Visión 20/30

Visión 20/30

Durante el Capital Markets Day de Enel, el Consejero Delegado y Director General Francesco Starace, y el Director de Administración, Finanzas y Control, Alberto De Paoli, presentaron el Plan Estratégico 2021-2023 y, por primera vez, la visión y las inversiones del Grupo para la próxima década.

Diez años: pueden parecer una eternidad o un instante, una manera como cualquier otra de marcar el paso del tiempo. O una visión, un horizonte.
Un objetivo.

Para Enel son precisamente eso, un objetivo –el año 2030– antes del cual prevé reducir las emisiones y contener el calentamiento global. En otros términos: asegurar un mundo mejor para nosotros mismos y para los que vendrán después. Y eso no solamente en términos de calidad de vida, sino de valor compartido con todas las partes interesadas.

Precisamente, la conciencia de cuán importante es este objetivo hizo que el Capital Markets Day 2020, la cita de finales de año en la que el Grupo Enel presenta a la comunidad financiera y al público en general su plan estratégico, fuera tan diferente a lo acostumbrado. Efectivamente, Francesco Starace y Alberto De Paoli, respectivamente Consejero Delegado y Director General y Director de Administración, Finanzas y Control de nuestro Grupo, durante el evento online del pasado 24 de noviembre presentaron no solamente el Plan Estratégico para el trienio 2021-2023, como suelen hacer, sino que, por primera vez, también presentaron la visión del Grupo para los próximos diez años, o sea hasta 2030.

Al final de la década que viene, y que para muchos aspectos debemos considerar como crucial, ¿qué tipo de utility será Enel, y cuál será su posición en el mundo?


La revolución eléctrica

En primer lugar fijémonos en el punto de partida: “El sector de la energía está destinado a sufrir una transformación radical”, afirmó Starace en su ponencia. Una auténtica revolución verde, alimentada por la necesidad creciente de un planeta cada vez más sostenible y descarbonizado. En este escenario las energías renovables llegarán a ser la principal fuente de energía y contribuirán a reducir las emisiones. Podemos suponer que en los próximos veinte años la capacidad global de las energías renovables se cuadruplicará, mientras que los costes seguirán bajando, creando oportunidades enormes para quienes ocupen una posición de liderazgo a nivel global.

Según Starace, este contexto llevará a los usuarios a electrificar un porcentaje cada vez mayor del consumo (para los próximos veinte años se prevé que el crecimiento llegue a más del 40%), con el consecuente aumento de la demanda de electricidad y de nuevos servicios relacionados. El crecimiento de la electrificación se deberá también a la urbanización –se estima que antes de 2050 el 70% de la población mundial vivirá en las ciudades frente al 55% actual– pero también a una concienciación cada vez mayor de los usuarios (a la que Enel contribuye desde hace tiempo) sobre cómo el cambio de las fuentes de energía fósiles a las fuentes de energía renovables es provechoso tanto del punto de vista económico como medioambiental.

 

Las utilities como plataformas

En semejante contexto, las infraestructuras de distribución tendrán que adaptarse para asegurar cada vez más estabilidad y resiliencia. En la base de todo eso estarán las redes digitales, el corazón de un sistema energético nuevo, hecho de servicios cada vez más numerosos y extendidos: no solamente las plantas de generación, sino también las soluciones de almacenamiento y las de respuesta a la demanda para los clientes industriales, los vehículos eléctricos, los puntos de recarga y los contadores inteligentes. Y las utilities se convertirán, o mejor dicho, tendrán que convertirse en el eje de este sistema, auténticas plataformas, flexibles y modulares por definición, y fundamentales para poder gestionar un sistema cada vez más complejo y dirigir la trayectoria hacia la transición energética como, según la definición de nuestro Consejero Delegado y Director General, “unos directores de orquesta”.

 

El liderazgo de Enel

Starace destacó que, entre las utilities, Enel es desde hace tiempo “el líder en todos los sectores básicos de esta transformación”. Gracias a las estrategias adoptadas en los últimos años, nuestro Grupo es el primer operador privado de energías renovables del mundo, con unos 49 GW de capacidad instalada, además de ser el mayor operador privado de redes (con más de 74 millones de usuarios finales) y el que posee la base de clientes más amplia, más de 70 millones.

