Los diez años que cambiarán la energía

Los diez años que cambiarán la energía

La descarbonización, la electrificación y la digitalización están transformando el papel de las utilities: Enel ha sabido prever el cambio y hoy está en condiciones de presentar su visión para 2030. El Director de Administración, Finanzas y Control Alberto De Paoli es el protagonista de la cita con #MeetEnel.

Será arrolladora y cambiará nuestro modo de vivir: la revolución energética acaba de empezar, pero sabemos que se quedará y será para siempre. Incluso el mundo financiero se ha dado cuenta y está invirtiendo cada vez más en los líderes del cambio.

Revolución ha sido la palabra más frecuente en la segunda edición del #MeetEnel, la serie de encuentros organizados por nuestro Grupo para profundizar sobre temas y decisiones estratégicas con expertos del sector y líderes de opinión. “La visión estratégica de Enel 2030: una década de oportunidades” es el título del evento que se celebró el 18 de febrero en formato digital y cuyo protagonista fue el Director de Administración, Finanzas y Control de Enel, Alberto De Paoli. En el debate también participaron Giulio Baratta, director de DCM Corporates EMEA de BNP Paribas, Marisa Parmigiani, presidenta de CSR Manager Network, y Mariangela Pira, periodista de Sky TG24, en calidad de moderadora.

 

Hacia un nuevo sistema energético

Gracias a las decisiones que ha tomado en los últimos años, nuestro Grupo representa un observatorio privilegiado y natural para anticipar las tendencias del sector y medir los primeros efectos de una transformación que involucrará a todas las empresas del sector de la energía y no solo a las utilities. “Si bien utilizan distintas fuentes, tenderán a confluir hacia una sola forma de energía, la electricidad, la única que puede garantizar un desarrollo sostenible para combatir el cambio climático”, explicó De Paoli.

Una transformación con la que se convertirán en plataformas flexibles y modulares para encauzar el sistema hacia la transición energética. Pasaremos de tener unas pocas centrales grandes que producen energía para millones de consumidores pasivos por medio de infraestructuras pasivas a un sistema cada vez más extendido basado en energías renovables con miles de millones de consumidores y objetos activos conectados a través de redes cada vez más digitalizadas. “Una transformación que obligará a las utilities a cambiar de piel”, explicó De Paoli.

 

 

“Ya hace cinco años que en Enel vimos estas tendencias y nos preparamos: hemos cambiado nuestro modelo de negocio invirtiendo en renovables, redes y digitalización”

Alberto De Paoli, Director de Administración, Finanzas y Control de Enel

 

“No fue una decisión basada solamente en motivos éticos, sino también de negocios”, añadió De Paoli. Hoy, gracias a la ventaja de haber sido los primeros en movernos, nuestro Grupo es líder en los tres ejes principales de la revolución que se avecina: somos el primer operador privado de energías renovables del mundo, con una capacidad instalada de casi 49 GW, el mayor operador privado de redes (más de 74 millones de usuarios finales) y el que cuenta con la mayor base de clientes, más de 70 millones.

 

Las tres tendencias principales del futuro

¿Cómo será Enel dentro de diez años? En ocasión del Capital Markets Day 2020, nuestro Grupo presentó su propia visión para 2030 junto al Plan Estratégico trienal. De Paoli explicó que la mayor ventaja de Enel radica en ser líder en los sectores que más van a crecer en la próxima década y que están relacionados con las tendencias de descarbonización, electrificación y digitalización. Sectores que ya están experimentando un desarrollo imparable, como las energías renovables que, gracias a la innovación tecnológica de las últimas décadas, se han vuelto más competitivas que los combustibles fósiles. “Ni siquiera las decisiones políticas lograrán frenar esta tendencia”. Baste pensar que en EE. UU., que con la administración anterior salió del Acuerdo de París (y hoy vuelve a incorporarse), se han cerrado muchísimas centrales de carbón para invertir en renovables porque son más competitivas. Los beneficios de la electrificación para el usuario final también contribuirán a reforzar la tendencia que se está produciendo: “Si se utiliza solamente electricidad para el consumo particular, desde la calefacción hasta la movilidad, se llega a ahorrar entre un 25-30%”.

Otra ventaja importante de Enel es la que figura en su finalidad y que aparece escrita en su estrategia: apuntar a un progreso sostenible, lo cual significa crear valor para todas las partes interesadas, no solo para los accionistas, adoptando una nueva forma de capitalismo conocida como stakeholder capitalism o capitalismo de las partes interesadas. Para De Paoli, esto “hace que la empresa pueda crecer de forma duradera”, otorgándole la certeza de un futuro a largo plazo. De ahí se explica que el valor en bolsa del Grupo se haya triplicado de 2015 hasta hoy, pasando de aproximadamente 35.000 millones de euros a más de 90.000 millones a principios de 2021, gracias a lo cual el Grupo Enel ha afianzado su posición líder en la clasificación de las empresas europeas del sector por capitalización.

 

El papel decisivo de las finanzas sostenibles

En el #MeetEnel, Baratta confirmó el papel decisivo de las finanzas sostenibles para acelerar la transición energética. Actualmente, los inversores son muy selectivos a la hora de premiar a las empresas líderes de sostenibilidad, “las que guían el cambio climático, porque son capaces de crear valor a mediano y largo plazo, actores a prueba de futuro”, explicó Baratta, que también subrayó el papel de las finanzas públicas, “por su naturaleza están interesadas en crear valor para las comunidades y para la vida de las personas, un valor social y medioambiental a la vez”.

“Un valor tangible, que hoy en día se mide con indicadores de rendimiento (KPI) precisos y muy concretos, como está haciendo Enel”, añadió Parmigiani. Actualmente, la creación de valor es fundamental para todas las partes interesadas. Está cambiando la noción misma de parte interesada: ya no son los representantes de los intereses de los demás, como en los años noventa, sino los propios ciudadanos. “Hoy son ellos las principales partes interesadas y la reputación de una empresa representa un valor intangible tan importante y concreto como los KPI”.

“La sostenibilidad es el nuevo must”, concluyó De Paoli. Antes se la consideraba como un sector a parte, hoy una estrategia que gire en torno a la sostenibilidad representa para una empresa la única manera de hacer negocios y de sobrevivir a largo plazo. Incluso a nivel financiero. Los bonos verdes, vinculados a proyectos específicos, reflejan una versión anticuada de la sostenibilidad. Nuestro Grupo ha sido el primero en presentar en el mundo los Sustainable-Linked Bond, bonos ligados a objetivos estratégicos de sostenibilidad del Grupo. La consecución de los mismos objetivos estratégicos vinculados a la sostenibilidad supone una reducción del nivel de riesgo del Grupo que, por lo tanto, merece un menor coste de capital. “Muchas empresas han seguido nuestros pasos y los Sustainable-Linked Bond ya son de uso común: estamos orgullosos de haber sido los primeros y de haber innovado el sistema financiero”. Otra revolución que se ha puesto en marcha y no se detendrá.