Davos, 50 años para la sostenibilidad

Davos, 50 años para la sostenibilidad

La defensa del clima y la transición hacia las energías limpias fueron el centro de la 50° edición del encuentro del WEF organizado en Davos desde el 21 al 24 de enero. Enel fue uno de los protagonistas.

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En 1971 John Lennon componía “Imagine”, una de las canciones más bellas de la historia, la sonda soviética Mars 2 tocaba la superficie del planeta rojo y en Davos, en los Alpes suizos, el World Economic Forum (WEF) organizaba su primer encuentro mundial, un evento que pocos habrían imaginado que iba a ser tan importante durante todos estos años.

Desde ese momento, Davos fue una cita a la que no podían renunciar los líderes mundiales de la política, de la economía y de las finanzas. La 50° edición tuvo lugar del 21 al 24 de enero y fue la ocasión para lanzar un nuevo Manifiesto, una exhortación a lograr un sistema económico más sostenible. “El objetivo de una empresa es el de hacer participar a todos sus beneficiarios en la creación de valor compartido y sostenible” escribió el fundador del WEF, Klaus Schwab, deseando un “stakeholder capitalism”, un capitalismo que considere no solamente los intereses de los accionistas sino de todas las personas involucradas (quienes trabajan en la empresa, clientes, proveedores, comunidades locales) y que las métricas financieras acompañen a los objetivos ESG (Environmental, Social, Governance). Según el Manifiesto “una empresa es algo más que una unidad económica generadora de riqueza”: forma parte de la sociedad en la que opera y, por ello, su desempeño no puede medirse solamente desde un punto de vista financiero. En línea con esta visión, el tema elegido de la edición de este año fue “Stakeholders for a Cohesive and Sustainable World”.

 

El clima en el centro de la agenda

Un mundo más unido y sostenible debe poner en el centro de su lucha al cambio climático, es “la cuestión determinante de nuestro tiempo”, dijo el secretario de las Naciones Unidas António Guterres, quien intervino en el encuentro: “Es absolutamente esencial reconocer que el cambio climático es una amenaza existencial para todos nosotros”. El camino a seguir, según Guterres, es claro: “Es necesario que el desplazamiento de recursos de la industria de las fuentes fósiles hacia la economía verde sea significativo”.

Sin embargo, a tutela del clima es una responsabilidad de todos, destaca el informe realizado por WEF y Boston Consulting, titulado “The Net-Zero Challenge: Fast-Forward to Decisive Climate Action”. Los gobiernos deben implementar reglas adecuadas, los inversores pueden pedir garantías de sostenibilidad y los ciudadanos tienen que dar su propio aporte adoptando comportamientos más sostenibles y haciendo que su propia voz se escuche. Las empresas deben reducir sus propias emisiones de CO2 y compartir entre ellas las innovaciones tecnológicas para un sistema más limpio. En este sentido, el documento elogia a Enel no solamente por el crecimiento de las fuentes renovables, sino también por las iniciativas de finanza sostenible y, en general, por la integración de la sostenibilidad en las estrategias del Grupo.

 

La receta de la eficiencia sistémica

El punto de vista de Guterres fue compartido por el Consejero Delegado y Director General de Enel, Francesco Starace, quien intervino en el panel “Creating a carbon-neutral future”. Para construir un mundo con bajas emisiones el primer punto que se debe afrontar es la eficiencia: en los sectores de la generación eléctrica, de los transportes, de la edilicia y de la industria pesada se derrocha el 67% de la energía primaria. Para reducir este porcentaje la receta es la eficiencia sistémica (systemic efficiency), un enfoque integrado en el que convergen soluciones y tecnologías que ya existen: el incremento de la cuota de electricidad sobre el total de energía, la optimización de los consumos, un diseño de edilicia eficiente y sostenible, la descentralización de la generación de electricidad, el desarrollo de las renovables y, por supuesto, la digitalización de las redes, que representa un verdadero hito en este proceso.

El enfoque sistémico junto con la necesidad de políticas claras y eficaces son principios a los cuales apuntaron los otros participantes del panel: Jean-Pascal Tricoire, CEO de Schneider Electric, Amani Abou-Zei, Comisario para las infraestructuras y la energía de la Unión Africana y Benoit Potier, CEO de Air Liquide.

Es particularmente importante lo que sucede en las ciudades que, en un futuro próximo, tendrán una cuota cada vez más elevada de la población mundial y que hoy son responsables del 70% de las emisiones de gas de efecto invernadero. Según Starace en las ciudades existe un enorme potencial para la eficiencia, el cambio y la descarbonización. Un tema central del documento firmado por Starace y Tricoire, publicado en la página de WEF, titulado “To achieve net-zero carbon cities and buildings we need systemic efficiency”. El artículo describe dos casos ejemplares: la T-Mobile Arena, instalación para eventos deportivos y musicales en el corazón de Las Vegas totalmente digitalizado y el proyecto Urban Futurability realizado por Enel en São Paulo, con un “gemelo digital” que replica en 3D la infraestructura eléctrica local.

Con relación a los sectores del transporte y de la generación de electricidad el rol de las baterías es fundamental, tanto para el crecimiento de las fuentes renovables como para la difusión de la movilidad eléctrica. Por ello, durante el evento de Davos, 42 organizaciones entre organismos, institutos y empresas (junto con nuestro Grupo), firmaron un documento con los principios fundamentales a seguir: desde la investigación de una eficiencia cada vez mayor y la reutilización de las baterías, hasta el reciclaje de materiales.

Pero para un futuro sostenible no alcanzan solamente las baterías. El cambio se obtiene gracias a las personas, como aclaró Ernesto Ciorra, Director Innovability de Enel, cuando intervino en la sesión intitulada “The Transformation Imperative”, organizada por el semanal The Economist. Sobre todo, concluyó Ciorra, es necesario cambiar los modelos de negocios de las empresas para orientarlas hacia la sostenibilidad, como hizo y sigue haciendo nuestro Grupo.

 

Un evento de cero emisiones

Para que fuera una elección coherente, todo el evento de Davos fue organizado – por cuarto año consecutivo – de tal manera que el balance final fuera de cero emisiones. Todo esto fue posible sobre todo porque disminuyeron los consumos y los impactos ambientales: el Centro de Congresos fue rediseñado, las comidas fueron preparadas con una atención particular al origen local y estacional, y los transportes internos se realizaron con una flota de vehículos 90% eléctricos o híbridos. Las emisiones que eran inevitables se compensarán con proyectos “verdes” en todo el mundo, como la protección de amplias áreas de la foresta amazónica. Un aporte que se agrega al compromiso de descarbonización que han tomado muchas empresas que participaron en el encuentro. El WEF quiere intentarlo todo para que, en un futuro próximo, el encuentro de Davos pueda festejarse por el éxito logrado en su lucha por el ambiente. De hecho, John Lennon cantaba “Imagine all the people sharing all the world”.