“Además –continuó Starace– no somos líderes solo en términos de cifras, sino también de innovación digital”. Efectivamente, Enel –gracias al ambicioso programa de digitalización puesto en marcha en 2016– fue la primera gran utility completamente basada en la nube, con un incremento fenomenal de las capacidades de automatización, escalabilidad y eficiencia. En otras palabras, ya somos una plataforma en todos los aspectos, lo que nos permite aprovechar todas las oportunidades que brinda la transición energética, incluso a través de un modelo de negocio innovador, factible gracias al uso de plataformas, al que llamamos Stewardship, y que prevé también la participación de terceras partes –a través de partnership y joint-venture– con Enel como catalizador de inversiones, para extender el know-how y contribuir a realizar nuevos productos y servicios.

A la hora de hablar de oportunidades para aprovechar, es útil, en opinión de Starace, analizar los volúmenes de inversión previstos para el sector energético en los próximos veinte años. A nivel global, los estudios World Energy Investment 2020 y World Energy Outlook 2020 de la Agencia Internacional de la Energía, prevén inversiones en el desarrollo de las energías renovables en las dos próximas décadas por un total de 24 trillones de dólares, en base anual cuatro veces las de la última década, mientras que respecto al mismo periodo duplicarán las inversiones en las redes, llegando a un total de 12 trillones de dólares, e incluso se quintuplicarán (siempre en base anual) las inversiones en la movilidad eléctrica y la eficiencia energética de los usuarios finales (14 trillones en total). Más de 50 trillones de dólares en total que, para dar una idea de su cuantía, equivalen a los PIB combinados de China y Estados Unidos en 2019.

 

Las inversiones en los próximos 10 años

Frente a este escenario sin precedentes, Enel, que está situada en una posición única para afrontarlo como protagonista, cuenta con movilizar en los próximos diez años inversiones por unos 190.000 millones de euros (de los cuales, unos 150.000 serán a través del modelo tradicional de negocio, llamado Ownership, y unos 10.000 a través del modelo Stewardship, activando al mismo tiempo unos 30.000 millones de euros más en inversiones de terceros). Antes de 2030, puso de manifiesto Starace, el Grupo prevé añadir 95 GW de capacidad renovable (de los cuales 75 propios y el resto gestionados por cuenta de terceros), instalar –a través de Enel X– más de 4 millones de puntos de recarga para vehículos eléctricos y triplicar la oferta de soluciones tecnológicas flexibles para los clientes industriales. De esos 190.000 millones, aproximadamente 48.000 se invertirán ya en el próximo trienio, según explicó el Director de Administración, Finanzas y Control Alberto De Paoli, para dar de inmediato un poderoso impulso a la estrategia decenal.

Una estrategia que en 2030 llevará a Enel a contar con una capacidad instalada de energías renovables de unos 145 GW (tres veces más que la actual), valor que permitirá al Grupo consolidar su posición como Renewables Super Major, la mayor del sector con más del 4% de la cuota de mercado global (frente al 2,5% actual).

 

Valor compartido para todos

Más en general, afirmó Starace, las estrategias del Grupo contribuirán no solamente a alcanzar algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU –sobre los cuales ya estaban enfocados los anteriores planes trienales, con especial atención para el ODS 7 (Energía asequible y no contaminante), el ODS 9 (Industria, innovación e infraestructura), el ODS 11 (Ciudades y comunidades sostenibles) y el ODS 13 (Acción por el clima)– sino que podrán generar un importante valor compartido para todos, y en primer lugar para los accionistas, cuyo dividendo garantizado –resaltó De Paoli al entrar en los detalles del plan 2021-2023– pasará de los 35 céntimos de euro de hoy a los 43 de 2023, equivalentes a un CAGR del 7%.

Por lo tanto, para el medioambiente y los clientes: el crecimiento de las energías renovables y el cierre de las centrales de carbón llevarán, antes de 2030, a una reducción de las emisiones del 80% con respecto a 2017 (objetivo certificado por SBTi - Science-Based Targets initiative), mientras que las inversiones en digitalización y plataformas determinarán una fuerte mejora de la calidad del servicio, con el índice de duración promedio de las interrupciones de sistema que se reducirá a un tercio del actual.

