Los tres pilares de la sostenibilidad: medioambiental, social y económico

Los tres pilares de la sostenibilidad: medioambiental, social y económico

La sostenibilidad representa un enfoque fundamental para afrontar los retos mundiales actuales y futuros, no solo relacionados con el medioambiente. Descubre aquí de qué se trata.

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Sostenibilidad, los 3 pilares ESG y los ODS

Cuando hablamos de sostenibilidad, nos referimos a un modelo de desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades

Se trata de un enfoque holístico que tiene en cuenta las repercusiones sociales, medioambientales y económicas de las acciones y decisiones que se toman en la actualidad.

Desde un punto de vista histórico, el concepto de sostenibilidad se formuló en la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medioambiente, en 1972, pero solo ha tomado forma a partir de 1987, cuando la publicación del llamado Informe Brundtland («Nuestro Futuro Común») aclaró los objetivos del desarrollo sostenible. 

El mismo informe introdujo los tres pilares o principios de la sostenibilidad medioambiental, social y económica, también conocidos como ESG (Environmental, Social, Governance).

La transición hacia el desarrollo sostenible se basa, principalmente, en una serie de acuerdos y objetivos internacionales que luego se aplican a nivel de cada Estado y comunidad. Entre ellos, los más conocidos son:

  • el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), que promueve la conservación de la biodiversidad; 
  • la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y sus protocolos, que establecen compromisos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; 
  • y, especialmente, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, que abarcan una amplia gama de cuestiones de sostenibilidad. En torno a estos objetivos se articula la Agenda 2030 de la ONU, el Programa de Acción para las Personas, el Planeta y la Prosperidad, firmado el 25 de septiembre de 2015 por la Asamblea General de la ONU. La Agenda comprende 17 objetivos, válidos para todas las personas y en todo el mundo, articulados en torno a las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y medioambiental. 

 

1. ¿Qué es la sostenibilidad medioambiental?

La sostenibilidad medioambiental es la capacidad de preservar y proteger el entorno natural a lo largo del tiempo mediante prácticas y políticas adecuadas, satisfaciendo las necesidades presentes sin comprometer la disponibilidad de recursos en el futuro.

 

Factores que influyen en la sostenibilidad medioambiental

En la sostenibilidad medioambiental influyen varios factores que pueden tener un impacto significativo en el equilibrio ecológico y en la capacidad del planeta para sustentar la vida. Entre los principales se encuentran:

  • la contaminación del aire, el agua y el suelo;
  • el cambio climático, provocado por la excesiva cantidad de gases de efecto invernadero liberados a la atmósfera debido a las actividades humanas;
  • la pérdida de biodiversidad;
  • la sobreexplotación de los recursos naturales;
  • los modelos económicos que implican consumos no sostenibles.

 

 ¿Qué objetivos alcanzar?

Por tanto, para lograr la sostenibilidad medioambiental es necesario alcanzar una serie de objetivos clave, entre ellos:

  • reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente en sectores cruciales como la producción de energía, la industria, la agricultura y el transporte;
  • aumentar la producción y el uso de energía procedente de fuentes renovables;
  • aplicar políticas de conservación de la biodiversidad abordando sus causas;
  • adoptar prácticas sostenibles en la agricultura y la cadena alimentaria, como la agricultura de precisión, la optimización y el aumento de la calidad y la productividad del suelo mediante una serie de intervenciones específicas utilizando tecnología, agricultura regenerativa y agrivoltaica, o métodos no basados en el suelo como la hidroponía o la aeroponía, para reducir el desperdicio de alimentos;
  • sensibilizar e involucrar a las comunidades en la cuestión de la sostenibilidad medioambiental;
  • promover la economía circular.

Entre las prácticas de gran importancia para la sostenibilidad, es esencial preservar y gestionar de forma sostenible los recursos naturales, incluidos el agua, el suelo, los bosques, la fauna y los hábitats naturales, para garantizar el equilibrio del planeta y la disponibilidad de estos recursos para las generaciones futuras.

 

2. ¿Qué es la sostenibilidad social?

La sostenibilidad social implica enfocarse en el bienestar de las personas y de las comunidades

Se trata de promover la equidad, los derechos humanos, el acceso a la educación y a la sanidad y el empleo digno. 

La sostenibilidad social pretende crear sociedades integradoras, reducir las desigualdades y garantizar el bienestar a largo plazo de todas las personas preservando, al mismo tiempo, la cohesión social y la justicia.

Para lograr la sostenibilidad es necesario superar:

  • la pobreza y las desigualdades socioeconómicas;
  • la discrimación, los prejuicios y la exclusión social;
  • la falta de acceso a los recursos;
  • la inseguridad y los conflictos a escala local, regional y mundial;
  • la mala gobernanza, que incluye fenómenos como la corrupción y la ineficacia institucional.

En el camino hacia la sostenibilidad social, la promoción de sistemas y políticas capaces de reducir las desigualdades sociales y económicas, garantizando la igualdad de acceso a oportunidades y recursos para todos los miembros de la sociedad, desempeña un papel especial.

Además de la lucha contra las desigualdades, los objetivos a alcanzar en materia de sostenibilidad social incluyen:

  • la promoción de políticas de respeto de los derechos humanos fundamentales, como la sanidad y la educación;
  • la adopción de prácticas que valoren e incluyan a personas de distintos orígenes, género, etnia, capacidades y orientación sexual;
  • la creación de entornos vitales más seguros con una administración de justicia más eficaz;
  • la mejora en las condiciones de salud y de bienestar psicofísico de las personas mediante servicios sanitarios de calidad.

