Día Mundial del Medioambiente 2022, el compromiso de Enel es cotidiano

Día Mundial del Medioambiente 2022, el compromiso de Enel es cotidiano

La 50° edición del Día Mundial del Medioambiente 2022 que se celebra el 5 de junio, tiene lugar, como en 1972, en Suecia. El objetivo es sensibilizar y promover la conciencia sobre la crisis climática y medioambiental. Para nosotros, en Enel, es la ocasión para renovar nuestro compromiso con el medioambiente, a través de numerosos proyectos activos.

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El Día Mundial del Medioambiente llega poco después del Día Internacional de la Madre Tierra (22 de abril) y del Día Internacional de la Biodiversidad Biológica (22 de mayo). Se habla cada vez más de naturaleza o, mejor dicho, de los retos relacionados con ella. ¿Pero se habla de las soluciones? Todos los días Enel se compromete a impulsar el proceso de descarbonización, desarrollar fuentes renovables, proteger la biodiversidad y, en general, encaminarnos hacia la sostenibilidad de una forma cada vez más eficaz y decisiva.

Only one Earth – una sola Tierra”, es el lema lanzado en 1972, durante la conferencia de Estocolmo, que dio vida al Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA) y designó el 5 de junio como día mundial. Sobre todo, es una oportunidad para promover la conciencia y la acción a nivel internacional a favor del medioambiente. Durante estos años, la iniciativa fue creciendo hasta convertirse en la plataforma mundial más grande de sensibilización de las personas en el ámbito medioambiental. Teniendo a PNUMA al timón, más de 150 países, junto con grandes empresas, organizaciones no gubernamentales, comunidades y celebridades de todo el mundo, han adoptado el logo del Día Mundial del Medioambiente para apoyar todas las iniciativas destinadas a proteger nuestro planeta.

La ciencia nos dice claramente que el calentamiento global está poniendo en riesgo a la Humanidad. Por esta razón, la transición energética, es decir, la producción de electricidad a partir de fuentes renovables y el uso del vector eléctrico descarbonizado en otros sectores, es la única opción eficaz para alimentar el mundo sin afectar al medioambiente. Por ello, nos comprometemos concretamente a diseñar y adoptar soluciones para proteger el medioambiente, los recursos naturales y la biodiversidad, para luchar contra el cambio climático y contribuir con el desarrollo económico sostenible.

 

El desafío de la naturaleza

La vida en la Tierra se basa en el equilibrio entre animales, plantas, microorganismos y en sus recíprocas interacciones. En una palabra: la biodiversidad. Las consecuencias que provocan el empobrecimiento y la pérdida de variedades del mundo animal y vegetal en el planeta, están relacionadas con ámbitos como la inseguridad alimenticia y energética, con una mayor susceptibilidad a los desastres naturales y, desde un punto de vista macro, con la disminución del bienestar de la sociedad en su totalidad. Por esta razón, Enel ha activado numerosos proyectos destinados a proteger y restaurar la biodiversidad animal y vegetal, especialmente, la relacionada con la construcción de nuevas plantas energéticas. Gracias al proyecto Wind Wildlife Challenge, por ejemplo, estamos trabajando para minimizar la interferencia de los parques eólicos con aves y murciélagos. Para 2022, hemos planificado una campaña de prueba en Italia, España, Estados Unidos y Canadá, de varios sensores e instrumentos innovadores, basados en tecnologías radar, cámaras y ultrasonidos, para detectar, disuadir y, eventualmente, activar el cierre automático de las turbinas en entredicho.

Son alentadores los resultados que llegan de las pruebas realizadas en los últimos meses en las plantas denominadas agrovoltaicas en España, Grecia e Italia. La convivencia entre paneles solares, cultivos y fauna ha generado efectos virtuosos en términos de rendimiento agrícola, bienestar animal, protección de algunas especies en peligro, como aves y animales polinizadores, y el consumo de agua, sin comprometer el rendimiento energético.

 

Preservamos el territorio

Los crecientes niveles de deforestación, edificación excesiva, urbanización y el aumento de la frecuencia de eventos climáticos extremos, dañan el territorio, causando inestabilidad hidrogeológica y erosión, haciendo que su uso sea peligroso. Prati Armati®, una iniciativa lanzada en Italia y que se realizará también en España, es un ejemplo de cómo se pueden aprovechar los conocimientos y las técnicas ancestrales para resolver un problema moderno: plantar una mezcla de semillas compuesta por diferentes plantas herbáceas de raíces profundas para detener el proceso de erosión del suelo. Son plantas no modificadas genéticamente, con raíces que pueden llegar a 4-5 metros de longitud, resistentes a la sequía y capaces de adaptarse a cualquier tipo de suelo y de condición climática. Una vez sembradas echan raíces fácilmente gracias al método de siembra utilizado. Es una solución natural y sostenible que puede frenar la erosión y, al mismo tiempo, favorecer la renaturalización de pendientes problemáticas, fomentar la biodiversidad y acelerar la sucesión ecológica, es decir, el proceso con el cual las diferentes especies se alternan en una misma zona, modificándola. Y no sólo eso, los cultivos utilizados pueden capturar hasta un 400% más de dióxido de carbono respecto a otras plantas.

 

Las materias primas de la economía circular

Otra iniciativa fundamental para preservar el medioambiente es la promoción de la economía circular y son numerosos los ámbitos en los que nos estamos moviendo para fomentar, por ejemplo, la circularización de las materias primas. Ya desde hace muchos años, nuestro Grupo considera la descarbonización y la economía circular como un tema único, apuntando a las fuentes renovables, la electrificación y teniendo un enfoque circular en toda la cadena de los materiales, desde el tema de los objetivos y de la innovación compartida con nuestros proveedores hasta las innovaciones circulares de la Gigafactory para el fotovoltaico en Sicilia, Italia, desde la segunda vida de las baterías de los coches eléctricos en Melilla, España hasta la reutilización completa del plástico de los smart meters de vieja generación para construir nuevos.

Se llama WaVE (Water Value Enhancement), por ejemplo, el proyecto dedicado a ahorrar recursos hídricos en las nuevas plantas, comenzando por las regiones más áridas de nuestro planeta (como el desierto de Atacama, en Chile). El proyecto apunta a reducir la necesidad específica, la extracción de agua dulce y el uso de agua potable para fines industriales. ¿De qué manera? Reutilizando las aguas residuales, desalinizando el agua de mar y hasta las aguas residuales de otras plantas, ahorrando de esta manera una valiosa cantidad de agua dulce. Al mismo tiempo, estamos creando e implementando varias soluciones para mejorar la sostenibilidad de las materias primas empleadas en los sistemas eólicos y fotovoltaicos, por ejemplo, usando paneles de polímero reciclado en lugar del vidrio.

Estos son algunos de los proyectos que tiene Enel para el futuro. Nuestro objetivo a largo plazo -anticipando en diez años los compromisos del Acuerdo de París- es lograr la meta “emisiones netas cero” para 2040 y detener la pérdida de la biodiversidad para 2030. La manera en la que pensamos hacerlo es crear soluciones que se inspiren en la naturaleza y en sostenerla, que sean eficaces desde el punto de vista de los costes y que garanticen beneficios medioambientales, sociales y económicos.