Ciudades circulares, modelos para el futuro

Ciudades circulares, modelos para el futuro

De São Paulo a Milán, de Bogotá a Génova: así es como las prácticas de circularidad están transformando la vida de algunas ciudades en todo el mundo proyectándolas hacia el futuro.

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Repensar las ciudades ya no es una cuestión de “si” sino de “cómo”. En primer lugar, por la urbanización, que desde hace tiempo sigue en aumento. Actualmente, las ciudades albergan más de la mitad de la población mundial y producen más del 80% del PIB. Cifras destinadas a crecer aún más, determinando un escenario totalmente nuevo en la historia de la humanidad. Además, los centros urbanos son los que producen la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero, y desde allí debe partir cualquier solución para la crisis climática. Y ahora, a estos dos problemas “históricos”, se añade también la emergencia sanitaria.

 

La transición tiene que ser circular

Si la nueva base debe ser necesariamente la sostenibilidad a 360 grados, el camino que hay que recorrer es el de la economía circular; no solamente la práctica del reciclaje y la reutilización, sino un nuevo modelo que empiece en las etapas iniciales del diseño, en la elección de los materiales y la energía y que abarque de forma global todos los entornos urbanos: las actividades productivas e industriales, la alimentación, los residuos, los edificios, las infraestructuras, la gestión de la energía y el transporte, con miras a separar las actividades del consumo de recursos. Respecto a esto la economía circular puede desempeñar un papel realmente protagónico: de acuerdo con la Ellen MacArthur Foundation, las ciudades producen el 50% de los desechos globales y el 60-80% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Desde el punto de vista social, la economía circular puede favorecer la creación de empleo: el informe “Circular Europe”, realizado por Enel en colaboración con The European House - Ambrosetti, habla de 2,5 millones de nuevos empleos creados en Europa en 2018. Más en general, la circularidad puede representar una herramienta para incrementar la ventaja competitiva de empresas y ciudades, pero también de regiones enteras y de la Unión Europea en su conjunto, diversificando y ampliando los mercados y reduciendo los costes gracias a un uso eficiente de los recursos.

 

Las ciudades circulares

Por tanto, hace falta reinventar las ciudades desde una perspectiva de economía circular. Y esto es tanto más cierto en un escenario en el que el tejido social corre el riesgo de “deshilacharse” aún más debido a la pandemia y debe fortalecerse con la creación de nuevas redes.

 

“Las ciudades son los lugares donde aparecen de forma más evidente las contradicciones de nuestra forma de vivir, que pueden resolverse únicamente a través de soluciones innovadoras, aplicables también a escala global. La pandemia ha afectado profundamente a los centros urbanos, donde el distanciamiento físico ha amenazado con disgregar nuestras comunidades. El distanciamiento social fue contrarrestado por el acercamiento digital, que ha dado un nuevo impulso al tejido social durante esta difícil etapa de nuestras vidas”.

Michele Crisostomo, Presidente de Enel

 

Los position papers de nuestro Grupo están entre los estudios más cuidadosos sobre las ciudades circulares. La primera edición, publicada en 2018, estaba especialmente dedicada a las tecnologías; la segunda, en 2019, ampliaba su mirada hacia los modelos de negocio. Este año el informe, que lleva el título de “Ciudades circulares – Las ciudades del futuro”, profundiza y amplía el tema: el punto está en tener una visión compartida y en favorecer la colaboración entre todos los actores interesados, en particular a través de sinergias entre lo público y lo privado. En la administración de las ciudades hay que pasar del modelo tradicional vertical al modelo que los politólogos norteamericanos Stephen Goldsmith y Neil Kleiman llaman “gobernanza distribuida”, a la que contribuyen, además de las autoridades, también las diferentes partes interesadas, en especial las empresas. Se trata de un modelo ya adoptado, en diferentes niveles y con variedad de modalidades, en muchos países y está produciendo algunos de los ejemplos más interesantes de ciudades circulares.

 

De São Paulo a Milán: distritos inteligentes y gemelos digitales

São Paulo, una de las ciudades más grandes del mundo, es todo un laboratorio de innovación. Nuestro Grupo, que gestiona la red de distribución eléctrica, lanzó en el distrito financiero de Vila Olímpia el proyecto Urban Futurability, una copia virtual de la red eléctrica llamada Network Digital Twin: un instrumento útil no solo para optimizar la eficiencia operativa y el mantenimiento, sino también para estudiar las innovaciones a aplicar en una lógica de circularidad, con efectos por ejemplo en las actividades de mantenimiento predictivo para reducir el riesgo debido a condiciones meteorológicas extremas, incendios, inundaciones y para medir y mitigar las emisiones de carbono y la contaminación acústica.

Sobre esta base los trabajos para convertir 4,8 kilómetros de red eléctrica aérea en una red bajo tierra se llevan a cabo según un modelo de obra sostenible que, en las actividades de perforación, favorece la reutilización de materiales como agua y tierra, y se está examinando la posibilidad de remplazar el hormigón por polímeros reciclados obtenidos de residuos plásticos. Además, planteamos instalar nuevos contadores inteligentes fabricados reciclando desechos como cables y plásticos, o también los residuos de la cadena de suministro circular que gira en torno a la poda del verde urbano. En Vila Olímpia pusimos en marcha un proyecto de movilidad sostenible que incluye la instalación de estaciones de recarga de vehículos y bicicletas eléctricos, una línea de autobuses eléctricos, una red de semáforos inteligentes y un sistema de alumbrado urbano inteligente.

