El futuro se decide en Glasgow COP26, del lado de la Tierra

El futuro se decide en Glasgow COP26, del lado de la Tierra

Este otoño, se celebrará en Glasgow la COP26 sobre el cambio climático, organizada por el Reino Unido en colaboración con Italia. La conferencia podría ser un momento decisivo para limitar el calentamiento global a través de la transición energética y la electrificación, y para entregarles un mundo sostenible a las generaciones futuras.

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La emergencia climática es uno de los desafíos principales al que tenemos que enfrentarnos por nuestro planeta. El camino para afrontarla es el de la transición energética que, con la difusión de las fuentes renovables y la electrificación, puede llegar a reducir la concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Cómo lograrlo es un asunto de vital importancia al que se dedican algunas organizaciones internacionales, empezando por la ONU.

 

Una conferencia sostenible

Desde el 31 de octubre al 12 de noviembre, tendrá lugar en Glasgow, Escocia, la esperada COP26, es decir la 26° Conferencia de las Partes (Conference of the PartiesCOP) de Naciones Unidas sobre el cambio climático, el encuentro más importante a nivel mundial sobre la crisis climática.

La Conferencia, organizada en colaboración con Italia, se llevará a cabo por primera vez en el Reino Unido. La elección recayó Glasgow por su capacidad receptiva y, principalmente, por ser la primera ciudad a nivel nacional –y la cuarta a nivel mundial– en el Global Destination Sustainability Index, el índice internacional que mide la sostenibilidad de las ciudades.

Como sede de la conferencia se eligió el Scottish Event Campus (SEC), que cuenta con auditórium, anfiteatro y salas de exposición: será el entorno ideal para inspirar a los delegados de todo el mundo a adoptar las políticas ambientales adecuadas, teniendo en cuenta que ganó el Gold Green Tourism Award de turismo sostenible y que toda la conferencia se organizará para dar la máxima prioridad a la sostenibilidad, de acuerdo con las normas del International Standard for Sustainable Events (ISO20121).

El presidente de la Conferencia será Alok Sharma, secretario de Estado (o sea ministro) de Asuntos económicos, Energía y Estrategia industrial del Reino Unido y ex secretario de Estado de desarrollo internacional. A su lado, tendrá un nutrido equipo de expertos y personalidades entre los cuales destaca el nombre de David Attenborough, el gran naturalista y divulgador que ya contribuyó de forma significativa a sensibilizar a la opinión pública sobre los asuntos ambientales.

 

De Río a París

La COP26 es una nueva etapa de una trayectoria que viene desde lejos. Todo empezó en 1992, cuando en Río de Janeiro se firmó la Convención de Naciones Unidas sobre el cambio climático, que entró en vigor en 1994: el convenio fundamental con el cual la comunidad internacional tomó acta del calentamiento global, que había determinado el aumento de un grado de la temperatura media del planeta respecto a los niveles previos a la revolución industrial, y decidió intervenir para limitarlo a través de la reducción de la concentración atmosférica de los gases de efecto invernadero (principalmente, el gas carbónico).

Desde 1995, cada año tiene lugar una Conferencia de las Partes, a partir de la COP1 de Berlín. Con motivo de la COP3 de Kioto, en 1997 se firmó el primer protocolo que ponía a los países objetivos vinculantes en lo que se refiere a las emisiones de gases de efecto invernadero, hasta el año 2012. En 2015, en la COP21 de París, se firmó un nuevo convenio para mantener el calentamiento global a finales de siglo “muy por debajo” de 2 grados en comparación a los niveles preindustriales y, posiblemente, limitarlo a 1,5 grados. Los países, incluso sin estar vinculados por objetivos determinados, se comprometieron a establecer cada uno su calendario para lograr ese objetivo.

El acuerdo de París, también pedía que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la ONU redactara un informe sobre el tema. El documento, publicado en 2018, afirma que el objetivo de 1,5 grados solo puede alcanzarse a través de un compromiso muy fuerte: reducir las emisiones en un 45% para 2030 en comparación con los niveles de 2010, y llegar a un balance neto de cero emisiones de carbono para 2050 (es decir, debe haber una compensación perfecta entre las emisiones que se emiten y las que se eliminan de la atmósfera).

