El Flexibility Lab de Enel para redes cada vez más flexibles

El Flexibility Lab de Enel para redes cada vez más flexibles

La flexibilidad es una de las características fundamentales para garantizar la eficiencia de los actuales sistemas de distribución eléctrica. Para seguir explorando el potencial de desarrollo de los servicios en este sector, Enel ha inaugurado un laboratorio descentralizado e innovador que incluye cuatro centros de excelencia en Italia y España.

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¿Cuál es la diferencia entre este siglo y el pasado? No sería demasiado atrevido responder que es la flexibilidad. Lo demuestra la importancia atribuida en la actualidad a la resiliencia, es decir, la capacidad de adaptarse a los cambios y valorizarlos. Uno de los sectores en que esta tendencia es más evidente es el de la energía, un fluido natural. Y, en particular, el sector de la electricidad, que tiene un rol cada vez más central.

Enel está al frente de este cambio de época, tanto por su experiencia consolidada en la gestión de las redes eléctricas como por la constante innovación de la digitalización que posibilita nuevas soluciones de flexibilidad, para acelerar las redes del futuro.

 

Los motivos del cambio

El potente impulso hacia la flexibilidad lo da, ante todo, la transición energética en curso. Por un lado, el de la generación de electricidad, el modelo tradicional basado en algunas pocas grandes centrales está evolucionando hacia un sistema cada vez más caracterizado por centrales alimentadas con fuentes renovables, descentralizadas y de menores dimensiones. Por el otro, los consumidores finales, están y estarán cada vez más electrificados, por ejemplo, en el transporte o en sectores domésticos como la calefacción y la cocina.

Para responder con eficacia a las nuevas exigencias que impone la transición energética, las redes eléctricas deben garantizar un sistema cada vez más estable y eficiente, siendo aún más flexibles para gestionar flujos de electricidad multidireccionales y para adaptarse continuamente a las variaciones, tanto de la producción como de la demanda.

Estas nuevas redes eléctricas tecnológicas y digitales son las smart grids, un sector donde Enel se posiciona como uno de los principales operadores a nivel mundial gracias a más de 44 millones de smart meters instalados para la gestión de la red en tiempo real. Pero queremos avanzar aún más, usando tecnologías cada vez más orientadas en la flexibilidad. Por ello, hemos lanzado el Flexibility Lab.

 

El nuevo proyecto

La iniciativa, en línea con nuestro enfoque de innovación constante, consiste en la activación de un laboratorio ubicado en cuatro localidades que se encuentran en los dos países donde el Grupo está más presente: Milán y Bari en Italia, Málaga y Barcelona en España.

Las sedes del laboratorio, dirigidas por personal altamente cualificado, utilizan tecnologías de vanguardia que permiten a todos las partes interesadas del mercado emergente de la flexibilidad, colaborar, probar y verificar sus soluciones en un ambiente operativo real. Además, podrán validar la compatibilidad de los instrumentos tecnológicos usados, evaluar la calidad de los servicios, definir y experimentar parámetros operativos adecuados, prever impactos en los diferentes escenarios de las redes y realizar pruebas de estrés en condiciones extraordinarias como fenómenos meteorológicos extremos y averías en las redes.

En definitiva, la iniciativa apunta a fortalecer el aporte y la difusión de los recursos energéticos distribuidos conectados a la red, a través de la mejora de los servicios de flexibilidad gracias a la capacidad de Enel, operador líder de red a nivel internacional, de desempeñar el rol de facilitador neutral de los servicios de flexibilidad para gestionar las congestiones de las redes, regular la tensión y prevenir los cortes.

Por lo tanto, con este proyecto cumplimos con los requerimientos de las normativas europeas, en particular con el “Clean Energy Package” de 2019, un paquete de medidas sobre energía donde se establece que los operadores de redes eléctricas deben adquirir servicios de flexibilidad mediante procesos de mercado transparentes y no discriminatorios, con el fin de gestionar y desarrollar con mayor eficiencia su propia red.

“Mientras entramos en una nueva era energética, caracterizada por una transición sin precedentes hacia recursos energéticos distribuidos conectados a la red, nuestra infraestructura necesita expandirse, y esto requiere soluciones inteligentes y confiables que puedan brindar un servicio de calidad a nuestros clientes, en cualquier lugar y en todo momento. Dentro de este escenario en evolución, la flexibilidad tiene un rol clave en la transformación energética”, dice Antonio Cammisecra, director de la División Global Infraestructuras y Redes de Enel. “Mediante nuestra iniciativa Flexibility Lab, abrimos las puertas de nuestros clientes de excelencia a todas las partes interesadas de la energía eléctrica, permitiéndoles colaborar, probar y verificar sus soluciones en un ambiente operativo real, preparándolos para el futuro en beneficio de los consumidores siguiendo la hoja de ruta hacia un futuro sin emisiones”.

 

Cuatro centros especializados

Cada uno de los cuatro centros de la iniciativa Flexibility Lab tiene su propia especialidad, en cuanto a las áreas tecnológicas de referencia.

Los dos centros italianos se dedican a la simulación en un ambiente controlado para analizar las potencialidades y la integración en la red de los diferentes recursos de flexibilidad (entre ellos, la generación distribuida, la movilidad eléctrica y los sistemas de almacenamiento de energía), incluso en escenarios operativos extremos.

Particularmente, el laboratorio de Milán se especializa en la red de media tensión, mientras que el de Bari en la red de baja tensión y las minirredes locales alimentadas por pequeñas plantas de generación que no están conectadas a las redes nacionales.

Por su parte, el Flexibility Lab de Barcelona trabaja en las redes de alta tensión y en la movilidad eléctrica, con la posibilidad de estudiar los dispositivos de almacenamiento y la integración de los vehículos eléctricos en la red. Además, el lugar acoge el Centro de Control de Flexibilidad, que se encarga de supervisar los diferentes proyectos piloto que forman parte del proyecto.

Por último, el centro de Málaga, especializado en servicios de regulación de la demanda, es un “laboratorio viviente” del European Network of Living Labs (ENoLL), la asociación internacional que facilita la colaboración y el intercambio de conocimientos entre los laboratorios científicos. En este ámbito, alberga la sede del proyecto europeo CoordiNet, cuya finalidad es investigar la flexibilidad en todos los niveles, desde las redes de transmisión y las de distribución, hasta la participación directa de los consumidores. La finalidad es un sistema eléctrico confiable, sostenible y resiliente: un objetivo que destaca cómo la flexibilidad es una herramienta concreta para mejorar el estilo de vida de las personas en términos de calidad y sostenibilidad.