Nuestro enfoque global

La transición energética se mueve sobre dos carriles: por un lado, el desarrollo de las fuentes renovables y la hibridación tecnológica, y por el otro, el proceso de descarbonización.

La transición energética es un proceso en marcha y no se va a detener. En Enel nos hemos puesto al frente del cambio hacia un sistema energético sostenible, en línea con el ODS 13 de las Naciones Unidas contra el cambio climático, que está en el centro de nuestra estrategia. Este es un objetivo ambicioso que debemos lograr a través de un proceso virtuoso que se mueve sobre dos carriles.

La columna vertebral de todo el proceso es el crecimiento de nuestra producción energética a partir de fuentes renovables que ya ha superado el total de la energía de fuentes fósiles. En la actualidad, somos el primer Grupo privado del mundo en el campo de las energías renovables con una capacidad renovable de casi 59 GW y esperamos alcanzar alrededor de 75 GW a partir de 2025.

Al mismo tiempo, estamos reduciendo gradualmente, hasta cancelarlo completamente, el aporte del carbón, el cierre de las centrales de carbón lo adelantaremos de 2030 a 2027. También transformamos centrales con otras tecnologías en centros innovadores de producción de energía, modernos y eficientes, con fuentes renovables y baterías para la acumulación de energía. En algunos casos, el gas natural se utiliza como fuente temporal para asegurar la estabilidad de los sistemas energéticos.

Gracias a nuestro enfoque global, la estrategia de descarbonización que hemos llevado a cabo en países como Chile, Italia y España, nos ayuda a testear, mejorar y definir las mejores prácticas de economía circular en todo el mundo.

La descarbonización es un proceso gradual que tiene en cuenta diferentes aspectos y que en Enel estamos acelerando, guiando la transición energética. Lo que aúna todas nuestras intervenciones es el enfoque basado en la sostenibilidad social y ambiental. Cada inversión se decide escuchando e involucrando a las comunidades locales, para transformarla en una oportunidad de desarrollo para el territorio. A través de nuestros proyectos de creación de valor compartido, nos comprometemos a dar un aporte concreto al desarrollo socioeconómico de las personas respetando la biodiversidad de los territorios en los que operamos.

La transición energética es esencial para el futuro del planeta, pero para crear valor debe ser equitativa, sostenible e inclusiva