La discapacidad como fuente de innovación

La discapacidad como fuente de innovación

Con el proyecto Value4Disability de Enel, las personas con discapacidad llegan a ser protagonistas de la innovación: no solo inclusión sino también empoderamiento.

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En la parte más salvaje de los Andes ecuatoriales, un montañés cae por un nevero hasta un valle aislado del resto del mundo. Cuando se da cuenta de que todos los habitantes del lugar son ciegos, piensa que puede convertirse fácilmente en su jefe. Sin embargo, las cosas toman un curso muy diferente: la vida de la aldea transcurre de noche, cuando hace menos calor, por lo tanto es él quien se encuentra en desventaja por no tener los sentidos agudizados ni la habilidad de movimientos que los otros han desarrollado en el transcurso del tiempo.

Es la trama del cuento “El país de los ciegos”, del gran escritor inglés Herbert George Wells: un apólogo sobre la discapacidad que todavía tiene mucho que enseñarnos sobre la diversidad y la relatividad de los puntos de vista. Incluso hoy, de hecho, las personas con discapacidad viven, a menudo, una condición de exclusión. En Italia y España, el porcentaje de personas discapacitadas insertadas en el mundo laboral es solo del 20% y 34% respectivamente: una situación que no solamente perjudica a los interesados, sino que priva al tejido económico de recursos y talentos importantes.

El Grupo Enel presta mucha atención a la inclusión y a la puesta en valor de las personas con discapacidades. Es una actitud que se ha ido fortaleciendo con los años y que encaja perfectamente con nuestro nuevo modelo: el liderazgo gentil que, en palabras de Guido Stratta, director de People and Organization de Enel, “es acogedor y está naturalmente dirigido a todos”.

 

De la inclusión al empoderamiento

En 2015, publicamos nuestra política sobre diversidad e inclusión y, en 2019, nos adherimos al movimiento global Valuable 500: una iniciativa creada por las empresas más sensibles a este tema para poner a la discapacidad en el centro de la agenda de las empresas y destacar sus grandes potencialidades para la sociedad y los negocios.

En base a esto, en 2020 lanzamos el proyecto global Value4Disability, con objetivos ambiciosos: promover, a través de acciones concretas, “no solo la plena inclusión de las personas discapacitadas sino también su empoderamiento”, comenta Paola Magrini, coordinadora global del proyecto. Esto significa favorecer la autonomía de las personas con discapacidades y su participación en la vida organizacional, representar sus intereses y contribuir a la creación de valor con su aporte único.

En la actualidad, por ejemplo, tan solo el 5% de las empresas ofrece productos diseñados de forma inclusiva: por eso, a menudo, son las mismas personas discapacitadas las que tienen que modificarlos y reinventarlos con su creatividad, para después compartirlos con los demás. De esta manera, su experiencia personal puede resultar muy útil para las empresas: de hecho, se abren interesantes escenarios de mercado, ya que las personas discapacitadas en el mundo son más de 1300 millones (más del 16% de la población mundial). Como resume Ernesto Ciorra, director de Innovability® de Enel, “la discapacidad es una fuente de inspiración para innovar y una oportunidad increíble para llenar vacíos de mercado, creando así un valor social y económico: este es nuestro modelo Valuability®”.

El proyecto, que se lleva a cabo en 16 países, se dirige a las 2200 personas con discapacidad que trabajan en nuestro Grupo, pero también a nuestros clientes y a la sociedad en general; en cada uno de los países interesados creamos un equipo local multidisciplinario que incluye habilidades muy diversas, desde la comunicación a las adquisiciones, y hemos establecido una Comunidad de Inclusión de la Discapacidad de la que forman parte un centenar de compañeros y compañeras con discapacidad y sus cuidadores.

 

Escucha y accesibilidad física y digital

De acuerdo con el modelo Valuability®, realizamos un cuestionario para la inclusión laboral (Enel Work Inclusion Questionnaire) para escuchar, de una nueva manera, las necesidades de nuestros compañeros discapacitados y comprender de qué manera podemos respaldar su inclusión y su participación activa. El cuestionario se propondrá a los compañeros que lo deseen en la segunda mitad del año.

En muchos países, también hemos lanzado iniciativas de sensibilización para favorecer la inclusión de las personas discapacitadas y, más en general, para resaltar la riqueza que la diversidad aporta a nuestra organización.

