La electrificación pasa a través de las nuevas redes

La electrificación pasa a través de las nuevas redes

Son numerosos los proyectos con los que estamos llevando la electricidad donde aún no ha llegado, mejorando las infraestructuras de distribución con miras a un futuro donde las renovables y la movilidad eléctrica eliminarán las emisiones.

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La electrificación es uno de los puntos centrales de la estrategia de Enel. ¿Qué significa? Quiere decir utilizar al máximo la energía eléctrica y lograr que se convierta en un vector energético de cero emisiones si proviene de fuentes renovables, incluso en sectores como la calefacción y el transporte, que hasta hoy han utilizado otras formas de energía.

Las infraestructuras de red, especialmente las de distribución, tienen la tarea fundamental de llevar energía eléctrica a los hogares de los clientes, clasificando los flujos de energía en tiempo real con el fin de garantizar un equilibrio constante entre la electricidad que llega al sistema desde las centrales de producción y la que consumen los usuarios finales. Si bien es un hecho el acceso a la electricidad para la mayoría de los países más industrializados, los datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) indican que, en 2020, 730 millones de personas en el mundo no tienen esa posibilidad, es una décima parte de la población mundial y más del total de habitantes de Europa. El 75% de las personas que no están conectadas a la red eléctrica se encuentra en el África subsahariana, y el resto en vastas zonas de América Latina y Asia. Incluso en aquellos lugares donde ya existen redes, no siempre son lo suficientemente eficientes ni capaces de servir de manera eficaz y confiable a toda la población. La difusión cada vez mayor de energía de fuentes renovables requiere, además, redes con un nuevo concepto, que puedan gestionar flujos intermitentes, a menudo bidireccionales, características propias de la generación distribuida en el territorio.

 

Garantizar el acceso a la energía

En Enel estamos activamente comprometidos, en todos los países en los que estamos presentes, para mejorar el acceso a la electricidad, en línea con uno de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, el ODS 7, cuya finalidad es garantizar para 2030 el acceso universal a sistemas energéticos asequibles, seguros, sostenibles y modernos. Los ejemplos son muchísimos y están relacionados con las situaciones y las realidades de las comunidades locales.

 

La electricidad es un bien que no hay que desperdiciar

En Argentina, por ejemplo, con el proyecto “Leadership Network” realizado en Lanús (provincia di Buenos Aires), acompañamos el trabajo en el ámbito Enel Grids con un esfuerzo importante de comunicación para las comunidades con acceso a una red renovada y eficiente, con el fin de aumentar la sensibilidad de los clientes sobre la importancia del uso eficiente de la electricidad.

Para mejorar la difusión del mensaje en una zona caracterizada por una elevada vulnerabilidad social, buscamos la colaboración con organizaciones ya activas en el territorio y con personas conocidas y valoradas por la comunidad. El objetivo era, sobre todo, mostrar las ventajas de una distribución de electricidad gestionada por un referente confiable como Enel, a quien se puede acudir por necesidades técnicas, consejos para un mejor uso y posibles reclamaciones. La comunicación de este mensaje se realiza también a través de la organización de eventos y espectáculos, del apoyo a actividades artísticas y de la distribución de lámparas ledes para un uso más racional de la electricidad, junto con una actividad de ayuda a las comunidades distribuyendo alimentos en los comedores para personas necesitadas.

 

Ocasiones de desarrollo y trabajo

En Perú, con el proyecto “Energía para crecer”, pretendemos duplicar nuestro esfuerzo de electrificación que, en los últimos 15 años, ha llevado a Enel Perú a conectar 265 000 viviendas a la red. No es solamente un compromiso para distribuir más energía en los sitios sin acceso y luchar contra el peligroso fenómeno de las conexiones ilegales. También es un proyecto social, con el que hemos activado herramientas para ayudar a las comunidades locales a promover el desarrollo de empresas, pequeños emprendimientos y negocios. Queremos ayudar tanto a los ciudadanos como a estas nuevas realidades a ahorrar en sus consumos y obtener tarifas ventajosas para el suministro de la electricidad y para la compra de electrodomésticos y aparatos eléctricos.

