Avanchair, la silla de ruedas con un toque extra

Avanchair, la silla de ruedas con un toque extra

La startup Avanchair lanza una campaña de crowdfunding para una silla de ruedas innovadora para personas con discapacidad: Enel, cada vez más un punto de referencia para los clientes, ve en el proyecto atención a la inclusión e innovación en la movilidad eléctrica.

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Tal vez no todo el mundo sepa que uno de los primeros vehículos con baterías eléctricas fue una silla de ruedas para personas con discapacidad. Los experimentos del inventor canadiense George Klein se remontan a comienzos de los años treinta del siglo pasado, y los veteranos de guerra se beneficiaron de él ya en los años cuarenta, varias décadas antes de que se fundaran las fábricas de Tesla.

Pero, paradójicamente, se trata de un sector en el que el progreso tecnológico es lento: el nivel actual de desarrollo, salvo algunos casos, se detuvo sustancialmente antes de los años noventa. Un retraso que representa una oportunidad perdida: la Organización Mundial de la Salud estima que casi 65 millones de personas necesitan una silla de ruedas, mientras que para la Wheelchair Foundation son más de 130 millones. Y para muchas de ellas, esta herramienta innovadora podría ser la mejor solución.

 

La intuición feliz

Llenar este vacío es la tarea que se atribuyó Andrea Depalo, empresario italiano cuya ilusión es hacer que su discapacidad personal pueda contribuir a mejorar la vida de todos los que se encuentran en una situación parecida a la suya.

Por eso, en 2018, fundó Avanchair, una startup a través de la cual intenta realizar y comercializar a la que define como su “intuición feliz”: una silla de ruedas eléctrica futurista, con equipamiento a la vanguardia. La vocación innovadora ya está presente en el nombre, que une “avan”, del italiano avanzare (avanzar) o avanguardia (vanguardia) con el inglés chair (silla).

Por ahora, con la colaboración de sus socios, ha realizado un “demostrador tecnológico” que él mismo utiliza y que ya cuenta con la primera gran innovación, una novedad a escala mundial: cuando la silla está quieta, el asiento puede moverse horizontal y verticalmente, de manera que el usuario puede pasar de forma autónoma de la silla a la cama o al baño y viceversa. Una solución que garantiza a los usuarios mayor autonomía pero también mayor seguridad al desplazarse.

“La idea era ser autónomo incluso en los momentos más críticos para una persona que tiene una discapacidad parecida a la mía: acostarse de manera independiente, entrar en un coche o ir al baño. Parecen cosas triviales, pero las hacemos muchas veces al día”, explica Depalo. Y en la base de todo esto estaban “mis ganas de intentar ser más independiente, de no ser un peso para mi maravillosa familia, que me ayuda siempre, ni para mis amigos”.

 

El encuentro con Enel

Un momento decisivo fue el encuentro con Enel y, concretamente, con Ernesto Ciorra, director de Innovability del Grupo. Muchas startups se estancan porque no desarrollan planes bien estructurados o porque no encuentran los canales adecuados. La red de Innovation Hub de Enel ha evitado que Depalo se enfrentara con estos riesgos: “Su trayectoria de aceleración nos ha permitido realizar un plan de negocio sólido que, junto con la parte técnica, es la otra columna vertebral del proyecto”.

De este modo, Avanchair pudo aprovechar nuestro modelo orientado a la Open Innovation: crear un entorno colaborativo en el que se valoran todas las ideas innovadoras. Un enfoque que Depalo aprecia mucho: “Estoy de acuerdo con el rol y la forma de actuar de Enel, que no es asociarse con las startups, sino apoyarlas desde afuera y ayudarlas a crecer”.

Además, en este caso, para Enel hay un elemento más de sintonía: el proyecto favorece la inclusión de las personas con discapacidad, uno de nuestros valores de referencia junto con la valorización de la diversidad. Y es una de las numerosas razones que hacen de Enel un punto de referencia para los clientes.

Por no hablar de la convergencia entre las diferentes formas de movilidad sostenible: “A fin de cuentas –comenta Depalo– la diferencia entre una Tesla y una Avanchair es realmente mínima, en el sentido de que su principio de funcionamiento es el mismo. La diferencia está en el tamaño, la velocidad y el uso, porque la silla de ruedas eléctrica puede utilizarse también en casa”.

Este paralelismo ha generado una idea visionaria: realizar un dispositivo para recargar las sillas de ruedas eléctricas utilizando las infraestructuras de recarga de los coches. El resultado –una novedad a escala mundial en su género– se llama JuiceAbility y fue presentado oficialmente en 2020 en Las Vegas con motivo del Consumer Electronic Show – CES 2020, la feria de electrónica más importante del mundo.

Este producto ha sido desarrollado por Enel X, la sociedad de nuestro Grupo que se dedica a las tecnologías innovadoras para la movilidad eléctrica, con el precioso asesoramiento de Depalo, porque es sumamente importante contar siempre con la opinión de los usuarios finales. Comenta el empresario: “En el ámbito de Open Innovation pude dar mi contribución en lo que se refiere al uso y características de este producto, que nació de la necesidad de quienes necesitan recargarlo, mientras el desarrollo técnico de JuiceAbility estuvo a cargo del equipo de Enel”.

 

Y ahora, ¡a avanzar!

Para Avanchair, ahora es el momento de ir hacia adelante. El objetivo es claro: pasar del nivel artesanal al nivel industrial. Es por eso que, el pasado 4 de mayo, se lanzó una campaña de crowdfunding en la plataforma Eppela que apunta a recaudar 130 000 euros en 40 días para desarrollar el primer prototipo listo para el mercado.

En esta fase, también es determinante la participación de Enel, ya que el Grupo se ha comprometido a contribuir con 10 000 euros cada 5000 euros recaudados, hasta un máximo de 50 000 euros, o sea, hasta triplicar los fondos recaudados.

Según Depalo, seis meses serán suficientes para realizar el proyecto; más nueve meses para obtener las autorizaciones correspondientes. Sin embargo, al tratarse de un dispositivo médico, los tiempos serán más cortos y el producto debería estar en el mercado a fines de 2022. Depalo también asegura que los precios serán competitivos, incluso más bajos que los de los escasos modelos comparables por complejidad tecnológica que se comercializan actualmente.

 

Un espacio sin fronteras

Para el futuro, los horizontes son aún más amplios. Para empezar, se podrían realizar diferentes versiones de la silla, diseñadas para diferentes necesidades. Además, la alineación con los vehículos eléctricos podría aportar mejoras tecnológicas: baterías más eficientes, mayor autonomía, monitorización continua del estado de la batería, servicios de recarga rápida e integración con las redes de recarga tanto domésticas como públicas.

Y aún más: ya han comenzado los contactos con empresas especializadas en sistemas de sensores, que podrán equipar la silla con herramientas de Internet de las Cosas, como la conducción autónoma o la apertura automática de la puerta de casa. En cambio, otros sensores podrían integrar sistemas avanzados de e-Health: por ejemplo, la posibilidad de registrar los parámetros de salud del usuario y, de ser necesario, transmitirlos automáticamente y en tiempo real a médicos y familiares. Y así sucesivamente, sin límites ni fronteras para otros desarrollos tecnológicos. Sin barreras.