Para alcanzar este importante resultado es necesaria la participación de todos, en particular de las grandes empresas energéticas. Por lo tanto, es primordial el papel de un Grupo como Enel que, por un lado, como “Renewables Super Major”, posibilita la transición energética y, por el otro, como gran operador de red, está a la vanguardia para las “Redes del futuro”.

 

Los eventos preparatorios de la COP26 en el mundo y en Italia

Es en este contexto que se va a celebrar la COP26, culminación de un año de iniciativas dedicadas al clima, entre las cuales la Cumbre de Líderes para el Clima (22 y 23 de abril), el G20 de Medioambiente, energía y clima de Nápoles (22 y 23 de julio), la 54° sesión del IPCC (del 26 de julio al 6 de agosto y parte de un proyecto más amplio para reexaminar las evidencias científicas sobre el cambio climático que finalizará en 2022), y la Semana del Clima de Nueva York (del 20 al 26 de septiembre). Además, antes de la conferencia de Glasgow, se celebrarán en Milán (sede de la COP9 en 2003) algunos eventos especialmente organizados en el marco de la cooperación con Italia.

El primero, es la cumbre juvenil “Youth4Climate: Driving Ambition”, que reunirá en la capital lombarda a unos 400 jóvenes de entre 18 y 29 años procedentes de todo el mundo para formular propuestas para plantear a los delegados de Glasgow: es una manera de darle voz a una generación que ya ha manifestado su fuerte sensibilidad ecológica y que, aún más que las generaciones anteriores, tendrá que hacer frente a los efectos del cambio climático.

Del 30 de septiembre al 2 de octubre, tendrá lugar el encuentro llamado Pre-COP que, como todos los años, reunirá a miembros del gobierno, representantes de la Convención Marco de Naciones Unides sobre el Cambio Climático (United Nations Framework Convention on Climate Change, UNFCCC) y a otras partes interesadas, para profundizar sobre los temas principales en que se centrarán las negociaciones, plantear soluciones, compartir experiencias y opiniones. De hecho, en Milán se sentarán las bases sobre las que se construirá la COP de Glasgow.

 

Los cuatro objetivos

Son cuatro los objetivos principales de la COP de Glasgow. El primero, continúa las pautas de las COP precedentes y, en particular, del acuerdo de París: hacer que el mundo alcance un balance neto de cero emisiones de gases de efecto invernadero para 2050, de manera de no perder la oportunidad de limitar el aumento de las temperaturas a 1,5 grados hasta el año 2100. Para lograrlo, se necesitarán políticas dirigidas a acelerar la transición energética en todos sus aspectos (incluida la difusión del transporte eléctrico) y detener la deforestación.

El segundo objetivo es más específico y se refiere a la protección de las comunidades locales y los hábitats naturales amenazados por las consecuencias del cambio climático. Pues, por un lado hace falta proteger los ecosistemas y por el otro realizar infraestructuras resilientes.

Es muy concreto también el tercer objetivo: movilizar los recursos financieros necesarios para alcanzar los dos primeros. En particular, los países desarrollados tienen que mantener su promesa de asignar al menos 100 000 millones de dólares al año. Cada uno tendrá que hacer su parte: sector público, particulares e instituciones financieras internacionales.

Finalmente, para lograr los primeros tres objetivos, es indispensable fortalecer la colaboración internacional entre los gobiernos, el mundo de las empresas y las iniciativas para la protección del clima. La COP será una oportunidad para establecer y fortalecer alianzas, con el fin de poner en práctica las reglas operativas establecidas tras el acuerdo de París.

Si París planteó un objetivo ambicioso, ahora Glasgow tiene que convertirlo en realidad: podría ser un momento decisivo para entregarles a nuestros hijos y nietos un mundo sostenible. “Estoy seguro de que trabajando todos juntos en colaboración tomaremos las decisiones correctas. Nos lo debemos a nosotros mismos y a las generaciones futuras”, comentó Sharma, quien además agregó: “Les pregunté a mis hijas cuál sería el mensaje que, según ellas, debería enviar a los líderes del mundo. Y la respuesta fue sencilla: decidid estar de la parte de la Tierra”.