La estrategia del Grupo Enel en el centro de la Semana de la Sostenibilidad en ocasión de la Asamblea General de las Naciones Unidas

La estrategia del Grupo Enel en el centro de la Semana de la Sostenibilidad en ocasión de la Asamblea General de las Naciones Unidas

En ocasión de la Asamblea General de la ONU, se celebró en Nueva York una semana de debates con el fin de encontrar las soluciones más eficaces para acelerar la transición energética y combatir la emergencia climática. El consejero delegado y director general de Enel, Francesco Starace, recordó el compromiso del Grupo de triplicar la capacidad renovable para 2030 y de alcanzar la descarbonización total para 2040.

Identificar soluciones eficaces y rápidas para mitigar los efectos del cambio climático y para hacer despegar a las energías renovables. Este es el mensaje lanzado por la Semana de la Sostenibilidad a los líderes del mundo reunidos en Nueva York con motivo de la septuagésima séptima Asamblea General de las Naciones Unidas y, paralelamente, a los representantes de las empresas que participaron en el Foro del Sector Privado del Pacto Mundial de la ONU y en la semana de encuentros y debates sobre la emergencia climática.

Un mensaje que se vuelve cada vez más urgente a la luz de la situación geopolítica global y de la crisis energética en curso, y que entra dentro del modelo del plan estructurado en cinco puntos que el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, presentó el pasado mes de mayo para crear las condiciones que permitan triplicar las inversiones públicas y privadas en el sector de las energías renovables.

El compromiso del Grupo Enel se pone de manifiesto en los objetivos de descarbonización y en las inversiones anunciadas en el plan estratégico del pasado mes de noviembre, que el consejero delegado y director general Francesco Starace –en Estados Unidos junto con una delegación de la alta dirección del Grupo– puso de manifiesto en sus numerosos compromisos en Nueva York, como el Foro del Sector Privado, una reunión con el secretario general Guterres y un selecto grupo de directores ejecutivos de empresas líderes del Pacto Mundial, y una visita a la Bolsa de Nueva York en Wall Street.

 

Un futuro que ya es presente

«Sin energías renovables no hay futuro», había dicho el secretario general de las Naciones Unidas en mayo, al presentar el plan estructurado en cinco puntos. «Sin energías renovables, no hay presente ni futuro», añadió Francesco Starace durante su intervención en el panel de debate del Foro del Sector Privado dedicado a la financiación y a las inversiones necesarias para las energías renovables y el desarrollo sostenible. «Porque las energías renovables son el presente y el futuro de la generación y nuestros compromisos son claros: fomentar su crecimiento y sustituir la generación termoeléctrica allí donde todavía funciona», prosiguió Starace, que también preside Sustainable Energy for All (Energía Sostenible para Todos). Nuestro objetivo es triplicar nuestra capacidad renovable para 2030 con respecto a 2020, hasta alcanzar un total de 154 GW».

Este crecimiento se enmarca en el plan estratégico más amplio del Grupo, presentado el pasado mes de noviembre, que establece compromisos y objetivos precisos: abandonar la generación con carbón para 2027, la generación con gas para 2040 y, para ese mismo año, abandonar la venta minorista de gas y ofrecer a los clientes solo electricidad generada íntegramente a partir de fuentes renovables. Etapas de una estrategia hacia el compromiso más ambicioso: adelantar diez años el objetivo y lograr la descarbonización total de la actividad (Cero Emisiones) para 2040, tanto para las emisiones directas como para las indirectas.

«Paralelamente al crecimiento de las energías renovables, crece la electrificación del consumo», continúa Starace, «se incrementan los clientes y muchas otras cosas. Y, al mismo tiempo, se reducen las emisiones. Nuestro objetivo es que, mientras todo crece, la huella de carbono de nuestras actividades disminuya. En la actualidad, ya hemos llegado a un punto en el que las emisiones de Alcance 1 de nuestras centrales eléctricas son inferiores a las emitidas por todos nuestros proveedores: estamos trabajando con ellos para ayudarles a reducir sus emisiones.

