Luz verde para el futuro

Luz verde para el futuro

De la Cumbre sobre la Acción Climática al Bloomberg Global Business Forum. Concluyó en Nueva York la semana en la que altos dirigentes de Enel participaron de diferentes eventos de alto nivel relacionados con la sostenibilidad, desde el cambio climático a la lucha por las desigualdades, pasando por las finanzas sostenibles

¿Qué es lo que logra juntar las evidencias científicas con las nuevas tecnologías, los intereses de las finanzas con el deseo de sociedades más justas y equitativas? La única respuesta es la energía eléctrica, quizás el habilitador de desarrollo más potente, gracias al cual es posible crear valor compartido a largo plazo y, al mismo tiempo, contribuir a preservar nuestro ecosistema vital.

Fue este, en resumen, el mensaje que nuestro Grupo ratificó en los diferentes eventos que tuvieron lugar en Nueva York en concordancia con la semana de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la que se reunieron líderes de todo el mundo para debatir sobre las acciones necesarias con el fin de garantizar un futuro próspero para nuestra sociedad y el planeta.

De la Cumbre sobre la Acción Climática, presidida por el Secretario General de las Naciones Unidas António Guterres y focalizada en las acciones para afrontar la emergencia climática, al Bloomberg Global Business Forum, donde se debatió sobre las soluciones para que el sistema financiero pueda contribuir a dicho compromiso; desde la CEO Roundtable del Global Compact sobre la financiación de la Agenda 2030 de la ONU al SDG Business Forum, dedicado al rol del sector privado sobre los objetivos de desarrollo sostenible, las agendas del Consejero Delegado y Director General de Enel, Francesco Starace, del CFO Alberto De Paoli, del Chief Innovability Officer Ernesto Ciorra y del Director de la Comunicación, Roberto Deambrogio, estuvieron repletas.

La semana del 23 al 27 de septiembre fue también la ocasión para confirmar la participación y el apoyo de Enel en algunas iniciativas claves como la campaña “Business Ambition for 1.5°”, que reúne a 87 grandes empresas del mundo (con una capitalización de mercado total de 2,3 trillones de dólares), unidas por sus ambiciosas estrategias para contener el calentamiento global en 1,5°C, tal como lo solicita el Grupo Intergubernamental de Expertos por el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

 

Renovables y tecnología, la electricidad conviene

Durante los diferentes encuentros los dirigentes de Enel se explayaron sobre algunos temas fundamentales: el primero de todos el rol de la electricidad en la transición energética. El Consejero Delegado y Director General de Enel, Francesco Starace, confirmó que actualmente el sector eléctrico se caracteriza por el desarrollo exponencial de las tecnologías, particularmente las renovables, que hicieron posible que los costes de generación de las mismas disminuyeran considerablemente, algo que hasta hace pocos años era inimaginable: una reducción, desde 2010 hasta hoy, del costo nivelado energético (LCOE, por sus siglas en inglés) del 85% de la energía producida por solar fotovoltaico y del 49% para la producida por fuentes eólicas terrestres (fuente: BNEF New Energy Outlook 2019).

Gracias a todo esto, la electricidad no solamente es limpia sino que, progresivamente, es cada vez más conveniente, transformándose en un instrumento más eficaz para llegar a ser rápidamente una energía completamente descarbonizada. Además, gracias a la digitalización, el vector eléctrico es más versátil, “exacto” y eficiente en sus usos finales, permitiéndonos suministrar energía competitiva y sostenible en innumerables sectores (por ejemplo transporte), con repercusiones positivas, ya sea en ámbito económico como ambiental, desde la creación de nuevas cadenas productivas hasta una mejora de la calidad del aire. En otras palabras, la transición que está viviendo nuestro sector nos permite afrontar diferentes problemáticas complejas – que van más allá del cambio climático, abarca la necesidad de urbanización sostenible, la tutela de la salud, la promoción de la ocupación – y nos permite responder a las expectativas legítimas de la sociedad hacia soluciones veloces, concretas y escalables.

 

Descarbonización, los compromisos de Enel

Nuestro Grupo ha tomado con firmeza el camino del progreso tecnológico y del compromiso hacia la descarbonización, siendo líder mundial en el sector de las renovables: gracias a su enfoque en una innovación abierta, es decir, involucrando talentos y potenciales creativos fuera de la empresa, para desarrollar rápidamente soluciones tecnológicas sostenibles y competitivas, capaces de crear valor compartido a largo plazo para todos los stakeholders. Desde hace mucho tiempo, Enel ha adoptado un modelo que denominamos “Open innovability”, que nos permite realizar innovación en un amplio ecosistema formado por startups, universidades, centros de investigación, ONG, empresas de otros sectores.

