La energía no tiene vuelta atrás

La energía no tiene vuelta atrás

El presente y el futuro de la energía en el Foro WEF 2018: la descarbonización es la única vía. Lo confirma el panel sobre la transición energética en el que participó también el Administrador Delegado de Enel Francesco Starace

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Crear un futuro compartido en un mundo fracturado (Creating a Shared Future in a Fractured World). Así dice el lema de la 48 edición del Foro Económico Mundial (WEF) de Davos, cuyo reto es elaborar una plataforma de ideas compartida por los líderes para mejorar el mundo.

Éste es el objetivo de “Shaping the Future of Energy” (“Modelando el futuro de la energía”), una de las iniciativas del WEF que, junto a otras como el futuro de la movilidad, del medio ambiente y los recursos naturales, los sistemas financieros y monetarios además de la economía digital y la sociedad, tendrían que fomentar la transición hacia sistemas globales más sostenibles, accesibles, seguros e inclusivos.

Las transformaciones del mundo de la energía van precisamente en esta dirección y son irreversibles: la tendencia es hacia un sistema cada vez más relacionado con las energías renovables, la descarbonización, la eficiencia energética y la digitalización.

La confirmación llegó de la mesa redonda, muy esperada, que el WEF de Davos dedicó a ese tema y en la que participó también el Administrador Delegado y Director General de Enel Francesco Starace.

 

El cambio de paradigma

En el cambio del paradigma energético del siglo pasado al de hoy todo se está transformando, y mucho más rápidamente de lo que pensamos. La pregunta que se planteaba el panel de Davos era precisamente ¿cómo asegurar un futuro de energía limpia, segura y económicamente accesible para todos? Una primera respuesta es que no hablamos solamente del futuro: ya hoy es el mercado que determina la competitividad de las energías renovables, mientras que el sector de los combustibles fósiles presenta grandes incertidumbres desde el punto de vista financiero. Lo aclaró Francesco Starace al poner el ejemplo de Italia, que llegó al 47% de energías limpias en su mix energético. Nuestro Administrador Delegado también habló de la experiencia de la diversificación geográfica y tecnológica que permitió a nuestro Grupo adelantarse a la evolución global y convertirse en líder del sector.

“Dos son las fuerzas principales que determinan la gran transformación de la energía: la digitalización y la ciencia de los materiales. Ambas están convirtiendo las energías renovables en una fuente de energía conveniente y ampliamente disponible, lo que permite llevar a cabo una progresiva descarbonización de la electricidad a precios competitivos y estables”

Francesco Starace, Administrador Delegado y Director General de Enel
 

En opinión de Patrick Pouyanné, Administrador Delegado y Presidente del Consejo de Administración de Total, la transición energética es indispensable e irreversible, pero podría no significar el abandono total de gas y petróleo sino solamente una reducción de su presencia en el mix energético. De acuerdo con Pouyanné, el problema es el llamado “trilema energético”, o sea la necesidad de conciliar la protección del medio ambiente con la exigencia de producir energía a costes aceptables y que sea disponible para todos. Por lo tanto, opina Ulrich Spiesshofer, Administrador Delegado de la sociedad ABB, especializada en tecnologías para la energía y la automación, el objetivo final es desconectar el crecimiento económico del impacto ambiental.

 

Eficiencia y digitalización

Spiesshofer también hizo hincapié en un enfoque integrado: las fuentes renovables constituyen la base de la energía limpia, pero ellas solas no son suficientes, tienen que acompañarlas la eficiencia energética, una red de distribución eficiente y el desarrollo de los sistemas de almacenamiento, o sea de acumulación de energía. Según Francesco Starace la clave de este proceso es la digitalización de la red eléctrica, relacionada no solamente con la demanda de eficiencia sino también necesaria para el desarrollo a gran escala de la e-movilidad. Para eso se necesitan, además de sistemas de acumulación, dispositivos inteligentes eficientes que permitan una gestión flexible de la red.

La transformación en curso, junto a la descarbonización del mix energético que reduce y estabiliza los precios, lleva electricidad barata a una gran parte de las actividades económicas. Por consiguiente, inicia un círculo virtuoso gracias al cual se puede llegar a descarbonizar no solamente el sector de la energía sino también muchas otras actividades industriales.

“Queremos facilitar tecnologías que nos permitan llevar adelante el mundo sin consumir el planeta”, comentó Spiesshofer.

 

El “efecto Trump”

Ya es el desarrollo tecnológico que dirige el cambio, y sin embargo las políticas nacionales puedes ser decisivas para conseguir los objetivos del acuerdo de París sobre el clima. Eso puso de manifiesto Rachel Kyte, Administradora Delegada de Se4All (Sustainable Energy for All) y Representante Especial del Secretariado General de la ONU para las energías renovables.

A este respecto, uno de los temas más relevantes en Davos fue el llamado “efecto Trump”, las consecuencias de las nuevas políticas más proteccionistas de la presidencia norteamericana. En opinión de Kyte, la decisión de la Casa Blanca de salir de los acuerdos de París impulsó hacia una mayor cohesión a los otros países, que insistirán con más convicción en las políticas medioambientales “también porque la sostenibilidad es de su sumo interés”. De acuerdo con Pouyanné, esa decisión de Trump no tendrá consecuencias significativas, mientras que por el contrario podría tenerlas otra decisión suya, la de imponer altos aranceles a los paneles solares procedentes de Asia.

El factor político es determinante para otras tecnologías de bajas emisiones de gas de efecto invernadero: la energía nuclear. El problema, en este caso, está en los largos plazos y los altos costes de inversión, que pueden soportar por razones estratégicas sólo países con una economía fuertemente planificada. Como es el caso de China, confirmó Shu Yinbiao, Presidente de la State Grid Corporation china, la empresa estatal de la energía eléctrica, quien – aun recordando los 48 reactores nucleares todavía en actividad en el país – aclaró que el gigante asiático ya emprendió decididamente el camino de la energía eólica y solar: sólo en 2017 las inversiones chinas en fuentes renovables alcanzaron la exorbitante suma de cien mil millones de dólares.

Todo ello representa la confirmación que el mundo va decididamente hacia una única dirección, la de las energías renovables y la descarbonización, hacia un futuro de energía limpia, segura y económicamente accesible para todos. Y que no tiene vuelta atrás.