 

Energías renovables, redes y electrificación de los consumos

Durante la Semana de la Sostenibilidad, Alberto De Paoli, director financiero del Grupo, participó en los trabajos de la Coalición de Directores Financieros del Pacto Mundial, enfocados en las acciones necesarias para garantizar que las inversiones privadas contribuyan a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

«Tenemos una visión muy clara de cómo realizar la transición energética. Tanto en términos de costes y beneficios a lo largo de toda la cadena de valor como en términos de sostenibilidad, el único camino es generar electricidad a través de fuentes renovables, digitalizar las redes y electrificar el consumo».

Una opinión reforzada por Starace, una vez más durante la sesión del Foro del Sector Privado: «Las energías renovables y las redes son inversiones que deben ser de igual magnitud y proceder en paralelo para apoyar el crecimiento sostenible».

 

Una transición justa, que genere oportunidades para todos

«Las inversiones en opciones empresariales sostenibles y en desarrollo sostenible deben convertirse en la norma, porque añaden valor al valor», subrayó Alberto De Paoli. Un valor que se traduce en beneficios para los consumidores que eligen la senda de la electrificación y en una transición justa que, por un lado, aporta «un balance ampliamente positivo de puestos de trabajo entre los que se pierden en el sector de los combustibles fósiles y los que se crean con la transición a la generación renovable», según Roberto Deambrogio, director de comunicación del Grupo Enel. «Pero, por otro lado, también se traduce en ayudar a vivir mejor a las personas más desfavorecidas y a las poblaciones que más sufren la actual crisis energética».

Estos temas son cruciales para el Grupo Enel y constituyen la base del Plan de Sostenibilidad, complementario a las inversiones del plan estratégico. Un compromiso con una transición justa e inclusiva que combine el crecimiento económico y la inclusión social.

 

El rol de la Transformational Governance

Por tanto, la sostenibilidad medioambiental y social son la base de la inversión. Y la gobernanza. «El sector privado de las Naciones Unidas ha trabajado mucho en el frente de las finanzas sostenibles, pero ha llegado el momento de prestar más atención a la letra G del acrónimo ESG (Environmental, Social and Governance)», explica Giulio Fazio, General Counsel del Grupo Enel. En Nueva York, el Sr. Fazio abrió el debate sobre la nueva iniciativa del Pacto Mundial relativa a la gobernanza transformadora, cuyo objetivo es ampliar el papel de las profesiones jurídicas en materia de sostenibilidad para orientar las decisiones empresariales. 

«Para alcanzar las metas del ODS 16 –paz, justicia e instituciones sólidas– es necesario replantear los modelos tradicionales de gobernanza a la luz de las responsabilidades de las empresas hacia un amplio abanico de stakeholders: clientes, trabajadores, comunidades locales, proveedores, socios, el mundo financiero, el propio planeta. Dadas las múltiples crisis a las que se enfrenta el mundo, sin duda es el momento de actuar y ocuparse de los aspectos de valor de la gobernanza».   

 

Es posible acelerar, pero se necesita un cambio de mentalidad

Los eventos de esta semana en Nueva York han planteado importantes cuestiones sobre el crecimiento de las energías renovables, sobre la urgencia de reducir las emisiones y sobre la necesidad de una transición justa, y la estrategia del Grupo Enel ha ofrecido respuestas concretas, con plazos y compromisos claros.

Por tanto, la aceleración es posible y no faltan inversiones en este sentido. A nivel mundial, para lograr los resultados que persigue el plan del secretario general de la ONU, todavía hay un obstáculo que superar, señaló Francesco Starace en el debate del Foro del Sector Privado: «Hubo un tiempo en que las renovables se llamaban “energías alternativas”, mientras que hoy son la columna vertebral de la generación de energía y lo serán durante toda esta década, que será la década de la electrificación. Sin embargo, sigue siendo necesario cambiar la narrativa sobre las energías renovables desde el mundo financiero: de verlas como recién llegadas y prometedoras a verlas como una oportunidad de inversión sólida y confiable. El único límite a su crecimiento no es la inversión, sino la capacidad de atraerlas».

Esta capacidad debe desarrollarse lo más rápidamente posible, porque las energías renovables no solo son, junto con la electrificación, el principal instrumento de la transición energética, sino también la base de un crecimiento económico y financiero sostenible.