La década de la electrificación

La década de la electrificación

Con el nuevo plan estratégico, Enel anticipa diez años la descarbonización y, a partir de 2040, venderá exclusivamente electricidad producida a partir de fuentes renovables. Gracias a la electrificación, el precio de la energía para los clientes –aún más centrales para el Grupo con su nueva línea de negocio Global Customers– disminuirá significativamente.

Después de la COP26 en Glasgow, el mundo finalmente parece estar de acuerdo en algo: todas las acciones que implementaremos durante la próxima década serán determinantes para contener los efectos del cambio climático y evitar las repercusiones –medioambientales, sociales y económicas– de un aumento de la temperatura promedio superior a 1,5 °C.

Una constatación apremiante que nos compromete a todos con las generaciones futuras, a quienes entregaremos el planeta en el que vivimos. Un “reto extraordinario que deberemos afrontar todos con un esfuerzo extraordinario y coordinado”, dijo Francesco Starace, consejero delegado y director general del Grupo Enel, quien junto con el CFO, Alberto De Paoli, dio inicio al Capital Markets Day 2021, la cita anual donde Enel presenta su nuevo plan estratégico a la comunidad financiera y a los medios de comunicación. Como la edición anterior, también esta última que tuvo lugar en Milán el 24 de noviembre, sirvió para exponer no solo el plan trienal 2022-2024, sino también nuestra visión para 2030, es decir, para la década crucial que nos espera.

“El mundo entero se está moviendo hacia el objetivo Net Zero”, dijo Starace, “y para lograrlo se necesita un aumento masivo en la electrificación de la demanda de energía de los clientes. Un mensaje que todos compartimos: debemos electrificar lo más posible y, al mismo tiempo, apoyar dicha electrificación con energía descarbonizada”. Por ello, podemos definirla como la década de la electrificación. “La electricidad tendrá un rol protagónico incluso en aquellos sectores donde jamás ha existido”, dijo el consejero delegado y director general.

 

El rol clave de la energía

Dentro de esta perspectiva, el sector energético “cumple un rol clave en la reducción de las emisiones” y de allí derivan las cuatro acciones fundamentales en las que se basa nuestro plan estratégico. La primera, implica inversiones para producir y distribuir cada vez más electricidad green. Para ello, entre 2021 y 2030, el Grupo invertirá 210 000 millones de euros, de los cuales casi 160 000 serán invertidos directamente por el Grupo a través del modelo de negocio tradicional Ownership, otros 10 000 millones mediante el modelo Stewardship y 40 000 millones de euros movilizados con este método a través de terceros.

Gracias a esta estrategia, esperamos alcanzar una capacidad renovable de casi 154 GW para 2030, tres veces más con respecto a 2020, y sumaremos 12 millones de nuevos clientes en las redes. Unos 70 000 millones de euros se destinarán a renovables, y la misma cantidad será asignada a la business line Infraestructuras & Redes, con el objetivo de reforzar la calidad y la eficiencia para aprovechar las increíbles oportunidades que ofrece la electrificación. “La resiliencia de la red es fundamental para acelerar el proceso de electrificación”, destacó Starace.

Por esta razón, el Grupo es la única Utility del mundo que desde hace tiempo tiene una plataforma que gestiona toda la red mundial poniendo al cliente en el centro.

La finalidad de esta nueva plataforma, llamada Grid Blue Sky, es aumentar significativamente los niveles de eficiencia y, sobre todo, de seguridad, conteniendo al mismo tiempo las dispersiones y reforzando la estabilidad de la red. Además, se prevé para 2024 una reducción del 20% de las pérdidas comerciales con respecto a 2020. 

 

Las ventajas para los clientes

El segundo punto del plan está dirigido a los clientes. Según Starace, “los clientes deben ser parte activa del proceso pues sin ellos la palabra electrificación no tendría sentido”. Todo esto podrá suceder solo bajo ciertas condiciones: energía asequible (es decir, de bajo costo) y limpia (lo que implica una difusión cada vez mayor de las renovables, cuyo costo disminuye constantemente), un suministro de electricidad estable y confiable, y una calidad cada vez mayor de los servicios ofrecidos, mucho de los cuales se convertirán en esenciales como, por ejemplo, la recarga de vehículos eléctricos.

