Enel y la biodiversidad, una historia global

Enel y la biodiversidad, una historia global

En Rumania, el Grupo Enel lanza sus nuevos proyectos de biodiversidad. Pusimos en marcha 150 proyectos a favor de animales y plantas de los más variados ecosistemas de todo el mundo

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¿Sabíais que son los niños que traen a las cigüeñas? La leyenda popular había invertido la relación de causa y efecto: de hecho, en el pasado, sobre todo en los países nórdicos, las cigüeñas trataban de nidificar en las chimeneas más calientes, pues en las casas donde había un recién nacido era necesaria una mayor calefacción.

Esta histórica unión entre humanos y aves zancudas se ha enriquecido con un nuevo capítulo: el de la salvaguardia de la biodiversidad, gracias a la tecnología y al apoyo de Enel.

Las cigüeñas blancas son aves típicas de Rumania, donde cada primavera se festeja su llegada. Nuestro Grupo apoya un proyecto de la Sociedad Ornitológica Rumana (SOR), una ONG especializada en el monitoreo y la protección de los pájaros selváticos y de su proprio hábitat. El proyecto, que fue desarrollado por la SOR con el apoyo de Enel Rumania, fue ideado para llevar a cabo censos regulares con el fin de evaluar correctamente la población de cigüeñas blancas en Rumania. Además, recopila datos sobre las posición de sus nidos y proporciona protección tanto para las aves como para las redes eléctricas. Por esta razón, la SOR ha lanzado una app llamada “Uite Barza!” (“Mira, una cigüeña!”). Esta aplicación está disponible para todos los usuarios de smartphones, voluntarios que forman parte de la empresa y personas comunes que quieran participar en la conservación de estas especies de pájaros.

El proyecto “Uite Barza!” es un ejemplo virtuoso de “citizen science” (ciencia ciudadana): los ciudadanos ayudan activamente al progreso de los conocimientos científicos y también, como en este caso, a proteger la biodiversidad.

Sobre la base de las informaciones recibidas, las sociedades de distribución de energía eléctrica de Enel en Rumania podrán proteger tanto las parejas de aves en reproducción como las redes, proporcionando soportes para los nidos y aislantes para las líneas eléctricas. De todo esto, se beneficiarán también los consumidores, ya que se espera una disminución en las intervenciones sobre las líneas eléctricas para reparar el daño causado por la presencia de las aves.

 

“Esta es otra señal de que los programas de citizen science son bienvenidos. Trasladamos los nidos a lugares nuevos, descubrimos donde hay avistamientos de cigüeñas y el número de observadores y de nidos crece cada año. Esto no nos sorprende, pues la cigüeña blanca es el ave más conocida en nuestro país. Nosotros también estamos entusiasmados por las estadísticas que hemos obtenido y por los nuevos nidos que tenemos bajo observación”
Ovidiu Bufnilă, Responsable de la comunicación de la Sociedad Ornitológica Rumana
 

El paraíso del birdwatching en la ciudad

El éxito de las iniciativas que realizamos para proteger a las cigüeñas nos estimuló a impulsar en Rumania otro proyecto a favor de la avifauna. El Parque Nacional Văcărești de Bucarest es el área urbana más importante del país: su extensión es de 184 hectáreas (más grande que Hyde Park en Londres) y en ella se encuentra un rico ecosistema. Junto a la asociación del “Parque Nacional Văcărești”, la ONG que gestiona el parque, promovimos la investigación y el monitoreo de las aves, dispusimos nidos artificiales y puntos de nutrición para el invierno y, además, hemos apoyado las actividades para combatir la caza furtiva.

También realizamos dos itinerarios de birdwatching o avistamiento de pájaros en el parque, con emplazamientos y torres de observación. Esta operación tuvo su premio: más de diez mil personas participaron en las visitas guiadas y en un solo día, durante el evento ornitológico más grande de la historia del país, fueron más de mil observadores. De esta manera, el área protegida se convierte también en un instrumento para difundir la cultura de la biodiversidad y de la sostenibilidad ambiental.

 

Por la biodiversidad en su totalidad

Nuestras iniciativas a favor de la avifauna en Rumania son algunos de los ejemplos más recientes de nuestro compromiso a favor de la biodiversidad. Nuestra policy persigue dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas: el ODS#14, Vida submarina, y ODS#15, Vida de ecosistemas terrestres. En varios países en los que desarrollamos nuestra actividad, cumplimos con nuestro compromiso a favor de la biodiversidad, desde Chile hasta España, desde Sudáfrica hasta Estados Unidos, desde Italia hasta Guatemala. Realizamos más de 150 proyectos, por un total de 2 millones de hectáreas de áreas protegidas, a menudo situadas alrededor de nuestras instalaciones para exaltar su sostenibilidad ambiental.

En Rumania, ayudamos a plantar 22.000 robles en el área natural de la foresta de Comana, una de las zonas húmedas más importantes del país. En España, realizamos un lago artificial en As Pontes, en Galicia, que recibió varios reconocimientos, entre ellos el Premio Fondena asignado por el Rey de España. Y en la Península Ibérica también utilizamos un sistema de drones que puede localizar y monitorear los desplazamientos del lince ibérico, una especie característica de la zona y hoy en vías de extinción.

En América Latina, nos ocupamos de la tutela de los ecosistemas de las zonas más cálidas a los de las zonas más frías: desde la repoblación de la flora y de la fauna en el desierto mexicano de Coahiula al proyecto de monitoreo y protección de los felinos en Brasil; desde el fiordo Comau, en Chile, donde estudiamos la biología marina, hasta Colombia, donde nos ocupamos de un área protegida dedicada a las forestas secas y de otra para la recuperación de una laguna de manglares.

Los proyectos en Italia son numerosos y entre ellos señalamos la innovación tecnológica de las instalaciones de escaleras para peces, como el de la Isla Serafini, en el río Po, o el de Casteldoria en Cerdeña, dedicado a las anguilas.

En Sicilia, nuestro proyecto en el humedal de Priolo Gargallo a favor de la reproducción de flamencos se ha convertido además en un punto de atracción turística. También de aves nos ocupamos en Emilia, protegiendo los nidos de halcones, mientras que en Toscana y Lombardía protegemos los nidos de las cigüeñas blancas: también ellas protagonistas de nuestras leyendas. La defensa de la biodiversidad puede unir la concreción de la realidad y la belleza de un cuento.