En todas las iniciativas relacionadas con el proyecto, el primer paso siempre es escuchar las exigencias para luego considerar el panorama existente y buscar soluciones creativas. Por ejemplo, en Brasil y Colombia, donde obtuvimos la licitación para el suministro de autobuses eléctricos, les hacemos probar los vehículos a los miembros de la Comunidad de Inclusión de la Discapacidad, quienes así pueden valorar su nivel de accesibilidad. En Italia, probamos con ellos la accesibilidad de una tienda nuestra en Roma: gracias a sus indicaciones, podremos realizar los cambios necesarios con mejoras para todos.

Del mismo modo, la Comunidad podrá evaluar la seguridad de los ambientes comunes, para mejorarla en beneficio de todos y, además, probar los productos innovadores que ya tenemos en fase de desarrollo o implementación, por ejemplo la silla de ruedas eléctrica Avanchair, o el sistema Pedius para el subtitulado automático de los vídeos para personas sordas e hipoacúsicas.

Entre otras iniciativas, en Chile financiamos un kit que convierte a las sillas de ruedas manuales en eléctricas, mientras que el proyecto Lazarillo, en Argentina, está diseñado para ayudar a las personas con discapacidades (en particular, a las personas con discapacidad visual o ciegas) a moverse por nuestras tiendas.

Naturalmente, un factor básico es la digitalización, uno de los pilares de la estrategia de Enel en todos los niveles: para poder participar plenamente en la vida social y laboral, las personas discapacitadas necesitan la tecnología y, especialmente, páginas web y software accesibles. “La accesibilidad digital es el grado cero de la democracia digital, el factor habilitador de todo proceso de inclusión y empoderamiento”, afirma Carlo Bozzoli, director Global Digital Solutions.

Por eso, a nuestros compañeros con discapacidades, les brindamos la posibilidad de denunciar los casos de inaccesibilidad digital equiparándolos a los malos funcionamientos: el sistema se puso en marcha en Italia y España, pero planteamos implementarlo también en otros países. En esta perspectiva se enmarca también la app Veasyt, a través de la cual integramos un intérprete simultáneo de lengua de señas al sistema Pedius.

Finalmente, atribuimos una gran importancia al hecho de sensibilizar a todos los compañeros acerca de los temas relacionados con la discapacidad. Por eso, realizamos una capacitación específica para el personal que recibe a los clientes en nuestras tiendas, de momento en Colombia y Rumanía, pero pronto también en otros países. Además, realizamos seminarios web sobre discapacidad en muchos países del Grupo Enel caracterizados por contextos culturales muy diferentes entre sí, incluyendo recientemente a Marruecos y la India.

 

Un gran paso adelante

El proyecto, ya produjo unas 170 iniciativas de las que participaron 165 personas de los equipos multidisciplinarios, a las que hay que añadir los participantes en la Comunidad de Inclusión de la Discapacidad, llegando así a un total de 300 personas involucradas.

Más allá de las cifras, después de menos de dos años podemos hacer un primer balance que sería restrictivo definir simplemente como positivo: en opinión de Paola Magrini “el proyecto determinó algo más que entusiasmo, porque generó pasión ética, innovación y oportunidades de mejora para todos”. Desde el punto de vista práctico, “quizás lo más importante sea el gran paso adelante que hemos dado con respecto a la atención a la discapacidad, pasando de una modalidad individual y espontánea a una profesional, estructurada y escalable”.

Gracias también al nuevo proyecto, nuestro compromiso por la inclusión consiguió importantes reconocimientos a nivel internacional. En 2021, Enel alcanzó el séptimo lugar en la Top 100 del Refinitiv Diversity and Inclusion Index, en la que es la primera entre las empresas italianas y la primera absoluta del sector energético. Además, por lo que se refiere más específicamente a la discapacidad, Enel North America fue clasificada por el Disability Equality Index® como “best place to work for disability inclusion” (“el mejor lugar para trabajar por la inclusión de la discapacidad”).

Para el futuro, Paola Magrini explica que “las políticas del Grupo en materia de discapacidades se incluirán en un abanico cada vez más amplio de acciones a favor de las comunidades en las que Enel está presente, para proteger a todos los colectivos desfavorecidos, desde las familias en dificultades económicas hasta las comunidades que viven en zonas aisladas, desde las personas mayores a los grupos de población en condiciones de pobreza energética: el proyecto Value4Disability es un factor de innovación capaz de generar valor compartido, que presagia nuevas iniciativas y, sobre todo, nuevos horizontes”.