Al otro lado del océano, en Milán, ciudad hermanada con São Paulo desde 1961 y con la cual en los últimos años se ha reforzado la colaboración, se está realizando otro distrito a la vanguardia. En el otoño de 2021, en Milán se celebrará la conferencia preliminar de la COP-26 de Glasgow, precisamente, en una parte del área de la Expo 2015, que ahora estamos remodelando en el ámbito del proyecto Mind (Milano Innovation District), en colaboración con las autoridades locales y con Lendlease, empresa australiana líder del sector de las infraestructuras. Las soluciones innovadoras adoptadas incluyen tanto infraestructuras inteligentes para la movilidad eléctrica como el sistema de gestión Smart Pole, alimentado con energía solar y adaptable a numerosos ámbitos: alumbrado ciudadano, telecomunicaciones, análisis del tráfico y de los aparcamientos, sensores de carretera inteligentes, videovigilancia y análisis de vídeo, recarga de bicicletas y dispositivos eléctricos, almacenamiento de energía, pantallas informativas y publicitarias, sistemas de videollamada SOS e integración de herramientas de primeros auxilios.

En Milán, también nos dedicamos a remodelar edificios, entre los cuales un inmueble de pisos en la circunvalación externa, reestructurado en colaboración con las autoridades locales y la empresa especializada Rockwool: juntos realizamos un revestimiento exterior de lana de roca para disminuir la dispersión térmica e instalamos una bomba de calor más eficiente; aplicando un “gemelo digital”, comparable al de la red de Vila Olímpia, hemos concluido que con estas soluciones será posible reducir los costes de calefacción en un 80%.

 

De Bogotá a Génova: redes digitales y movilidad sostenible

En Bogotá, Colombia, las instituciones lanzaron un amplio programa para transformar la capital en una ciudad circular; precisamente en el Triángulo de Fenicia, una zona céntrica densamente poblada, se promovió un plan de renovación urbana que plantea la construcción de edificios residenciales, zonas comerciales, oficinas y hoteles. Se trata de un proyecto que surge de la colaboración entre lo público y lo privado, en el que nuestro Grupo participa a través de la modernización de las infraestructuras eléctricas en una óptica de circularidad: los trabajos se gestionarán favoreciendo el reciclaje y la reutilización de los materiales, minimizando el impacto ambiental y social y brindando oportunidades de desarrollo a la comunidad de vecinos.

El plan para Bogotá también incluye proyectos de movilidad eléctrica. En relación a esto, nuestra contribución más importante tiene que ver con la realización de infraestructuras para el metro. Además, para favorecer la colaboración entre lo público y lo privado también en el sector del transporte, siempre con vistas a la sostenibilidad, hemos elaborado un sistema de infraestructuras de recarga tanto para coches como para autobuses, que permitirá desarrollar un sistema de movilidad sostenible entre los más amplios y avanzados de América Latina.

En 1989 Bogotá estableció un acuerdo de colaboración con Génova, ciudad en la que nuestro Grupo centró su compromiso con la movilidad sostenible: por un lado, instalamos 200 puntos de recarga de vehículos eléctricos, y por otro, aplicamos City Analytics, la solución innovadora de Enel X para analizar los flujos urbanos, optimizar el funcionamiento del metro gracias a un mapa detallado de la ciudad integrado con el análisis de los flujos de movilidad, los recorridos más concurridos, las horas punta de acuerdo con las temporadas, el origen y el destino de los pasajeros.

No muy lejos, en el campus de la Universidad de Génova en Savona, instalamos un laboratorio (Living Lab) para desarrollar y ensayar tecnologías para redes inteligentes, instalaciones fotovoltaicas y solares de concentración, cogeneración, generación distribuida y sistemas de almacenamiento de electricidad. Otro ejemplo de sinergias, esta vez con el mundo universitario, que confirma la importancia de la colaboración para construir las ciudades del futuro.

 

“Desarrollamos nuestras actividades en muchas ciudades del mundo y sentimos la responsabilidad de ser los promotores de un modelo de desarrollo sostenible y circular. Nuestras comunidades demostraron que pueden sobrevivir gracias a las redes inteligentes. Y las redes, con la innovación que define su diseño, su función y disponibilidad, demostraron que pueden contribuir a reconsiderar la idea misma de ciudad, con menos espacio físico y más espacio antropológico y social. Una ciudad resiliente y proyectada hacia el futuro no puede dejar de reforzar cada vez más sus redes, conectando a todas las partes interesadas en una perspectiva de colaboración y circularidad. Como Enel, esto es lo que ayudamos a realizar en todas las comunidades en las que operamos, poniendo nuestra capacidad de innovar al servicio del bienestar social y el progreso sostenible”.

Michele Crisostomo, Presidente de Enel

 

Descarga aquí la tercera edición del documento de posición “Ciudades circulares – Las ciudades del futuro”.