Finalmente, las inversiones no tendrán solamente un impacto positivo en el medioambiente, los accionistas y los clientes, sino que contribuirán enormemente a relanzar la economía de los países en los que actúa nuestro Grupo, poniendo en marcha un mecanismo de multiplicación y generando valor compartido para toda la comunidad: efectivamente, se estima que el crecimiento generalizado del PIB procedente de las inversiones de la próxima década en estos países ascenderá a más de 240.000 millones de euros.

Casi la mitad de las inversiones en el modelo de negocio de Ownership se dedicarán a la línea de negocio Global Power Generation, con un total de unos 65.000 millones de euros destinados a las tecnologías renovables, que, de acuerdo con las previsiones, en 2030 le permitirán contar con unos 120 GW de capacidad consolidada generada por energías renovables, 2,7 veces más que hoy. Para lograrlo, el Grupo añadirá a los valores corrientes unos 75 GW más, bien equilibrados entre fuentes solares y eólicas. Para alcanzar este resultado, Enel aprovechará la mayor reserva de proyectos sobre energías renovables a nivel mundial, de más de 140 GW, junto a un modelo de plataforma para las actividades de Business Development, Engineering and Construction y Operation and Maintenance. Además, el Grupo plantea invertir 5.000 millones de euros más en la hibridación entre fuentes renovables y almacenamiento, con un potencial de unos 20 TWh para 2030. Oportunidades significativas llegarán también del segmento del hidrógeno verde, en el que Enel plantea integrar los electrolizadores en las centrales renovables que producen electricidad para venta directa o servicios de despacho, vendiendo hidrógeno verde también a clientes industriales. Se prevé llegar a más de 2 GW de capacidad en 2030.

Un 46% de las inversiones se destinarán a la línea de negocio global de Infraestructuras y Redes, que consolidarán significativamente la posición del Grupo como líder mundial de los operadores privados de red: aumentarán aún más la calidad, la escalabilidad, la fiabilidad y la resiliencia de nuestras infraestructuras de distribución (actualmente 11, por un total de 2,2 millones de kilómetros ya gestionados totalmente en remoto), que para 2030 serán controladas a través de una única plataforma global integrada y totalmente digitalizada.

El resto de las inversiones se dedicará a los clientes y generará un aumento neto del customer value. El Grupo tendrá un rol habilitador en el proceso de electrificación, acelerando la transición de los clientes hacia la sostenibilidad y la eficiencia energética, combinando la oferta tradicional con servicios beyond commodity. Esta actividad se beneficiará con la base de clientes más grande del mundo, las plataformas digitales y una creciente cartera integrada de ofertas en los segmentos de B2C (Business to Customer), B2B (Business to Business) y B2G (Business to Government).

 

Una empresa realmente global

En definitiva, para 2030 Enel se ve como una utility única en el mundo, con “una huella geográfica realmente global, tan vasta como el mundo”, comentó Starace, pero, desde el punto de vista medioambiental, lo más ligera posible.

Durante el Capital Markets Day del año pasado, resumimos el plan estratégico en una ecuación: sostenibilidad es igual a valor. Los hechos lo han demostrado, y hoy sabemos que ese valor generado por la sostenibilidad puede ser beneficioso para todos. “Hace tan solo un año, no teníamos ni idea de lo que nos esperaba en los próximos meses”, dijo Starace al finalizar su presentación en el mercado financiero. “No obstante, a pesar de la pandemia que ha afectado al planeta, el trabajo excepcional de nuestros compañeros y su fuerte motivación para seguir la trayectoria de la sostenibilidad hicieron que Enel consiguiera todos los objetivos que se había planteado para 2020, y que en muchos aspectos eran únicos”.

“La pandemia nos ha revelado muchas cosas sobre nosotros mismos”, continuó nuestro Consejero Delegado y Director General. “Nos hemos dado cuenta profundamente de la importancia de ser digitales, y de cómo el alto nivel de digitalización de nuestro Grupo nos ha permitido seguir trabajando durante toda la emergencia sin sufrir impactos negativos. Y nos hemos vuelto aún más conscientes de que somos una empresa que trabaja por el bien de las personas, y de la importancia de nuestro rol. Y es también de esta nueva conciencia de nuestra solidez, de este reforzado sentido de propósito, que nace la estrategia decenal que acabamos de presentar hoy”.

Al fin y al cabo, la forma más segura de alcanzar una meta es saber exactamente dónde se encuentra y por qué quieres llegar.