En Santiago, capital de Chile, en el Centro de Excelencia Operacional de Enel Distribución, organizamos cursos de formación para los estudiantes de escuelas secundarias de la red “Sofofa”, organización que promueve el desarrollo de la industria manufacturera. En las lecciones teóricas y prácticas explicamos cómo funciona y cómo se gestiona la red eléctrica de la ciudad que, en 2021, cumplió 100 años de actividad, contados demás, en una página web interactiva. El objetivo de este programa educativo no es solo práctico, sino que se basa en el ODS 8 de la ONU: trabajo decente y crecimiento económico. De hecho, los jóvenes participantes aprenden las bases de un trabajo, el del mantenimiento de las líneas eléctricas, que puede ser una interesante oportunidad de carrera.

 

Redes diseñadas para el futuro

Otras actividades están relacionadas con proyectos a largo plazo con miras a un futuro de cero emisiones. En Colombia, hemos puesto en marcha un proyecto de diez años llamado “Bogotá-Región 2030”, uno de los más ambiciosos realizados en América Latina. Su objetivo es la construcción de más de 30 subestaciones en las regiones de Bogotá y Cundinamarca, con el fin de abastecer a una población que, en la actualidad, es de 10 millones de personas, pero que se calcula que llegará a 12 millones para 2030. Mientras que el gobierno colombiano tiene como meta para 2035 lograr que el transporte público sea 100 % con vehículos eléctricos, para lo que será necesaria una profunda modernización de la red de distribución eléctrica.

En Rumanía, con E-Distributie hemos destinado medio millón de euros a tres parques fotovoltaicos equipados con un sistema de almacenamiento instalado en tres subestaciones primarias. Las tres plantas se encuentran en las regiones de Muntenia, Dobrogea y Banat, tienen un total de 570 paneles fotovoltaicos de alta eficiencia y pueden suministrar 110 MWh anuales de electricidad. Para ello, y para permitir que la gestión de la red sea óptima, cada una está equipada con baterías de almacenamiento de 110 MWh situadas en las subestaciones y su tarea es distribuir la electricidad producida. En total, las plantas suministran electricidad a 23 000 usuarios.

 

De la flexibilidad al big data

En Italia, hemos puesto en marcha una serie de actividades para realizar a corto plazo una electrificación cada vez más flexible y que también esté al servicio de la movilidad eléctrica. Con el proyecto “Edge” queremos desarrollar, en tres años, nuevos servicios “de flexibilidad” destinados a quienes se ocupan de la distribución de la electricidad, con el fin de permitir el aumento o la reducción de la producción de energía según las necesidades de consumo medidas en tiempo real. Las ciudades de Benevento, Cuneo, Foggia y Venecia fueron seleccionadas para probar las nuevas soluciones. También en Italia, con la nueva unidad de negocios Enel X Way, hemos puesto en marcha una actividad “evolutiva” de la movilidad eléctrica con la que ofrecemos una nueva serie de servicios para el mercado. Estas soluciones están pensadas para brindar un único punto de referencia a los CPO (Charge Point Operators), operadores que instalan y gestionan puntos de recarga para vehículos eléctricos, y así favorecer el desarrollo de su negocio. El objetivo final es promover una difusión rápida de servicios y soluciones para acelerar la electrificación de la movilidad, no solo en las carreteras sino también en las vías navegables y en los puertos.

En España, con el proyecto “Pastora”, que comenzó en 2019 y finalizará en 2022, estamos desarrollando un sistema de inteligencia artificial que, a partir del big data recopilado por la red eléctrica inteligente, sea capaz de prever con antelación cualquier mal funcionamiento y activar un control real de la distribución brindando mejores servicios al público. El proyecto se está realizando en Málaga, la ciudad que se ha convertido en un auténtico laboratorio viviente, donde se probaron las nuevas soluciones en 20 000 usuarios de viviendas, 300 de industrias y 900 de servicios.