Acelerar la descarbonización, una solución que beneficia al clima y a la economía

Acelerar la descarbonización, una solución que beneficia al clima y a la economía

El estudio realizado por la Fondazione Enel y The European House – Ambrosetti, presentado en el Foro de Cernobbio, informa que, si se acelera de inmediato la inversión en la descarbonización, el coste será menor y los impactos serán significativamente positivos para la economía, los ciudadanos y el medioambiente. El caso en Italia y en España.

“Esperemos que países como Italia o España decidan ser más ambiciosos, porque ser más ambiciosos cuesta menos de lo que se cree”. Este fue el comentario de Francesco Starace, consejero delegado y director general de Enel, por los sorprendentes resultados de un informe sobre la descarbonización presentado en el Foro de Cernobbio el 3 de septiembre, del cual se desprende que una aceleración más decisiva necesitaría menos recursos que un escenario con ambiciones reducidas.

El estudio Net Zero E-conomy 2050, realizado por Fondazione Enel y The European House – Ambrosetti, con la colaboración de Enel, se basa en una constatación: si Italia y España no aceleran sus planes e inversiones, no podrán lograr los objetivos de descarbonización fijados por la Unión Europea para 2030 (el llamado plan Fit For 55) y menos aún para 2050.

Si continúan con el ritmo actual, Italia podría alcanzar esas metas en 2109 y España recién en 2154, explicó Valerio De Molli, Managing Partner & CEO de The European House – Ambrosetti. Pero la crisis climática no se hace esperar.

Un compromiso decisivo garantizaría mayores beneficios económicos, laborales y de independencia energética a nivel europeo y nacional con respecto a un escenario con ambiciones reducidas.

 

Cambiar de marcha en Italia y en España

“El informe se basa en tecnologías que existen actualmente y no en las que llegarán en 2040 y en 2050. No estamos apostando a que alguien invente una cosa que hoy no existe”, dijo Starace. “En resumen, la estimación del estudio es conservadora, porque sabemos que en los próximos 10, 15, 20 años, las tecnologías mejorarán y habrá más reducciones en los costes en comparación con lo que hoy es legítimo prever”.

A pesar de las iniciativas impulsadas por la UE y sus países miembros, y de los esfuerzos realizados por el sector privado, el informe dice que los resultados obtenidos pueden y deberían mejorar de manera significativa. Las economías europeas se encuentran todavía muy lejos del camino correcto hacia la neutralidad climática y de la dependencia de importación de gas natural que aumentó entre 2000 y 2020.

La Unión Europea depende en un 57 % de la importación de energía. Italia, con un valor del 41,2 %, es el segundo país después de Malta en el índice de dependencia de gas natural. España, es el octavo con 26,1 %.

En cuanto a las emisiones de CO2 para 2050, la diferencia entre la tendencia inercial, es decir, sin ninguna aceleración en los planes, y los objetivos de las respectivas estrategias nacionales a largo plazo, será equivalente a casi 151,2 millones de toneladas de CO2 en Italia y 136,9 millones en España.

“Necesitamos cambiar de marcha, de lo contrario, nunca podremos alcanzar las metas fijadas para 2050”, dijo De Molli. Para conseguir objetivos climáticos y de independencia energética suficientemente ambiciosos, se debe electrificar lo más posible el consumo final y apoyar la electrificación con una difusión masiva de la producción de energía renovable y de redes inteligentes.

 

Los beneficios de la aceleración

El estudio indica que una aceleración más decisiva de la descarbonización requeriría menos recursos que un escenario con ambiciones reducidas. Los escenarios “Net Zero” que el informe definió para Italia y España prevén una inversión de 3351 millones de euros y 2215 millones de euros desde 2021 hasta 2050, respectivamente. Mientras que los escenarios “Low Ambition” implican inversiones mayores: 3899 millones de euros en Italia y 2761 en España.

Pero los beneficios no se terminan aquí, ya que por cada euro invertido para lograr los objetivos ‘Net Zero’ para 2050, se generarían actividades económicas adicionales equivalentes a 1,64 euros en Italia y 1,28 en España. El retorno económico sería de 328 000 millones de euros en Italia y de 223 000 millones en España con respecto a un escenario inercial. Los puestos de empleo netos aumentarían, respectivamente, a 2,6 millones y 1,8 millones. Los costes por la contaminación se reducirían en 614 000 millones de euros y 317 000 millones de euros, el ahorro por la compra de combustibles fósiles sería de aproximadamente 1914 millones de euros para Italia y de 1279 millones para España.

En comparación con la situación actual, la opción “Net Zero” garantizaría, en ambos países, beneficios en términos de seguridad energética para 2050, con una reducción en la intensidad energética de uso del gas (-94 % y -92 % en el índice de intensidad de gas sobre el PIB con respecto a 2020) y de la dependencia energética (-73,5 p.p. y -54,9 p.p. con respecto a 2020).

 

Ir más allá de la producción de energía

No alcanza con descarbonizar la producción de electricidad: es necesario intervenir en los edificios, el transporte, la industria y la agricultura.

Se desarrollarán nuevos modelos de negocios a mediano y largo plazo relacionados con la shared mobility (movilidad compartida), el carpooling (uso compartido de coches) y el transporte multimodal, promoviendo un cambio hacia el transporte público, una tasa de utilización de vehículos más elevada y un impulso hacia comportamientos más sostenibles por parte de los ciudadanos. “La suma de todas estas pautas significa una disminución de los costes de inversión en el ámbito Net Zero en ambos países”, resume el informe.

“En primer lugar, es una cuestión de conciencia ya que, si logramos el Net Zero para 2050, esto tendría un impacto significativamente positivo en la economía y en el PIB de Italia, España y del resto de Europa”, comentó Michele Crisostomo, presidente de Enel, en Cernobbio. “Es suficiente leer este informe para entenderlo. Si es así, también debemos ser conscientes de que tenemos que comenzar a invertir ahora para descarbonizar realmente la economía y electrificar los consumos, con el fin de lograr el Net Zero para 2050. De esta manera tendremos, al mismo tiempo, una mejor calidad del medioambiente y podremos lograr la independencia energética de Europa”.

 

La hoja de ruta: prerrequisitos y propuestas

Para acelerar el recorrido hacia una economía de cero emisiones, el estudio indica dos prerrequisitos y varias propuestas. El primer prerrequisito se refiere a la necesidad de garantizar estabilidad, transparencia y coherencia de las políticas y de las medidas energéticas de la UE, nacionales y locales. El segundo, dice que es fundamental apoyar la producción industrial europea y nacional para potenciar las tecnologías verdes existentes, desarrollar nuevas soluciones sostenibles y eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles.

Las propuestas se refieren al aumento de la cooperación europea y la armonización de la gobernanza de la transición energética, la simplificación de los procedimientos para la autorización de plantas renovables y la construcción de infraestructuras de recarga, la facilitación de intervenciones en las redes eléctricas, la promoción de la gestión de la demanda y la difusión de sistemas de almacenamiento y soluciones para la flexibilidad. También es necesario impulsar la electrificación del transporte público y ayudar a las industrias en su transición hacia soluciones más ecológicas, gracias a tecnologías para la electrificación directa e indirecta. Por último, en el ámbito de los edificios, el informe propone la definición de un marco justo, estable y transparente para la eliminación gradual de las calderas de combustión fósil y dar lugar a las bombas de calor y a la creación de una plataforma única para contribuir a la renovación de los edificios.