En cuanto a la sostenibilidad y al logro de los objetivos indicados en el Acuerdo de París, la visión de nuestro Grupo es muy clara: el compromiso es el de reducir drásticamente las emisiones en un 70% antes de 2030, respecto a los niveles de 2017. Es un significativo paso hacia adelante hacia el objetivo declarado “carbon-neutrality” antes de 2050, contribuyendo concretamente a contener el calentamiento global dentro del límite de 1,5 grados.

Por último, Enel, que se encuentra presente en el Global Compact representada por su Consejero Delegado y Director General, Francesco Starace, puso en el centro de sus actividades a los 17 objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, contribuyendo al logro de 4 de los mismos (2019-2021): el 7 (Energía asequible y no contaminante), el 9 (Industria, innovación e infraestructuras), el 11 (Ciudades y comunidades sostenibles) y el 13 (Acción por el clima).

Una estrategia tan bien articulada y conformada, que impulsó a Rachel Kyte, CEO and Special Representative of the UN Secretary-General for Sustainable Energy for All, a declarar que se siente “inspirada por la pasión de Enel, una de las pocas empresas que hace que puedas imaginar cómo podrá ser el futuro y que trabaja para convertirlo en realidad”.

 

Invertir en sostenibilidad

Respecto a la comunidad financiera Starace y De Paoli tuvieron en Nueva York varias oportunidades para destacar cómo los inversores de todo el mundo están buscando estabilidad y rendimientos a largo plazo y de cómo estas exigencias se satisfacen con herramientas financieras relacionadas con la transición energética y los principios de la sostenibilidad. La prueba fehaciente es el éxito de los bonos verdes que nuestro Grupo emitió en los dos últimos años junto con la herramienta inédita descripta por Starace durante la sesión plenaria del Bloomberg Global Business Forum, moderada por la reciente presidente del Banco Central Europeo, Christine Lagarde: son los bonos relacionados con los ODS, el primero en el mundo de este tipo. “No está vinculado a un proyecto en particular, - explica Starace – sino al logro de determinados objetivos en términos de capacidad renovable de la empresa antes del 31 de diciembre de 2021. La reacción que generaron estas obligaciones fue muy positiva y es la prueba concreta de que la sostenibilidad genera valor y de que existen muchos inversores interesados en este tipo de herramientas”.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, es claro que la electricidad se afirmó como piedra fundamental del sistema energético, porque es un vector limpio y cada vez más versátil gracias a la digitalización. En resumen, ningún vector energético es capaz de contener las emisiones en forma tan eficaz como la electricidad. Durante la semana en Nueva York, el Secretario de las Naciones Unidas, expresó este concepto con un tono muy firme: “Debemos afrontar la emergencia climática con mayores ambiciones, necesitamos de la transición global hacia una economía de cero emisiones”.

El factor más importante, que ocupa el primer lugar y es el centro de todo, son las personas. De hecho, la transición energética es inevitable y necesaria y por ello es fundamental que sea equitativa, para poder garantizar el aporte de todos los sectores, también de aquellos de mayor impacto. Los cambios, como dijo Starace, tienen que ser graduales y planificados atentamente para no excluir a ninguno. Por ello, es necesario que los gobiernos comprendan tanto los aspectos positivos de la transición como las implicaciones potencialmente negativas para grupos de personas o segmentos industriales y predispongan herramientas que aceleren la transformación y que, al mismo tiempo, la hagan auténticamente inclusiva. Si logramos introducir los cambios en una óptica como Just Transition, por ejemplo, según el estudio presentado en septiembre en el Forum The European House-Ambrosetti, la transición energética podría traer enormes beneficios a la Unión Europea: en el mejor escenario, un efecto neto final sobre el valor de la producción de +145.000 millones de euros y 1,4 millones de nuevos empleos.

El cuadro es complejo pero no es para nada desalentador: en Nueva York el mundo parece decidido a afrontar concretamente el problema y es consciente de que es necesaria una acción grupal. Guterres lanzó una exhortación a colaborar a nivel mundial: “Las Naciones Unidas, los gobiernos, las empresas y la sociedad civil, deben trabajar juntas”, dijo el Secretario General de la ONU. “Es una competencia que podemos y debemos vencer”.