Melilla Second Life, baterías recicladas para el almacenamiento

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El reciclaje es el principio fundamental de la economía circular y cuando se aplica a las baterías eléctricas se puede hablar de “energía circular”. Un ejemplo de esto es el proyecto pionero de baterías Second Life (Segunda vida), proyectado por el Grupo Enel para Melilla y seleccionado como “member initiative” por el World Economic Forum (WEF), en ocasión del encuentro anual programado del 22 al 25 de enero en Davos (Suiza).

El proyecto, desarrollado por Enel en colaboración con Nissan, utiliza tecnologías avanzadas, pero su idea básica es simple: una vez que acaban su vida útil en los vehículos, las baterías para coches eléctricos del modelo Nissan LEAF son recicladas y montadas en una gran instalación fija de almacenamiento (es decir, de acumulación de electricidad), incorporada en la planta convencional de Melilla. Así, se evitan las interrupciones de carga y se mejora la fiabilidad de la red, con el fin de garantizar su continuidad a las poblaciones locales.

Melilla, en la costa africana, es junto a Ceuta, una de las dos ciudades autónomas españolas. Tiene casi 90.000 habitantes y está abastecida por una red eléctrica local, alimentada a su vez por una central térmica y aislada de la red de distribución nacional, casi como una isla. Por lo tanto, también en Melilla, el abastecimiento eléctrico puede ser reforzado por un sistema de almacenamiento como sucede en las islas: una exigencia a la que precisamente Enel ha respondido, por ejemplo, en la isla de Ventotene (Italia), con un almacenamiento de 300 kW incorporados en la central eléctrica local.

En Melilla, la solución ideada por Enel Global Thermal Generation planea reutilizar y conectar entre sí más de 90 baterías de coches eléctricos, con un total de potencia disponible que llega a los 4 MW, con una energía máxima acumulada de 1,7 MWh.

La instalación cuenta con las autorizaciones necesarias y se pondrá en marcha en verano. Una vez en funcionamiento, afianzará la seguridad energética de la ciudad, valorizando los recursos constituidos por las baterías usadas: un caso ejemplar de energía circular en el que la innovación tecnológica se pone al servicio de la calidad de vida de los ciudadanos.

La iniciativa se engloba en el cuadro más amplio de los numerosos proyectos de almacenamiento puestos en marcha por el Grupo Enel. Otras instalaciones “on-plant”, es decir, integradas a una central de generación eléctrica (como en el caso de Melilla) son las de Ventanilla (Perú), de 14 MW, y la central térmica Litoral (Almería), de 20 MW. En cuanto al almacenamiento “stand alone”, o sea, a disposición de la red, nuestra instalación más grande actualmente es la de 25 MW (12,5 MWh), que comenzó en 2018 en Tynemouth (Reino Unido), pero ya tenemos contratos con otros proyectos en California de 88 MW totales.

Puntero y a la vanguardia, el almacenamiento de Melilla podrá representar un modelo de viabilidad tecnológica para otras instalaciones de este tipo, ya que, para los próximos años, se prevé un gran aumento de vehículos eléctricos en circulación que, en consecuencia, provocarán un mayor número de baterías disponibles para el reciclaje.