“Creemos que todas estas condiciones se cumplirán en gran medida en la próxima década”, afirmó Starace.

Las acciones del plan estratégico para el 2030 apuestan a la creación de valor compartido para los clientes, quienes se verán favorecidos con una reducción del 40% del gasto energético, y de hasta una 80% de su carbon footprint1. Esto último es un hecho que, dadas las graves consecuencias del exceso de gases de efecto invernadero en la atmósfera, se traduce en una mejora tangible de la calidad de vida de todos. A propósito de valor compartido, el tercer punto del plan consolidará aún más la posición del cliente como eje sobre el cual gira la estrategia, a través de la creación de la nueva línea de negocio Global Customers, que se encargará de definir la estrategia comercial y de orientar la asignación del capital según las necesidades de los clientes, apuntando a la electrificación y, al mismo tiempo, logrando excelentes niveles de servicio.

 

Primero descarbonizar

Finalmente, uno de los puntos más importantes: anticipar diez años, es decir para 2040, la descarbonización completa de nuestro Grupo. Un proyecto que ha comenzado hace tiempo, ya que en 2010 Enel llegó a 382 MW de nueva capacidad renovable y para 2021 planea alcanzar casi 5000 (un incremento 13 veces mayor con respecto a 2010, un récord sin precedentes). Para 2030, el Grupo espera que el crecimiento anual adicional de capacidad renovable sea de alrededor de 15 000 MW. Un crecimiento exponencial que es posible gracias a la pipeline más extensa del mundo, con un volumen de 371 000 MW.

Para 2030, el objetivo del Grupo Enel es alcanzar una capacidad renovable total de aproximadamente 154 GW, triplicando su cartera de 2020 que asciende a casi 49 GW. Todo esto ha permitido al Grupo confirmar las metas para 2030 de reducir en un 80% las emisiones de Alcance 1 con respecto a los niveles de 2017. Pero se llegará aún más lejos: antes de 2040, se habrá alcanzado el objetivo zero carbon puro en lugar de net zero. En otras palabras, no se recurrirá a ninguna medida de compensación de las emisiones, es más, como dijo Starace a los analistas, “simplemente dejaremos de producir CO2”, incluida la eliminación de todas las fuentes de emisiones de Alcance 1, 2 y 3.

Todo esto se llevará a cabo mediante un abandono progresivo de la generación de carbón –que se completará en 2027– y de la generación de gas antes de 2040. Además, para ese año, el Grupo saldrá del mercado minorista de gas y venderá exclusivamente electricidad producida a partir de fuentes renovables.

 

Las ventajas para los accionistas

Las acciones previstas en el plan estratégico no tendrán solamente un impacto positivo para el medioambiente y para los clientes sino que, naturalmente, se beneficiarán también los accionistas. Como destacó el CFO De Paoli, entrando en los detalles del plan 2022-2024, se espera que el dividendo fijo por acción (DPS) tenga un incremento del 13% en los próximo tres años, hasta alcanzar los 43 centavos de euros por acción. Mientras que para los próximos diez años, se estima que el ebitda ordinario del Grupo aumentará en un 5-6%, en términos de la tasa anual de crecimiento compuesto (TCAC), con una utilidad neta ordinaria de un 6-7% siempre en términos de la TCAC.

“La electrificación”, dijo Starace cuando concluyó su presentación, “se verificará mucho más rápidamente de lo que pensamos. En estos años, hemos construido un mecanismo que nos permite aprovechar mejor todas las oportunidades que ofrece un cambio como este para estar listos en el momento adecuado. Y ese momento es ahora”.

 

1 Reducción del costo energético y de la “carbon footprint” de la cartera de clientes de Enel en Italia y España, calculada en comparación a 2020.