 

3. ¿Qué es la sostenibilidad económica?

La sostenibilidad económica define el enfoque según el cual las actividades económicas se llevan a cabo de forma que se preserve y promueva el bienestar económico a largo plazo. En la práctica, pretende crear un equilibrio entre el crecimiento económico, la eficiencia de los recursos, la equidad social y la estabilidad financiera.

 

Factores que influyen en la sostenibilidad económica

Entre los factores que influyen en la sostenibilidad económica figuran:

  • la gestión responsable de los recursos;
  • la capacidad de eficiencia e innovación de los sistemas económicos y las empresas;
  • la estabilidad financiera a nivel macroeconómico;
  • el nivel de innovación social de los Estados, es decir, el compromiso de cada país con la promoción de políticas, programas e iniciativas que aborden cuestiones sociales cruciales como la pobreza, la igualdad de género, el acceso a la educación y la sanidad, la sostenibilidad medioambiental y otras cuestiones sociales;
  • la cooperación internacional y las actividades de asociación entre la administración pública y las empresas privadas;
  • el nivel de equidad e inclusión social;
  • la responsabilidad corporativa. 

 

¿Cómo se hace sostenible una economía?

Para hacer sostenible un sistema económico es necesario favorecer la generación a partir de fuentes renovables, adoptar políticas y normativas que fomenten la eficiencia energética y la promoción de modelos económicos basados en la economía circular que, como tales, sean capaces de reducir los residuos y frenar la explotación de los recursos. 

Para alcanzar estos objetivos, es necesario promover la inclusión social y económica, la innovación tecnológica mediante inversiones específicas, la promoción de una gobernanza eficaz y transparente y, por último, la concienciación y la educación de los ciudadanos. 

La gestión responsable de los recursos económicos es de suma importancia porque implica y garantiza:

  • la minimización del impacto medioambiental;
  • la equidad social y económica;
  • una economía más resiliente y capaz de afrontar desafíos;
  • una adhesión más generalizada de las empresas a una gestión basada en principios de responsabilidad y ética. 

 

¿Existe también un cuarto pilar ético? 

Luego hay otro pilar de la sostenibilidad, que podríamos imaginar como el punto central de un triángulo que conecta los otros tres. 

Los procesos hacia el desarrollo sostenible no serían realmente sostenibles si todos los involucrados en las cadenas de suministro no recibieran una remuneración justa y, de hecho, sostenible. Algunas de las prácticas que ya hemos considerado, como el respeto de los derechos humanos y el fomento de la responsabilidad social, también entran dentro de este pilar. 

En conclusión, el pilar ético consiste en el conjunto de directrices fundamentales que sustentan las acciones prácticas previstas en los otros tres: se trata de la integridad, la transparencia, la equidad, el respeto de la diversidad y la promoción del bienestar colectivo.

 

Los pilares de la sostenibilidad están interconectados

Los pilares de la sostenibilidad están estrechamente interconectados, ya que cada acción emprendida en cada una de las esferas repercute en las demás. Existe una fuerte interconexión entre las esferas medioambiental y económica, donde las buenas prácticas medioambientales, como la gestión responsable de los recursos, son esenciales para mantener la estabilidad de la economía y la propia existencia de la cadena de suministro de alimentos. 

Y no solo eso: algunas estrategias de sostenibilidad, como la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono y la adopción de prácticas sostenibles, pueden crear oportunidades económicas, promover la innovación y aumentar la competitividad de las empresas. 

La esfera social también está conectada con las esferas medioambiental y económica. Está demostrado que en una sociedad justa e integradora, en la que se reducen las desigualdades, se fomenta la cohesión social, la participación activa de los ciudadanos y la base de una economía sostenible y resiliente, del mismo modo que es especialmente evidente que la salud y el bienestar de las personas están estrechamente relacionados con la calidad del medioambiente en el que viven.

 

¿Qué implica la estrategia de integración ESG?

La integración ESG es la estrategia de inversión que tiene en cuenta factores y riesgos relacionados con el medioambiente, la importancia de la esfera social y la gobernanza de una empresa.

Esta estrategia utiliza indicadores no financieros para evaluar el rendimiento de las empresas y organizaciones.

La integración ESG implica recopilar información sobre las políticas, prácticas y resultados de una empresa en relación con cuestiones medioambientales (como el impacto medioambiental y el uso de recursos), sociales (como la gestión de las relaciones con los empleados y la comunidad) y de gobernanza (como la estructura de gobierno y la transparencia). 

El objetivo es promover inversiones sostenibles que generen rendimientos financieros a largo plazo, teniendo en cuenta las repercusiones sociales y medioambientales de las actividades económicas y fomentando la transparencia y la responsabilidad de las empresas. 

Enel, por ejemplo, fue la primera empresa del mundo en lanzar –en 2019– un bono vinculado a su desempeño ESG

Adoptar una política de sostenibilidad para las empresas que sea realmente medible, es importante para promover la transparencia y la responsabilidad hacia todos los stakeholders –desde los accionistas a los empleados, pasando por los proveedores y las comunidades locales–, garantizando que las medidas adoptadas tengan realmente un impacto.