La globalización 4.0 salvará el clima

La globalización 4.0 salvará el clima

La cuarta revolución industrial ofrece muchas oportunidades para combatir el cambio climático, pero cómo se aplican?: este fue el tema del WEF en Davos, donde también participó el Consejero Delegado y Director General de Enel, Francesco Starace

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Misión posible. A pesar de que las últimas noticias no sean tan alicientes, está al alcance del planeta poder detener el cambio climático. Una señal optimista llega desde Davos (Suiza), donde del 22 al 25 de enero tuvo lugar el Foro Económico Mundial (World Economic Forum, WEF por sus siglas en inglés), en el que participaron más de 250 líderes políticos y más de 1.000 exponentes de alto nivel del mundo económico e industrial.

La esperanza llega a través de las oportunidades que ofrecen la cuarta revolución industrial y la globalización, la llamada globalización 4.0, tema elegido para esta edición del WEF. Pero la esperanza tiene que estar acompañada por la acción: captar las oportunidades y valorizarlas. El mensaje del WEF es claro: es necesario llevar la mirada más allá de nuestro horizonte, tanto desde un punto de vista temporal, para poder pensar en las generaciones futuras, como geográfico, porque la colaboración internacional es indispensable. El calentamiento es global y la solución también debe ser global.

 

La globalización 4.0

La cuarta revolución industrial se diferencia de las anteriores (incluida la digital de finales del siglo XX) por la velocidad con que van surgiendo las innovaciones, por el área geográfica que abarca todo el planeta y, sobre todo, por el impacto no solo de los sistemas de producción industrial, sino también de la organización social y política: una revolución global en todo sentido.

Internet de las Cosas, ciencia de los materiales, vehículos autónomos, robótica, inteligencia artificial, impresión 3D, nanotecnologías, biotecnologías, almacenamiento de energía: son algunos de los ámbitos que están cambiando nuestra vida y el mundo a nuestro alrededor. La cuarta revolución industrial abraza al mundo físico, digital y biológico.

Dentro de este contexto, la energía es uno de los sectores más prometedores tanto para formar el mundo futuro como, y por sobre todas las cosas, para contrarrestar el peligro más urgente que lo amenaza: el calentamiento global.

“Los rápidos progresos tecnológicos de la cuarta revolución industrial nos permitirán utilizar sistemas para monitorear, verificar y comunicar el avance de las acciones para el clima a nivel global, regional e industrial”

Klaus Schwab, Fundador y Presidente Ejecutivo del WEF

 

La energía se transforma

La palabra clave para entender el sector de la energía de hoy en día es “transformación”: no se refiere solamente a la transición hacia las renovables, sino también a los progresos en cuanto al almacenamiento de la electricidad, la electrificación progresiva, la descentralización de la producción y la digitalización de las redes de distribución. Son todas herramientas útiles para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera.

Varios estudios (como los de la New Climate Economy y de la Energy Transitions Commission, citados por Schwab) demuestran que esta transformación favorece al clima,sin otros costes y, es más, genera crecimiento económico y nuevos empleos.

 

Energía renovables, el primer paso hacia el cambio

Se habló de transición energética y del rol que cumple respecto al clima, en la sesión “Realizing the Energy Transition”, moderada por Jules Kortenhorst, Director General de Rocky Mountain Institute de Estados Unidos, donde también participó nuestro Consejero Delegado y Director General, Francesco Starace.

Starace, habló del rol decisivo de la innovación tecnológica (sobre todo la digitalización y la ciencia de los materiales), gracias a la cual, la revolución está procediendo con una velocidad mayor de la que se pueda pensar.

Desde un punto de vista económico, Starace destaca una tendencia positiva: las energías limpias no solamente están descarbonizando el sistema energético y, gracias a su competitividad en el mercado, se están afirmando cada vez más, sino que también crean nuevos empleos que pueden atraer a quienes provienen de otros sectores. Además, la difusión de las renovables reduce la volatilidad de los precios y favorece la electrificación de sectores como el transporte o la calefacción, siendo una ventaja para el ambiente.

“La transición energética hace que los límites que antes eran nítidos entre el sector de la energía con otras industrias, se estén desvaneciendo. Hoy tenemos más cosas en común con la industria de automóviles, con la de los semiconductores por los paneles fotovoltaicos y con la industria química por las baterías”

Francesco Starace, Consejero Delegado y Director General de Enel

Comparte el optimismo de Starace Christiana Figueres, Founding Partner de la organización Global Optimism, pues sostiene que, para salvar el clima, estamos yendo por buen camino aunque sea necesaria una mayor aceleración en algunos sectores (sobre todo para hacer frente a la deforestación): el vaso está medio lleno y tenemos las herramientas para llenarlo totalmente. Son un ejemplo significativo, los progresos increíbles de China e India en la transición del carbón a las energías limpias: las causas son, principalmente, las pésimas condiciones sanitarias en las metrópolis altamente contaminadas, pero las consecuencias representan una ventaja para todos.

También mostraron su optimismo, María Fernanda Suárez, Ministra de Minas y Energía de Colombia y Vicki Hollub, Directora General de Occidental Petroleum Corporation, aunque recordaron que las fuentes fósiles continuarán teniendo un rol importante por muchos años más: según su opinión, será necesario entonces, que también en este sector se reduzcan las emisiones a través de la Captura y Almacenamiento de Carbono (CSS, por sus siglas en inglés), un proyecto costoso y, según Starace, económicamente no sostenible.

Intervino en el debate también Jeff Radebe, Ministro de Energía de Sudáfrica, quien explicó que su país depende aún del carbón para generar electricidad pero que se está tomando con decisión el camino de la transición hacia las renovables.

 

La solución es la colaboración

Todos los observadores concuerdan en que la globalización 4.0 ofrece grandes oportunidades, pero es necesaria una rápida acción para reducir las emisiones con el fin de contener el calentamiento global dentro del umbral de 1,5 grados sobre los niveles preindustriales, según recomienda el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). ¿De qué manera? Según Schwab, reforzando las colaboraciones internacionales: un punto de vista que compartieron varios participantes del foro. A nivel gubernamental significa, en primer lugar, acelerar la puesta en marcha de los acuerdos de la Cumbre de París, a pesar de que el gobierno de Estados Unidos haya decidido retirarse (ausente también en Davos).

También son muy importantes las colaboraciones entre público y privado – como lo demuestra el mismo WEF – y entre privados, por ejemplo Alliance of CEO Climate Leaders, a la cual adhiere también Francesco Starace: una asociación de top manager industriales que, desde 2015 hasta hoy, logró reducir el 9% de las emisiones de su propia empresa. En ocasión de la COP 24 de Katowice, en en diciembre de 2018 de 2018, la asociación envió una carta abierta a los líderes mundiales en la que se los invitaba a colaborar: juntos podemos frenar el calentamiento global.

 

La exhortación de los post-millennials

En Davos, aquellos que vivirán el futuro como protagonistas, ratificaron la urgencia para asumir un compromiso por el clima. Una mesa redonda con seis post-millenials fue uno de los eventos más significativos del foro y el mensaje que transmitieron fue claro y emocionante. Una joven iraquí, de regreso de Estados Unidos a su país destruido por la guerra para ayudar a reconstruirlo, declaró que las inversiones deberán orientarse hacia un futuro limpio y sostenible. Y una joven sueca, activa en política, se dirigió idealmente a todos aquellos que deciden en el mundo, con palabras muy claras: “Debéis hacer más por el clima sino debéis haceros a un lado”.