New Energy Outlook, el boom de las renovables

New Energy Outlook, el boom de las renovables

El New Energy Outlook de Bloomberg NEF que informa sobre el panorama energético actual hasta el año 2050, fue presentado el 10 de julio en el Auditorio Enel junto al informe dedicado a la movilidad eléctrica “Electric Vehicle Outlook 2019”

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En el mes de mayo de este año, la directora del The Guardian, Katherine Viner, invitó a todos sus periodistas a cambiar el léxico cuando se habla del clima. Les pidió reemplazar la expresión “cambio climático” con “crisis climática” o “emergencia climática”, mientras que en lugar de “global warming”, el periódico deberá utilizar “global heating”. Una manera para transmitir a los lectores la urgencia de un problema dramático que aún no ha sido resuelto. “Crisis climática” son las palabras de alarma que pronunció el año pasado el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres y que fueron tomadas como propias por el movimiento formado alrededor de la joven activista sueca, Greta Thunberg.

Desde hace unos años, el tema del cambio climático es el foco de atención de los análisis más importantes sobre el escenario energético del futuro. Y si las consecuencias de las fuentes fósiles sobre el clima, ya son una certeza compartida, el ritmo actual de desarrollo de las renovables es considerado un factor necesario pero no siempre suficiente para poner a salvo el futuro del planeta.

“It’s not enough” (no es suficiente) es la frase escrita en el New Energy Outlook 2019 de Bloomberg NEF (New Energy Finance), uno de los estudios de mercado mundial más acreditado sobre la energía desde la actualidad hasta el año 2050, que fue presentado el 10 de julio pasado en el Auditorio Enel, junto a un informe dedicado al boom de la movilidad eléctrica.

Como explicó en su discurso de apertura Francesco Starace, Consejero Delegado y Director General de Enel, el informe confirma la creciente competitividad de las fuentes renovables y el reemplazo progresivo de la energía termoeléctrica. Pero esto no es suficiente si queremos tener bajo control el aumento de la temperatura global antes de 2050: es una cuestión que atañe a los políticos, a los reguladores y a los líderes del sector, quienes deben decidir cuál dirección tomar, porque el camino que queda por recorrer, todavía es muy largo.

 

El largo viaje de la descarbonización

No faltan señales positivas relativas a la descarbonización. Lo confirman las diapositivas mostradas por Elena Giannakopoulou, Head of Energy Economics de BNEF y por Andreas Gandolfo, Senior Associate, quien se concentró en la situación europea.

Antes de 2050, casi la mitad de la red eléctrica será alimentada por energía solar y eólica (“50 by 50”, escribe BNEF). La generación térmica descenderá abruptamente hasta llegar a suministrar solo el 21% de la electricidad en la mitad de este siglo. Desde el punto de vista de la capacidad instalada, se pasará del 57% actual de fuentes fósiles a dos tercios de renovables.

Europa se ocupará de guiar la transición energética: antes de 2050, las energías renovables suministrarán el 92% de la electricidad en el Viejo Continente, el 43% en los Estados Unidos, el 62% en China y el 63% en India. En cuanto a las emisiones de CO2, se reducirán un 95% en Europa y el carbón desaparecerá para 2043. En China, las emisiones subirán hasta 2027 pero luego descenderán, mientras que en los Estados Unidos, antes de 2050, las emisiones disminuirán un 54%.

Sin embargo, advierte BNEF, después de 2030 esta tendencia podría no ser suficiente para contener el aumento de la temperatura debajo de los 2ºC, el límite más allá del cual el cambio climático tendrá consecuencias devastadoras. ¿Por qué? El aumento de la población y el crecimiento del PBI de los países no OCDE, harán que la demanda de electricidad casi se duplique, con un crecimiento del 93% desde 2018 a 2050. Una necesidad que no podría ser compensada teniendo en cuenta el ritmo actual de las energías limpias y que, según un escenario alternativo sugerido por Bloomberg, requeriría el desarrollo de otras tecnologías de cero emisiones. Se necesitarán también decisiones políticas, pero los analistas no entran en detalles. “No podemos prever las decisiones de la política”, comentó Giannakopoulou.

 

Los costes de las renovables y de las baterías descienden

“La disrupción es una oportunidad” dice el slogan del BNEF y lo confirman las tecnologías relacionadas con las renovables. Las nuevas plantas eólicas y solares ya cuestan menos que las instalaciones tradicionales y, en más de dos tercios del mundo, su coste es menor respecto a las nuevas centrales de carbón y de gas: el coste del eólico disminuyó un 49% desde 2010, el fotovoltaico un 85%. El informe espera que antes de la mitad del siglo, los costes de la energía solar sigan disminuyendo un 63% más y la eólica un 50%.

También las baterías de iones de litio, son cada vez menos costosas: el precio ha descendido un 85% desde 2010 y se espera que disminuya otro 65% antes de 2030. El informe valoriza el rol activo de los consumidores, llamados “la nueva parte del sistema energético”. En 2050, el fotovoltaico doméstico representará el 12% del total de la capacidad de generación instalada mientras que las baterías behind-the-meter (detrás del contador), representarán el 40% del total del desarrollo del mercado. La flexibilidad garantizada por las tecnologías de almacenamiento y de respuesta a la demanda ayudará a integrar las renovables en la red.

La electrificación de la calefacción y del transporte también ayudará de manera decisiva a bajar las emisiones de CO2. “Pero el reto es la escala”, advierte Bloomberg, que sostiene que el desarrollo de estos dos sectores podría duplicar la demanda de electricidad en los próximos diez años y que requeriría una capacidad de generación instalada tres veces mayor que la de 2018.

 

La movilidad eléctrica es cada vez más competitiva

Este año, un estudio dedicado al crecimiento de la movilidad eléctrica en el mundo integra el informe del BNEF. Según el Electric Vehicle Outlook 2019, en la actualidad circulan más de 5 millones de vehículos eléctricos y las cuotas de mercado están creciendo: las previsiones del informe dicen que en la mitad de este siglo, superarán los 500 millones. China está conduciendo el mercado: a mediados de la próxima década, de los 35 millones de coches vendidos en el país del dragón, 7 millones serán e-car. Alrededor de 2025, el precio de los vehículos “full electric” será como el de los coches tradicionales, mientras que en 2040 el 57% de los nuevos vehículos comprados será eléctrico. También las infraestructuras de recarga pública son cada vez más capilares: en 2018 crecieron un 20%, el boom fue en China con 304.000 puntos de recarga y en Europa se instalaron 190.000, mientras que en Estados Unidos la cifra se detuvo en los 61.000.

La movilidad eléctrica se desarrollará gracias al servicio de coche compartido: de los actuales 5 km recorridos por año en un vehículo Uber o MyTaxi se pasará al 19% en 2040, duplicándose en términos absolutos. Mientras que la demanda de baterías de iones de litio aumentará gracias al precio que bajó de los 1.160 dólares por kWh en 2010 a los 176 dólares actuales, y disminuirá aún más.

En resumen, la tecnología será la guía de la transición energética garantizando siempre costes más bajos y una movilidad más sostenible. Si será suficiente para el clima, eso está por verse.