Huella digital de carbono: medir para mejorar

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De todas las innovaciones tecnológicas que están transformando nuestro mundo, la digitalización es una de las más relevantes para la eficiencia y la sostenibilidad medioambientales: se calcula que las tecnologías digitales pueden ayudar a reducir en un 20 % las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Por otra parte, la fabricación de dispositivos informáticos, las materias primas utilizadas y la energía consumida, también tienen un impacto medioambiental: es la llamada «Huella digital de carbono» que, en 2015, correspondía al 2 % del total de las emisiones mundiales y, en 2020, al 4 %. Estas cifras son ciertamente menores que la cantidad de emisiones ahorradas gracias a la digitalización, pero siguen creciendo: al ritmo actual, el porcentaje podría aumentar al 8,5 % en 2025 y al 14 % en 2040.

Limitar la huella digital de carbono es posible utilizando electricidad generada a partir de fuentes renovables, pero también con soluciones de la propia tecnología de la información: por ejemplo, las empresas que se pasan a la nube reducen significativamente sus emisiones.

 

 

Nuestra digitalización sostenible

Enel, que ha hecho de la digitalización una de las piedras angulares de su estrategia de innovación, también está a la vanguardia de los esfuerzos para hacerla cada vez más sostenible: fuimos de los primeros en optar por un cambio completo a la nube, favorecemos la circularidad de los productos desde la fase de compra y promovemos el uso responsable de software y hardware por parte de nuestro personal, incluso mediante la adopción de un decálogo de comportamientos digitales virtuosos (como apagar los dispositivos que no se utilicen, limitar el streaming, limitar el número de correos electrónicos y archivos adjuntos, cerrar las páginas web visitadas).

De esta manera, entre 2018 y 2022, conseguimos reducir las emisiones relacionadas con lo digital en un 26 %, a pesar de un aumento del 107 % en el almacenamiento de datos y del 200 % en la capacidad de procesamiento de las máquinas. 

 

Por el medioambiente y la economía

Nuestra iniciativa más reciente en materia de huella digital de carbono es el proyecto Enel Digital Carbon Footprint: un método innovador para calcular y reducir las emisiones generadas por el uso de tecnologías digitales. 

El proyecto se divide en cuatro áreas, en cada una de las cuales se trata de medir –y luego reducir– la huella de carbono. En el caso de las infraestructuras relacionadas con la nube, el impacto medioambiental depende, principalmente, del consumo de electricidad y del agua necesaria para refrigerar los servidores, pero también de la compra de máquinas para sustituir a las que han llegado al final de su vida útil. 

En el caso de los dispositivos digitales (por ejemplo, teléfonos inteligentes, ordenadores personales, impresoras), la huella de carbono depende del tipo de tecnología y de su uso, mientras que en el caso de las aplicaciones informáticas, se trata de considerar el consumo de energía relacionado tanto con su uso como con la forma en que fueron diseñadas y desarrolladas. Por último, en lo que respecta a la mano de obra, se consideran todas las emisiones producidas por las personas, principalmente las relacionadas con los viajes y el transporte (desplazamientos al trabajo, viajes de ida y vuelta).

Lanzado en 2022, el proyecto prevé un ahorro total estimado en 1,6 millones de euros gracias a la adopción de soluciones que permitirán alcanzar un doble objetivo: reducir las emisiones generadas por las tecnologías digitales y contener los costes, creando valor económico. 

Un ejemplo, por tanto, de cómo la sostenibilidad y la digitalización pueden coexistir armoniosamente y generar beneficios tanto económicos como sociales y medioambientales para construir un futuro más sostenible, equitativo e integrador.

Gracias a este compromiso y a una amplia red de colaboraciones y alianzas a escala internacional, hoy desempeñamos un papel pionero y lideramos el debate sobre la sostenibilidad digital. Entre las redes de las que formamos parte, colaboramos con la Digital Climate Alliance (Alianza Digital por el Clima), la Digital for Climate Network (Red Digital por el Clima) del Foro Económico Mundial, y con la Fondazione per la Sostenibilità Digitale (Fundación para la Sostenibilidad Digital), la primera organización de investigación en Italia sobre este tema.