Métricas híbridas: mantener a las empresas encaminadas vinculando sostenibilidad y finanzas

Métricas híbridas: mantener a las empresas encaminadas vinculando sostenibilidad y finanzas

de Francesca Gostinelli, Head of Group Strategy, Economics and Scenario Planning de Enel y Miembro del Directorio de Enel Américas y Giulia Genuardi, Head of Sustainability Planning and Performance Management de Enel y Miembro del Directorio de Enel Américas
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La relación positiva entre el desempeño de sostenibilidad corporativo y los resultados financieros de las empresas ahora es más clara que nunca. Los indicadores Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) son parte de la base para evaluar el desempeño corporativo con el fin de crear valor a largo plazo y asegurar una ventaja competitiva.

Afortunadamente, ha habido esfuerzos crecientes del mercado para considerar un cambio de los costes al valor al evaluar los resultados económicos, ambientales, sociales y técnicos de todas las potenciales soluciones, como inversiones, proyectos y opciones alternativas, con el fin de hacer que la transición energética suceda rápido y para beneficio de todos. 

En este contexto, las métricas híbridas representan una nueva frontera en la medición de la creación de valor, vinculada al desempeño de la sostenibilidad y la evolución del negocio. Aunque aún están siendo definidas y analizadas, estas métricas podrán combinar el impacto corporativo, social y ambiental con los indicadores estándar de desempeño financiero. La creciente necesidad de métricas efectivas para medir la creación de valor sostenible ha sido impulsada por un importante cambio de paradigma en el que se espera que los negocios “hagan el bien y anden bien” al mismo tiempo. Con esto en mente, nuestra organización sin ánimo de lucro, la Fundación Enel, en colaboración con Mark Kramer –cofundador y director administrativo de FSG y miembro de la Iniciativa de Valor Compartido–, publicó el año pasado un estudio titulado “Hybrid Metrics: Connecting Shared Value to Shareholder Value” (“Métricas híbridas: conectando el valor compartido con el valor para el accionista”). El estudio fue un esfuerzo inicial para demostrar el potencial de estas métricas, explorando la mejor manera de combinar indicadores ESG e indicadores financieros. 

La sostenibilidad es una fuerza impulsora mientras abordamos los desafíos y trabajamos juntos para definir un nuevo modelo de desarrollo que no deje a nadie atrás. El resultado es que hoy estamos aplicando un pensamiento basado en la sostenibilidad en todas nuestras áreas de negocio, incluso en el ámbito financiero. Un claro ejemplo es nuestra estrategia de descarbonización, a través de la cual esperamos generar 40 euros/ MWh de EBITDA para 2030, comparados con los 31 euros/ MWh de 2020, reduciendo a la vez las emisiones unitarias del negocio de generación (Alcance 1) en aproximadamente un 80% desde el año base 2017, y con una mejora de circularidad del 86% para 2030 en beneficio de toda la sociedad. 

Esto destaca la importancia de mirar hacia el futuro cuando se trata de evaluar nuestro camino sostenible, ya que los planes y objetivos que impulsan nuestra transformación pueden brindar perspectivas relevantes junto con los resultados reales. Aunque la medición cuantitativa de la creación de valor sostenible a través de métricas integradas sigue siendo un desafío, hemos estado trabajando en varios frentes con este objetivo. Por segundo año consecutivo, hemos revelado en nuestro Plan Estratégico un claro alineamiento de nuestras inversiones con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (más del 90% de nuestras inversiones consolidadas para 2021-2023) y hemos implementado internamente una metodología de evaluación para mirar más allá del retorno económico de los proyectos, focalizándonos también en los beneficios sociales de nuestras inversiones. Al mismo tiempo, la empresa respalda constantemente nuevas metodologías de cuantificación que integran las perspectivas de negocios con la sostenibilidad, como la posibilidad de calcular el EBITDA circular, que mostrará cuánto del EBITDA de Enel es atribuido a las actividades circulares, como se explica mejor en el Informe de Sostenibilidad 2020 del Grupo. 

En este momento, el principal desafío consiste en estandarizar el marco para respaldar la implementación completa, la confiabilidad y la comparabilidad de las métricas híbridas. Primero, los datos a tener en cuenta deberán cubrir los impactos y operaciones generales de manera integral incluyendo, por ejemplo, todos los alcances de las emisiones de gases de efecto invernadero (GHG) para una comparación más transparente y coherente entre los esfuerzos de descarbonización alcanzados y los declarados. Además, el cronograma de referencia deberá incluir, junto con los resultados alcanzados hasta la fecha, los compromisos, objetivos y estrategias que se están implementando en el corto, mediano y largo plazo. 

Las métricas basadas en compromisos y planes futuros, permiten estrategias a largo plazo más sólidas y confiables, al tiempo que representan mejor la habilidad de nuestro Grupo y la posibilidad de afrontar y adaptarse a los desafíos futuros de modo sostenible. Estas métricas dan señales claras sobre las próximas acciones y caminos a través de los cuales podemos cumplir con nuestra estrategia sostenible.

Estamos comprometidos a seguir participando en los esfuerzos para desarrollar un lenguaje y un marco en común para los modelos de negocios de “valor para todos”, de modo que los resultados sean adecuadamente medidos y presentados. Las métricas híbridas pueden aplicarse a cualquier sector y tienen el potencial de respaldar una toma de decisiones mejor informada, identificando indicadores de valor claves tanto para las empresas como para los inversores. Cada parte interesada representa un motor para la acción y, si se miden correctamente, las acciones y compromisos pueden acelerar el cambio que el mundo está buscando, aumentando el compromiso y generando valor para todos.