Enel apuesta por los derivados climáticos: Machetti en "MF"

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En el balance de 2017 corresponden a unos 90 millones de euros, pero su valor está destinado a aumentar aún más en el futuro. Enel ha decidido apostar por los derivados climáticos, las coberturas sobre las condiciones meteorológicas que influyen en la producción de energía. Destacando su potencial, lo anuncia a MF-Milano Finanza, el responsable de Global Trading del Grupo, Claudio Machetti. Aunque por el momento estén poco difundidos en Europa, de acuerdo con algunos estudios recientes, en un futuro no muy lejano, cada vez más empresas recurrirán a estos instrumentos financieros. Y en cuanto eso se produzca, a Enel no la cogerá desprevenida: “Con el tiempo hemos ido acumulando experiencia importante en la gestión de este riesgo dentro de una cartera cada vez más diversificada e integrada. Sin embargo, hace solamente dos años que el desarrollo de los derivados climáticos nos ha permitido empezar a ampliar estas actividades de cobertura maduradas en el contexto de los productos básicos para atenuar los efectos de la volatilidad de los elementos meteorológicos en nuestros márgenes esperados”.

Su funcionamiento es igual al de los derivados financieros tradicionales, pero los derivados climáticos estabilizan los resultados de una empresa en base a factores meteorológicos como la lluvia, la nieve y el viento, en lugar de los tipos de cambio, tipos de interés o precios de las materias primas. De la misma manera son tratados en los índices especializados como el CME (Chicago Mercantile Exchange), el primero en cotizar esta categoría de derivados. En opinión de Claudio Machetti, Enel empezó a estudiar el impacto de la temperatura sobre el consumo, para después pasar a las necesidades de la generación renovable que, por definición, es la que más está expuesta a las variables climáticas: “Basta con pensar en una planta fotovoltaica, una luz solar que no irradia suficientemente un panel debido a las nubes supone una pérdida de ingresos para los productores de energías ecológicas y, si consideramos que estos fenómenos se producen de forma constante y a gran escala, es fácil comprender que las cifras en juego pueden estar valoradas en millones de euros”.

Sin embargo, en el panorama actual en el que se movilizan todos los años 15 mil millones de dólares de derivados climáticos en todo el mundo, tan solo 3 mil millones se refieren a empresas europeas: “Y sin embargo el objetivo potencial es muy amplio. Pensamos en los partidarios de las energías renovables, pero también en los clientes industriales y los comercios: pensemos en una empresa vinícola y cómo una mala temporada puede echar a perder su cosecha, o en las estaciones de esquí y en lo que les sucede cuando no hay nieve durante semanas, o llueve constantemente, o también en cómo puede cambiar la situación de un balneario con una temporada de sol y una de constantes lluvias”.

Además de promover su utilización produciendo “valor compartido para nosotros y todas aquellas empresas que hasta ayer no conocían el potencial de estos productos o que sencillamente no habían tenido la posibilidad de aprovecharlos”, Enel está intentando llevar a cabo una gestión cada vez más precisa del riesgo climático en las diferentes áreas de negocio y una estructuración de productos adecuada a las necesidades del cliente: Claudio Machetti adelanta que también se fijan en la “definición de nuevos instrumentos meteorológicos avanzados, dirigida a las previsiones climáticas y a la explotación de sus beneficios potenciales en actividades industriales, sector en el que también nos han sido adjudicados unos fondos europeos en el marco del programa ‘Horizon 2020’, en colaboración con instituciones académicas y meteorológicas de reconocida importancia nacional e internacional”.

En Italia y España, ya se han concluido los primeros contratos de cobertura para proteger la cartera del riesgo de una reducción del consumo debido a temperaturas demasiado suaves en invierno y verano. Ahora Enel se enfoca en Estados Unidos y Chile, con productos de cobertura para plantas de producción expuestas a riesgo de sequía. “Poco a poco llegaremos a un despliegue completo a nivel global”, comenta Claudio Machetti a MF, al reiterar que estos productos pueden traer beneficios no solamente para las grandes compañías de servicios capaces de hacer compensaciones internas con sus riesgos también meteorológicos, sino que a todas las demás actividades industriales. Hoy en día, en Italia Enel es la única empresa que forma parte de Wrma (Weather risk management association), que promueve un meeting europeo sobre los derivados climáticos que tendrá lugar en Roma del 10 al 12 de octubre.