros países europeos como Francia o Alemania”. El objetivo es aumentar aún más la competitividad del sistema italiano. “Viajando de América Latina a África pude comprender lo importante que es la contribución de Italia en todo el mundo por lo que se refiere a las energías renovables” concluyó Gentiloni.

 

El saber hacer italiano en el mundo

Una contribución italiana a la que corresponde la inversión de EGP. “Nosotros exportamos el saber hacer italiano y ahora queremos traer de nuevo aquí un poco de esta innovación - comentó Antonio Cammisecra, Administrador Delegado de Enel Green Power, que se puede definir como “un ecosistema abierto y diversificado”. Porque “hace falta ser rápidos y tecnológicamente avanzados para ganar una licitación en un concurso público en México, en Estados Unidos y dentro de poco también en Italia”. La tecnología es el factor fundamental.

La nueva frontera es el almacenaje de las energías de fuentes limpias, concretamente fuentes eólicas y fotovoltaicas. “Cuando logremos hacerlo, el paradigma volverá a cambiar”, comentó Lucia Bormida, vicepresidente de Elettricità Futura, la principal asociación italiana del sector eléctrico. Estados Unidos y China ya están invirtiendo en esta nueva frontera. ¿Y Europa? ¿Sería viable un proyecto europeo según el modelo de Airbus? “Sí, lo es, e Italia incluso podría albergar una gigafábrica europea”, añadió Cammisecra.

Diapositiva tras diapositiva, les correspondió a Paolo Frankl, Jefe de la División de Energías Renovables de IEA (International Energy Agency – Agencia Internacional de la Energía), y a Thomas Rowlands-Rees, Analista Senior de Bloomberg New Energy Finance, la tarea de comentar el avance de las energías renovables en el mundo. Frankl habló de “una progresión inimaginable hasta hace tan solo 5 años” y de una bajada continua de los precios de las subastas, con China e India que impulsan la demanda mundial. Antes del 2022 la capacidad de generación de fuentes renovables aumentará en un 43%, con un ritmo formidable: en cinco años se producirá la mitad de la energía que se produce hoy con el carbón, que sin embargo lleva 80 años de historia a sus espaldas. El año 2016 estableció un récord en el crecimiento de la energía producida de fuentes renovables, las cuales cubrieron, a escala global, dos terceras partes de la nueva capacidad de generación. La energía fotovoltaica también sobrepasó por primera vez el crecimiento del carbón y se convirtió en el recurso energético con el desarrollo más rápido del mundo. “Ahora tenemos que centrarnos en las políticas, para impulsar el uso de las energías renovables en los sistemas de calentamiento y refrigeración, y en el transporte” añadió Frankl.

Rowlands-Rees confirmó esos datos (en 2040 energía fotovoltaica y eólica producirán dos terceras partes de la capacidad instalada en el mundo) y opinó que “la primacía de Italia por lo que se refiere a la energía solar hizo escuela”. En las energías renovables las empresas italianas producen innovación y las actividades económicas derivadas – también gracias a Enel – están creciendo. “Las empresas van más adelantadas que la política”, explicó Gianni Silvestrini, director científico de Kyoto Club.

Algunos proponen modernizar lo existente para aumentar un 50% la producción reduciendo el consumo de suelo, y otros desean inversiones en el desarrollo de la energía fotovoltaica terrestre, por ejemplo aprovechando los cuarteles en desuso. Todos piden un cuadro normativo estable, transparente y sostenible para que las energías renovables puedan desarrollarse en un contexto competitivo.

“La SEN 2017 es tanto un punto de partida como un punto de referencia. Ahora Enel tiene que trabajar para que todo eso pueda ocurrir – finalizó Carlo Tamburi, Director de Enel Italia – Nuestro Grupo puede aspirar a liderar el sistema de nuestro país, lo que ya está haciendo”. La transición a un sistema energético basado en fuentes verdes “es inevitable tanto del punto de vista tecnológico como industrial”. Con vistas al objetivo de la descarbonización completa antes de 2050, producir energía renovable “es bueno para el medioambiente, para los ciudadanos consumidores, porque las facturas tendrían que ser más baratas favoreciendo así la electrificación de los consumos en varios sectores y, por supuesto, es bueno para la empresa”.