El valor de la biodiversidad
La producción de energía no puede ser sostenible si no respeta y preserva los territorios en los que se encuentran las plantas de generación. Por este motivo, Enel considera fundamental en su estrategia la protección del capital natural y de la biodiversidad. Un objetivo que ha subrayado claramente en su estrategia, de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. De hecho, el objetivo 15 está relacionado con las acciones necesarias para proteger, restaurar y fomentar el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, la gestión sostenible de los bosques, la lucha contra la desertificación, el bloqueo de la degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad.
Un gran abanico de proyectos
Proteger y preservar la variedad de los seres vivos (animales y plantas) y el derecho a su existencia en ambientes naturales, también tiene un gran valor económico. De hecho, de la diversidad biológica dependen directamente actividades como la agricultura, el cultivo de bosques y la pesca, la estabilidad de los ciclos hidrológicos naturales, la fertilidad del suelo y un clima equilibrado. La producción de alimentos está regulada por la biodiversidad, que pone a su servicio mecanismos como la polinización o el control de parásitos y enfermedades. En un sistema natural en el que el hombre se integra de forma orgánica, todo tiende al equilibrio.
Consciente de todos estos aspectos, el Grupo ha puesto en marcha en todo el mundo 187 proyectos para la protección de la biodiversidad. En concreto, sus fines están relacionados con el control de la biodiversidad, la restauración medioambiental y la conservación tanto de las especies animales como de los ecosistemas.
Árboles en Argentina
En Argentina, tiene especial importancia el programa de protección de la biodiversidad puesto en marcha en Buenos Aires, en las inmediaciones de la central térmica más grande del país, Enel Generación Costanera, que se encuentra dentro de la reserva ecológica homónima con vistas al Río de la Plata. La reserva de Costanera se extiende en un área natural de casi 350 hectáreas formada por lagunas, zonas pantanosas y bosques que contiene el patrimonio de biodiversidad más grande de la zona de Buenos Aires. Aquí, nidifican alrededor de 300 especies de aves, además de las 70 especies diferentes entre mamíferos, reptiles y anfibios que habitan la reserva.
En relación con el proyecto, Enel ha instalado una barrera vegetal a lo largo de un tramo de 516 metros plantando 220 árboles de seis especies nativas diferentes, con el objetivo de reforzar las orillas del río y prevenir el hundimiento de la zona costera debido a la acción erosiva de sus aguas.
La iniciativa se ha diseñado en colaboración con el Instituto Nacional de Tecnologías para la Agricultura, socio estratégico para el desarrollo del programa y para escoger las especies que se plantarán, de forma que se cree una continuidad vegetal con la Reserva ecológica de Costanera Sur, que se encuentra a menos de un kilómetro de la central. Este proyecto demuestra que es posible proteger la biodiversidad incluso en un área industrializada.
Áreas protegidas en Colombia
En Colombia, desde 2021 se ha puesto en marcha el proyecto Enel Biodiversa que se caracteriza por su extensión y complejidad. En efecto, abarca el trabajo llevado a cabo por el Grupo en más de una década para la protección de los diferentes ecosistemas que caracterizan el patrimonio natural del país –que posee una de las biodiversidades más ricas de todo el mundo– con un total de, aproximadamente, 80 iniciativas diferentes puestas en marcha en colaboración con más de 20 socios estratégicos. Los proyectos llevados a cabo incluyen, entre otros, la plantación de árboles, la creación de alianzas con reservas naturales, áreas protegidas e instituciones medioambientales, la protección de animales selváticos, la protección de especies de animales y plantas en peligro de extinción, la realización de instalaciones agrovoltaicas.
En Colombia, Enel está presente en diez de los ecosistemas locales más importantes, como el bosque andino, el bosque seco tropical, el bosque húmedo tropical montano y los manglares. Las diferentes actividades han permitido adquirir un gran conocimiento sobre estos ambientes, aplicado en el proyecto Enel Biodiversa con fines de protección, conservación y restauración del patrimonio de biodiversidad. En concreto, se trata de casi 30 000 hectáreas protegidas dentro de las reservas naturales, 1000 especies vegetales y animales involucradas, y alrededor de 4 millones de árboles plantados. Entre las actividades llevadas a cabo, figuran la transformación en el Parque Natural Regional de las áreas de Los Farallones y de El Guavio, que se extienden sobre casi 25 000 hectáreas, y la creación de una Clínica de Orquídeas para la conservación y el cuidado de una de las especies más importantes de la flora colombiana.
Un compromiso para el crecimiento de las comunidades que contribuye a generar oportunidades de desarrollo de las economías locales, creando valor compartido tanto para el territorio como para las personas.
Una acción que crece
En total, son casi 4.400 las hectáreas de terreno alrededor del mundo en las que Enel está llevando a cabo programas exclusivamente para la recuperación de los diferentes hábitats. En 2015, el Grupo definió una política específica que estableció las directrices de sus intervenciones en este sector. En relación con el bienio 2021-2023 ha establecido, en su Plan de Sostenibilidad, dos objetivos para mejorar los procesos de evaluación de los riesgos y de gestión de la biodiversidad en sus estructuras, y para definir indicadores que permitan medir sus acciones y los resultados obtenidos en esta materia.
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