El desarrollo de las energías renovables como clave para acelerar la independencia energética

El desarrollo de las energías renovables como clave para acelerar la independencia energética

Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, presentó en Roma, en el Senado de la República Italiana, el World Energy Outlook 2022. Su discurso estuvo dedicado, en particular, al crecimiento de las energías renovables mientras el mundo enfrenta las consecuencias del conflicto en Ucrania. Francesco Starace: el verdadero boom llegará en los próximos años. El gobierno italiano anuncia un procedimiento para incentivar las Comunidades Energéticas Renovables.

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Al menos en Europa, el conflicto en Ucrania no ha provocado las graves consecuencias que se temían inicialmente para el sector energético –a pesar de la fuerte subida de los precios, que luego se ha invertido– gracias a la rápida diversificación de las fuentes de suministro, al aumento de la capacidad renovable y a las temperaturas moderadas. Pero el próximo invierno podría no seguir por el mismo camino porque, entre otras cosas, la recuperación económica de China provocará un aumento del consumo del gas y, por tanto, probables nuevos aumentos de precios y una menor disponibilidad. Por eso, según Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), es necesario apostar aún más por las energías renovables y diversificar las cadenas de suministro de las tecnologías para la generación de energía limpia.

Birol, invitado por Enel, presentó el contenido del World Energy Outlook 2022 en el Senado de la República, junto con nuestro consejero delegado y director general, Francesco Starace, y el ministro italiano de medioambiente y seguridad energética, Gilberto Pichetto Fratin, en un encuentro moderado por Roberto Chinzari, periodista de Tg1 Rai.

 

No hay vuelta atrás

Birol explicó que la crisis energética global iniciada con la guerra en Ucrania, es la más importante de la historia, por su profundidad y su complejidad, lo que ha llevado a la seguridad energética a lo más alto de las agendas de los gobiernos. Hoy en día, dijo el número uno de la AIE, hay que ser realmente muy optimistas para pensar que el mercado energético puede volver a la situación previa al conflicto. Aunque los resultados en el Viejo Continente han sido realmente significativos: entre enero de 2022 y el mismo periodo de 2023, la Unión Europea redujo su demanda de gas a Rusia del 40 % al 10 % del suministro total. Además, la UE añadió más de 41 GW de capacidad solar y eólica. Mientras tanto, las ventas de bombas de calor crecieron un 40 %, las ventas de coches eléctricos aumentaron un 15 % y las emisiones de efecto invernadero descendieron un 2,5 %.

Sin embargo, no se ha visto el mismo panorama en los países en vías de desarrollo, especialmente en África y Asia, que han sufrido enormemente la crisis, ya que la subida de los precios de la energía ha provocado un aumento en los precios de los alimentos. Y por primera vez en 20 años, ha vuelto a crecer el número de personas en el mundo sin acceso a la electricidad.

 

Una crisis que pondrá el «turbo» a la transición energética

Esta crisis, por tanto, impulsará «muy claramente y con total seguridad» la transición energética, dijo Birol, que dirige la AIE desde 2015: porque la seguridad energética es un factor más poderoso que el clima. Así lo indican los datos: el aumento de la nueva capacidad renovable durante los últimos cinco años equivale al de los 20 años anteriores. «Creo que, retrospectivamente, 2022 se considerará el punto de inflexión en la historia de las energías limpias», afirmó Birol, según el cual «hoy estamos entrando en la era de la fabricación de la tecnología para las energías limpias».

Sin embargo, hay que desatar un nudo importante en la búsqueda de la seguridad tecnológica: el de la cadena de suministro. «La clave está en diversificar la producción. Porque hoy en día, China es el país líder con una ventaja significativa sobre los demás en la producción de cobalto, litio, cobre, aluminio y acero, y también en la fabricación de baterías, paneles solares y otros componentes». Por tanto, la conclusión de la Agencia Internacional de la Energía es que, precisamente Europa, debe desarrollar su propio plan industrial maestro y cambiar de marcha, abandonando cuanto antes el uso del gas que ya no se sostiene, entre otras cosas, porque los costes no son competitivos con los de otras zonas geográficas.

Aunque los combustibles fósiles no desaparecerán de repente, su importancia disminuirá bruscamente, debido también a los precios cada vez más bajos de las energías renovables. Y es necesaria «más empatía» por parte de los países ricos –que siguen produciendo la mayor parte de las emisiones de efecto invernadero– hacia los países en vías de desarrollo, ayudándoles a financiar la adopción de tecnologías limpias: un imperativo tanto moral como real si queremos combatir el calentamiento global. «Si la energía se utiliza como un arma, la energía limpia es un instrumento de paz», concluyó Birol.

 

Renovables, el crecimiento que nos espera

Por su parte, Francesco Starace hizo hincapié en la importancia de reducir las emisiones de CO2 en Europa, a pesar de la vuelta al uso del carbón en algunos países, del descenso en la energía hidroeléctrica debido a la sequía, y del bloqueo de la energía nuclear en Francia durante varios meses. Para nuestro consejero delegado y director general, el récord de las energías renovables en 2022 es un reflejo de las decisiones anteriores, por lo que «el verdadero boom se verá en los próximos años», y la verdadera gran transformación de la energía tendrá lugar entre 2030 y 2040, gracias a la electrificación (también porque la electricidad, añadió Birol, «es más eficiente, limpia, fácil y cómoda de usar»). Mientras que el gas se utilizará principalmente para fines industriales, aunque va a depender mucho de la evolución de su precio y de los avances en la producción de hidrógeno verde.

El ministro Pichetto Fratin se comprometió a dar a las energías renovables un verdadero papel de «precursor», incluso modificando la normativa y modernizando los procedimientos. El responsable de medioambiente y seguridad energética también se comprometió a presentar una propuesta para crear, al menos, 15 000 Comunidades Energéticas Renovables en Italia en los próximos años, y a superar los 10 GW anuales de centrales de energías renovables instaladas, frente a los 3 GW actuales: «No es solo un reto para el gobierno, sino para el país, y también para las grandes empresas».