Crearon un modelo de negocios exitoso, están por doquier y están destinadas a quedarse. Pero el camino de las plataformas hacia el éxito no es fácil ni tampoco garantiza que sea para siempre.
“Ya están en todas partes. En estos días, los que hacemos todo online, nos hemos dado cuenta de que nos convertimos en dependientes de las plataformas”, cuenta Michael A. Cusumano, docente de la Sloan School of Management del prestigioso Massachusetts Institute of Technology de Boston, y autor del libro “The Business of Platforms” (El negocio de las plataformas), publicado en 2019 por HarperCollins y escrito junto con Annabelle Gawer y David B. Yoffie.
Plataformas de innovación o de intercambio
Hace treinta años que el profesor del MIT estudia el desarrollo de la economía de las plataformas, pero todavía no se ha cansado, sobre todo porque en los últimos años la “platformisation” ha tenido un crecimiento exponencial. “En abril de 2020, las siete empresas con mayor capitalización en la bolsa y cuyos negocios son de trillones de dólares, están basadas en plataformas digitales, que conectan actores muy diferentes del mercado y crecen gracias al efecto de la red”, explica Cusumano.
Nuestro Grupo también ha emprendido desde hace tiempo el camino hacia un modelo basado en plataformas, tanto en las redes y en las infraestructuras de tecnologías de la información, como en el comercio minorista y en los servicios suministrados, por ejemplo, por Enel X. Este desarrollo también ha sido posible cuando pasamos al modelo full cloud y cerramos el último centro de datos, convirtiéndonos en una de las primeras utilities en alcanzar esta meta. En el Plan Estratégico 2020-2022 explicamos por qué adoptamos un modelo de plataformas que permitirá al Grupo estandarizar y optimizar los procesos operativos y favorecer el nacimiento de nuevas oportunidades de negocios.
“Las empresas de plataformas están en todos los sectores y presentan características comunes”, explica Cusumano. La primera es el efecto de red: gracias a la tecnología digital “crean un loop de feedback positivo que aumenta el valor cada vez que se agrega un nuevo participante”. El valor de la experiencia del usuario aumenta cuando se incrementa el número de personas o de organizaciones involucradas, o bien por las innovaciones complementarias que puede generar.
“Tener hoy la mejor plataforma es mucho más importante que tener el mejor producto”, escriben los autores. El libro hace la distinción entre “plataformas de transacción”, que son intermediarias de intercambios y transacciones y “plataformas de innovación”, donde la tecnología es importante porque gracias a ella el ecosistema crea productos y servicios complementarios. Pero las empresas de plataformas más exitosas son las que el autor define como “híbridas”, es decir, las que integran ambos modelos.
Un modelo de negocios sostenible
Este modelo de negocios es complejo, muy diferente al modelo de las empresas tradicionales. Cusumano lo compara con el ajedrez tridimensional. El efecto de red no representa una garantía de éxito. El otro factor decisivo es que las otras plataformas no se familiaricen tanto con dar el mismo servicio, es lo que el autor llama “multi-homing”.
Precisamente, Cusumano explica que “para los usuarios, la plataforma debe ser tan familiar como su propia casa”, desanimándolos a utilizar las otras.
De todas formas, las empresas de plataformas no pueden vivir de rentas y, por ello, es muy importante el platform thinking (pensamiento de plataforma). Según el docente del MIT, “El camino de los negocios no es nada fácil ni está garantizado para siempre”. Como todas las empresas, tiene que funcionar mejor que sus competidores y ser más fácil de usar y más eficiente. “Además, para poder sobrevivir a largo plazo, deben ser política y socialmente sostenibles, sino corren el riesgo de ser aplastadas por la reglamentación de los gobiernos o por la hostilidad social, como así también por un elevado endeudamiento”. La confianza es el elemento fundamental para mantenerse exitosos con el pasar del tiempo.
Los riesgos de la “platformanía”
El éxito de las plataformas hizo que se convirtieran en populares, incluso en el sector de las startups, de los empresarios y de los inversores de capital de riesgo. Por ello, los autores hablan explícitamente de “platformanía”. Pero no es suficiente crear una nueva plataforma para ser exitosos y ni siquiera ser el “first mover” (primer motor) en un determinado sector: el libro de Cusumano recuerda la rápida desaparición de Netscape, el primer navegador web con una interfaz gráfica, o de MySpace, la primera plataforma social, rápidamente reemplazada por Facebook y por YouTube.
“Si un negocio no funciona, no es que mejorará porque esté en una plataforma”, explica el profesor del MIT. Actualmente, la mayoría de las empresas de plataformas pierden dinero, a veces miles de millones de dólares. “La creación de una plataforma no garantiza el éxito a largo plazo: la empresa tiene que ser capaz de generar ganancias en el tiempo y responder a los cambios y a la competencia”. Según Cusumano “el problema de muchas plataformas nuevas es que reciben considerables financiamientos para comenzar, pierden dinero mientras son operativas y dependen demasiado del capital de riesgo. A menudo, pagan el precio de subsidios muy altos en el mercado”. Mientras que otras veces, el problema pueden ser los efectos de red muy débil o inexistentes, o la competencia de otras plataformas.
Las tendencias del futuro
En los próximos 20 años veremos cambios en la economía de las plataformas que serán aún más impresionantes. El desarrollo de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el machine learning (aprendizaje automático), el análisis de datos y las infraestructuras de servicios “aún no han expresado todo su potencial: los datos de los usuarios y de las transacciones estarán conectados cada vez más a diferentes plataformas, generando, de esta manera, la posibilidad de numerosos efectos positivos y negativos”.
¿Cuál será el modelo de plataforma que se va a imponer en los años venideros? Nadie puede predecir el futuro, dice Cusumano. “Sin embargo, se puede suponer que habrá cuatro tendencias en el mercado: el modelo híbrido que va a sobresalir como estrategia dominante para las plataformas, el uso de la inteligencia artificial y del aprendizaje automático mejorará sus capacidades, una concentración mayor del mercado estará en manos de un pequeño número de grandes grupos, y la demanda de una mayor reglamentación del sector afrontará los problemas que las mismas plataformas han creado”.
Parece que el tiempo juega a favor de las plataformas, aunque el desarrollo tecnológico podría hacer que la selección sea más ardua y que el ingreso al mercado sea más difícil. Quien marcará la diferencia será, una vez más, la innovación, incluso de los modelos de negocio.